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Ignacio Nincevic gritó campeón en Italia: "Estoy feliz con mi primer título"

El villamariense dejó de jugar y se calzó el buzo de entrenador juvenil del Club Balonmano Malo. En su primera incursión como técnico de divisiones menores se consagró campeón del Nacional Italiano Sub-17

El villamariense Ignacio Nincevic gritó campeón en su rol de entrenador del Campeonato Nacional Italiano de la categoría Sub-17 junto a su equipo Club Balonmano Malo.

Nincevic se fue en el 2019 a Italia, para sumarse al Club Bologna United, de la segunda división de aquel país, y al año siguiente, vistió los colores del Club Balonmano Malo, como uno de sus refuerzos. Saltó de ser jugador a entrenador y, en esa acción de hacerse cargo de las divisiones juveniles, logró la consagración. Su primera como técnico, lo cual tiene un sabor más que especial.

“Salimos campeones con el equipo sub-17 jugando un torneo como la primera división de Argentina y eso nos permitió clasificar al Nacional de Clubes, que es muy parecido a lo que jugamos en la Federación de Córdoba”, dijo Nacho cargado de emoción.

Además agregó: “Nosotros ganamos los tres partidos de nuestra zona y clasificamos primeros el sábado pasado, ese día jugamos la semifinal contra un equipo denominado Merano y ganamos bien y el domingo siguiente desarrollamos la final ante Bolsano, la cual la ganamos por 1 punto 26-25. Fue una final más trabada, lindo partido, entretenido, que empezamos jugando bien y luego en la mitad del primer tiempo nos quedamos un poco abajo y el segundo fue lo mismo que el primero pero parejo, con control de resultado y al final lo pudimos ganar”.

-¿Qué significó pasar de ser jugador a entrenador?

-Pasar de ser jugador a entrenador fue difícil, me costó, lo pensé mucho, ya que podría ser una gran oportunidad, la aproveché y me fue bien,

-¿Cómo sigue tu carrera como entrenador?

-Ahora seguiremos con la planificación de entrenamiento hasta fines de junio y luego descansaremos para volver a empezar en agosto.

“Estoy viviendo en Europa desde hace cuatro años con mi novia y antes tuve un paso por Bologna United como jugador, luego me vine para este club, que está cerca de Venecia. Estuve jugando y entrenando hasta el año pasado haciendo los dos roles, tenía a cargo el segundo equipo del que formaba parte y este año estoy a cargo del primer equipo”, dice sobre su recorrido en el Viejo Continente.

-¿Cuánto se extraña Villa María?

-La última vez que fui a Villa María fue hace un año en las vacaciones de julio de acá de Italia y estuve un mes, es mi lugar y donde están mis afectos.

-¿Cómo es tu vida diaria en Italia?

-Trabajo y estoy con la parte de handball como coordinador del club del primer equipo del sub 17 y a la mañana hago la promoción escolástica, que sería ir a las escuelas a promocionar el deporte y ver si podemos captar algunos jugadores para que vengan a jugar al club. Un día nuestro es similar a lo que hacíamos en la ciudad, trabajando, no perdiendo las costumbres, tratando de comer las mismas cosas, tomando mate, tengo un amigo que vive cerca y es de Villa María, con quien nos juntamos y comemos asado de vez en cuando, para no sentirnos tan lejos de nuestro país.

“El handball de acá es similar al nuestro y no me cambió tantas cosas, ni el modo de jugar sino que me abrió un poco más la cabeza para capacitarme, y lo aproveché, ya que cuando jugaba en Argentina tenía otros pensamientos o lo veía diferente”, dice sobre el juego.

Nincevic siempre jugó en Cief, lo hizo desde el 2003. “También integré selecciones de Córdoba, formé parte de la pre selección argentina en la categoría Junior que no pude quedar porque fue cuando tuve la mala suerte de operarme de un problema de la rodilla”.

Nacho disfruta mientras comparte la vida con su novia, Ana Micaela Rossa, que es kinesióloga, “Nos vinimos los dos juntos. Ella trabaja de kinesióloga y estamos muy bien, a pesar de la lejanía”, contó

“La ciudad donde estamos en bastante chica, está en la provincia de Vicenza, queda a una hora y media de Venecia y una hora de Verona, tiene 15 mil habitantes, es un pueblito típico italiano, pintoresco y con gente muy buena”, comentó.

Un villamariense más que a través del deporte ha conocido el mundo y desarrolla todos los conocimientos adquiridos en su Villa María natal.

A la distancia disfruta las mieles del éxito y busca nuevos objetivos para seguir creciendo.

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