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"Ahora depende de nosotros cuidarnos"

Héctor Machado se mostró feliz por el regreso a las prácticas. "Es lo que pedíamos y necesitábamos nosotros, los pibes y los profesores. La pandemia no pasó, y entrenaremos con todos los cuidados. Serán 2 prácticas semanales por ahora"

El regreso a los entrenamientos en Alumni se dio progresiva y cautelosa, cumpliendo protocolos y sin dejar de avanzar sobre el futuro, pero priorizando contener a sus jugadores en el presente.

Empezaron los niños y niñas del baby fútbol y categorías infantiles.

Esta semana el coordinador del fútbol juvenil, David Reano, recibió el ok, y con el histórico formador de grandes talentos del “fortinero”, Héctor Machado, reanudaron la actividad de todas las divisiones inferiores, acompañados por el entrenador de arqueros Jonathan Scalzo, y el utilero Daniel Magnone.

El lunes a las 17 será el turno de la Primera y la Reserva, a cargo del profesor Hernán Carassai, y sólo restará el regreso de la Primera división del fútbol femenino.

El predio “Mauro Rosales” luce un verde césped espectacular, y la sonrisa de los jóvenes que agotan sus energías tras la densa e interminable espera de 8 meses.

“Pelusa” Machado elige pensar en el presente, y no adelantarse a los hechos. “Esto es como volver a vivir”, no duda en expresar.

Aclara que también “esta semana arranqué con Roque Sáenz Peña”, club en el que también hizo historia en la Liga de Baby Fútbol.

Treinta años de sabiduría

Es un placer escuchar a Héctor Machado, uno de los grandes formadores del fútbol local. “Lo mejor es que la concurrencia de pibes es más que satisfactoria. En Roque Sáenz Peña concurrieron 52 jugadores, y en Alumni faltaron 1 o 2 por categoría. Temíamos que la deserción fuese grande, pero la respuesta fue muy buena”.

Resalta que “nunca había parado tantos meses en los 30 años que dirijo. Se cortó de golpe, y la verdad es que me faltaba algo. Nunca pensé que sería tan larga la espera, y no quise ni pisar el predio de Alumni hasta que me avisaran que volvíamos a entrenar”.

Comparó su felicidad con una frase muy actual: “Etoy tan feliz acá en el predio, como si me hubiesen conseguido la vacuna”.

Indicó que “el predio está maravilloso. Ver la cara a los pibes y ver que están juntos otra vez con la pelota es motivo de felicidad”.

Ejemplificó que “uno se cuida mucho, especialmente a mi edad, pero también los cuidamos mucho a los chicos, y todo el tiempo estamos higienizando los elementos”.

Apuntó que “vamos de a poco. Mimándonos porque estuvimos 8 meses sin entrenar. La primera semana haremos trabajos con pelota que es lo que más extrañó el pibe”.

Recuerda “haber pasado por los campitos y haber visto a pibes jugando al fútbol sin cuidados. Eso me preocupaba mucho, porque me sentía impotente ante la realidad. En un club se cuida al pibe, y se trabaja en grupos de fútbol. Es muy diferente. Fijate que con poquitos trabajos en espacios reducidos se cansaron bastante”.

Un mes para volver a respirar fútbol

Agregó que “este mes será para que vuelvan a encontrarse en su club, que adquieran identidad y sentido de pertenencia”.

Sostuvo que “había pibes que hacía 8 meses que no se veían, y juegan en el mismo equipo”.

Destaca que “entrenar juntos no es lo mismo que hacerlo por Zoom o dialogar por el celular. Te das cuenta que necesitaban hablar entre ellos. Les tiramos un chiste para que se rían, se suelten y recuperen las ganas. Se fueron cansados, pero contentos”.

La consulta que “más te hacen es si podemos agregarle un día más a la semana. La respuesta es: no”.

Estimó que “las próximas semanas veremos, pero el COE Regional nos permitió 2 veces por semana”.

Aseguró “entrenaremos con mucha tranquilidad, para que vuelvan a adquirir ritmo, y seguramente pararemos antes de Navidad, y volveremos los primeros días de enero”.

¿Cómo sigue esta historia?

Nadie puede garantizar que el fútbol volverá en diciembre, enero o a mitad de 2021 en la ciudad.

Machado insistió en que “entrenar es muy necesario, y los chicos necesitaban hacerlo en sus clubes”.

Estimó que “los rumores indican que hay chances que el fútbol vuelva más rápido de lo que muchos creen, pero ya sea en enero o en marzo, hay que prepararse”.

Señaló que “este bicho nos hizo daño, y hay que cuidarse. No paro de higienizar los elementos, porque no quiero confiarme, ni que ningún pibe que venga a entrenar se enferme en el club. El gran problema es cuando se van, pero esperemos que cada día tengamos menos casos y este bicho nos deje vivir en paz”.

Aclaró que “estamos trabajando bien, con todos los cuidados, y con mucha responsabilidad. Dios quiera que se pueda jugar pronto, pero de lo contrario vamos a estar en una cancha, con todos los chicos corriendo detrás de una pelota y con los cuidados que se merecen. Ya no se aguantaba más estar en casa, y tanto a los chicos como a nosotros y los profesores ya no nos aguantaban más en las casas”.

Los cuidados no terminan en el club

Cada jugador llega a la práctica con la declaración jurada firmada por los mayores que están a su cargo, un requisito indispensable.

Pero además traen sus mochilas cargadas con su botellita o recipiente con agua, que en este caso no se comparte. Tampoco la toalla, ni los botines, un alcohol en gel. Sí comparten las ganas de volver a soñar con ser futbolistas.

El mayor temor consiste en que “cuando se van, más allá de verlos partir con sus barbijos, les decimos que hay que seguir cuidándose”.

En el caso de Alumni el primer paso fue “tener una charla con un profesional. En la primera práctica le cedimos la palabra a un papá que trabaja en el Hospital Pasteur. Todos saben que los chicos no tienen casi riesgo de muerte, pero ellos pueden contagiar a los mayores, y nadie quiere ver a sus familiares sufrir esta enfermedad, por no habernos cuidado como corresponde. Ahora ya lo saben, y todos hacen caso, porque fue lo primero que hicimos antes de tocar una pelota: concientizar a los chicos”.

Remarcó que “cada práctica se abre con un saludo, y la aclaración de que la pandemia no pasó. Es nuestro deber decírselo al pibe, para trabajar con todos los recaudos sanitarios que amerita esta pandemia. Nos están dejando trabajar y entrenar como pedíamos y necesitábamos. Ahora depende de nosotros cuidarnos”.

Héctor Machado comentó que “en las próximas semanas también empezaremos a trabajar en canchas grandes con las categorías 2008 y 2009, que por ahora permanecen entrenando en canchas chicas, porque estamos esperando la decisión de la Liga de Baby Fútbol, ya que los pibes de clase 2008 se tenían que despedir este año”.

Aclaró que “lo mismo pasa en todos los baby fútbol. No sabemos si se podrá jugar un torneo corto para que terminen la etapa de canchas chicas y se les haga un reconocimiento, o si van a jugar media temporada más. Lo ideal es que se pongan de acuerdo entre las Ligas, porque no pueden jugar todo el año en canchas chicas y grandes”.