Economistas advirtieron ayer que si el Gobierno no está dispuesto a hacer modificaciones en la oferta para reestructurar la deuda durante un proceso de negociación, "hay muchas chances de que no se acepte".
La Argentina presentó el viernes la "invitación" a bonistas para renegociar deuda emitida bajo ley extranjera por US$ 66.238 millones, con una quita del 62% en intereses y del 5,4% en el capital, y un plazo de gracia de tres años, para lo cual ofrece títulos que vencerán entre 2030 y 2047.
El director del estudio Eco Go, Martín Vauthier, consideró que "si la oferta va con un formato de ‘tómalo o déjalo’, luce difícil que se puedan alcanzar las mayorías necesarias en las cláusulas de los bonos".
"Si es un punto de partida para comenzar una negociación en la que se busque flexibilizar la oferta y acercar las puntas, es una buena noticia", analizó.
En diálogo con FM Milenium, Vauthier recordó que "el próximo vencimiento de un bono con legislación extranjera es el 22 de abril" y puntualizó: "Si ese pago no se realiza, se abre un período de treinta días de gracia hasta la eventual declaración de un default".
Sin embargo, remarcó que "hay tiempo para la negociación", al tiempo que afirmó que "las señales que el Gobierno brinde desde el próximo lunes" serán "muy importantes".
Con pocas chances
Por su parte, el economista Miguel Kiguel pronosticó: "Si no hay cambios en la oferta de deuda, hay muchas chances de que no se acepte".
"Se esperaba que la oferta fuera agresiva y en mi opinión lo fue. Las quitas son más grandes que las que hubo en 2005", subrayó.
De acuerdo con su criterio, la Argentina "no tiene un problema de solvencia, sino de flujo".
"Habrá que ver qué dicen los inversores en los próximos días, pero es una oferta que difícilmente la reciban con beneplácito y muy probablemente va a tener que haber una negociación de acá en más", vaticinó.
Difícil de digerir
En declaraciones formuladas a FM Milenium, evaluó: "Es una oferta que les va a costar digerir a los acreedores".
"No es el mejor momento para hacer una oferta que trate de resolver el problema de largo plazo de la deuda externa, pero si se hace, hay una ventaja y es que los inversores realmente tienen problemas por todos lados", puntualizó Kiguel.
Postura del radicalismo
Mientras tanto, la UCR valoró de forma positiva la oferta del Gobierno y evaluó que "están dadas las condiciones necesarias para llegar a un arreglo favorable para la Argentina".
El radicalismo se refirió a la oferta a los bonistas y consideró que "es un hecho favorable la concreción de ese paso" y que "si la negociación que ahora comienza arriba a un resultado exitoso, se facilitará la recuperación del empleo y la producción una vez que se supere esta dura crisis que impone la pandemia".
"Estamos convencidos de que hoy están dadas las condiciones necesarias para llegar a un arreglo favorable para la Argentina", expresó mediante un comunicado el partido que preside el diputado nacional Alfredo Cornejo.
Al respecto, remarcó que "es posible un arreglo que despeje el horizonte financiero, permitiendo invertir recursos en la reconstrucción de la economía, y evitando un nuevo default".
Además, la UCR remarcó que es "consciente de la importancia de la cuestión de la deuda externa" y por eso "apoyó desde un principio las gestiones de este Gobierno en la búsqueda de una solución negociada".