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Yan Atilio Taiel Gallardo, el joven impulsor de la inclusión en Deheza

El dehecino de 24 años padece de mielomeningocele, es decir, un estallido de la médula espinal, por lo que debe movilizarse en silla de ruedas desde temprana edad. Sus dos lemas de vida son: "No necesito piernas para ser feliz" y "Abrazar la vida como viene"

Yan Atilio Taiel Gallardo tiene 24 años y es un joven oriundo de La Banda, Santiago del Estero.

No obstante, su vida transcurre en la localidad de General Deheza, a 160 km de la ciudad de Córdoba.

Gallardo nació con mielomeningocele o espina bífida, la misma es un estallido de la medúla espinal.

El joven precisó que esta discapacidad se presentó en la primera semana de gestación.

“Dentro del vientre de la mamá si se pueden hacer cirugías para mejorar la calidad de vida del bebé y no tener mayores difucultades en su desarrollo”, recalcó Gallardo.

Pese a distintos estudios e investigaciones, todavía no se sabe el causante de la discapacidad en el vientre de la madre. Aunque sí hay un posible causante y es la falta del ácido fólico en el cuerpo de la mujer, aseguró el dehecino.

Desde pequeño debió permanecer un tiempo en la ciudad de Buenos Aires, internado en el Hospital Italiano desde los tres meses de vida, donde fue su primera operación, que se trató del cierre de mielomeningocele.

Además estuvo varios años con rehabilitación intensiva y debió someterse a algunas cirugías para mejorar su calidad de vida.

“Tengo 24 años y tuve alrededor de más de 35 a 45 cirugías, las últimas intervenciones fueron por complicaciones de la discapacidad”, señaló el joven e hizo hincapié en que mucho tiempo de su vida estuvo internado o en rehabilitación tras estas intervenciones quirúrgicas.

El 2013 fue uno de los años más duros para el joven, ya que sufrió una peritonitis, la cual es causada por una acumulación de sangre, fluidos corporales o pus en el vientre.

Por esta complicación, Gallardo debió ser operado tres veces en el transcurso de una semana.

Su historia de vida

En la primaria, el joven se movilizaba con andador hasta que vivió una situación lamentable con un adulto.

“Me decía que el andador molestaba y que no podía realizar las actividades que mis compañeros hacían y me desaprobaba en la materia. Fue algo muy feo”, apuntó el joven e hizo hincapié en que lo más doloroso de eso fue que, siendo un niño, tuvo que vivenciar un hecho lamentable de un adulto hacia un menor de edad.

“Yo creo que los niños de por sí no tienen esa maldad para chistes o comentarios no pertinentes para la situación”, apuntó el dehecino.

El joven es una persona muy independiente, él desde cuarto grado se moviliza en silla de ruedas sin ningún acompañante, por lo que le permitió poder participar de distintas actividades de su interés.

En el 2013 luego de las intervenciones quirúrgicas continuas, él repitió tercer año del secundario, allí conoció a su grupo de amigos de la actualidad.

Una de las actividades que más disfruta es con el grupo de jóvenes de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción y desde el 2016 lo integra, ya que participó de la Pascua Joven de ese año junto con otros chicos de la localidad y de la zona.

Tras varias experiencias y años allí en el grupo, Gallardo es coordinador del grupo, participa en el coro parroquial y además es catequista de confirmación desde este año.

A su vez, el dehecino fue jugador de básquet adaptado en el equipo de Los Halcones de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Todo surge en la sala de espera de un centro de salud de Córdoba, cuando el joven se puso a charlar con otro chico oriundo de Buenos Aires, él bonaerense le comentó que jugaba en un equipo de básquet adaptado en la ciudad.

Allí, Gallardo decidió empezar con esta actividad en la ciudad de Río Cuarto cuando tenía 17 años.

“Yo no hacía actividad física, por lo que me gustó muchísimo y veía cambios físicos a partir de este deporte”, apuntó el joven.

“Tengo 24 años y tuve alrededor de más de 35 a 45 cirugías, las últimas fueron por complicaciones de la discapacidad de la espína bífida”.

El dehecino viajaba todos los sábados de General Deheza a la ciudad para poder llevar a cabo el entrenamiento pertinente.

“Al principio me llevaban en el auto mis papás, luego la Municipalidad me brindó un transporte para el traslado. Eso fue una gran oportunidad para mí”, enfatizó Gallardo.

Lamentablemente en 2018 sufrió una hernia a causa de la cirugía que se había realizado en el abdomen y le recomendaron que no siga jugando porque corría peligro realizar este deporte para su salud.

No obstante, el joven asegura que le gustaría hacer otro deporte.

El joven pese a su discapacidad ha participado en múltiples actividades de manera autónoma.

Siendo un gran ejemplo para demostrar que, pese a los diferentes obstáculos de la vida, uno debe seguir avanzando y disfrutar de cada una de las oportunidades que le presenta la vida y no poner una simple excusa.

Su gran sueño, ser locutor

Con su gran carisma y personalidad, condujo su propio programa de radio online con un micrófono, una salida de audio y la computadora.

El equipamiento fue regalo de cumpleaños de su mamá, para poder cumplir un sueño.

Su gran pasión surge cuando al visitar a su tía paterna que vive en Santiago del Estero, conoció el gran mundo radial y quedó fascinado por este ambiente.

Por lo que en pandemia, encerrado en su casa, él decidió emprender un programa de radio junto con Juan Cruz “Chicha” Barrionuevo, de Villa María, quien era su operador.

Por esta iniciativa fue nominado como locutor en los Premios Arco de Córdoba , pero él no pudo participar ya que se enfermó.

Además formó parte en 2021 de un programa radial “Contacto steréo”, de la FM de la ciudad de General Deheza junto con otros dehecinos.

En la localidad de donde es oriundo tras distintas publicaciones que realizó en sus redes sociales mostrando la realidad de las calles y de la carencia de rampas de accesibilidad, comenzó a ser quien impulsó la inclusión en General Deheza, además el joven trabajó en el Municipio en el aréa de Atención Ciudadana.

Desde el 2022 hasta el día de hoy, trabaja en el aréa de Tránsito como encargado de la temática de las primeras licencias de conducir.

“Contar mi realidad tenía como objetivo querer ser escuchado y en las redes sociales encontré la manera de lograr eso”, señaló Gallardo y gracias a un posteo en la red social Facebook, se puso en contacto con el intendente y juntos trabajaron en medidas para generar inclusión en los distintos espacios de la ciudad.

Asi fue como el dehecino se convirtió en el impulsor de estos proyectos de rampas, arreglos de veredas, entre otras instalaciones para brindar mayor accesibilidad a las personas con movilidad reducida.

“Estamos siempre en contacto, yo le voy avisando cuando veo alguna rampa en malas condiciones, donde podría realizarse un nuevo acceso, entre otras cuestiones para brindar mayor comodidad y calidad de vida a quienes debemos movilizarnos en silla de ruedas”, comentó el joven.

El Municipio de Deheza tiene convenio con la Fundación Santiago Yuni, por lo que se trabaja constantemente con estas temáticas.

A su vez, el joven precisó que son menos de 20 personas que se movilizan en silla de ruedas en la ciudad, por lo que es importante apuntar a estos proyectos de inclusión para que ellos puedan circular de manera autónoma.

En diálogo con Puntal, Gallardo apuntó a dos frases que lo representan: “No necesito las piernas para ser feliz” y “Abrazar la vida como viene”

“Me costó muchísimo entender porque no podía caminar, pero todo lo que quise hacer, lo hice y no necesité de mis piernas”, recalcó el joven.

La frase “Abrazar la vida como viene” decidió tatuársela para tenerla presente en su vida y sentirse amado y acompañado por ella.