Villa María | hordas de motos |

Marcaron a los organizadores de las hordas de motos y un hombre quedó detenido por incitarlas

Se hicieron 5 allanamientos, se secuestraron 7 motos y 4 celulares y se recolectó material de valor para conocer cómo las hordas se organizaban y evadían los controles policiales

Con la detención de un hombre que actuaba como instigador de las hordas de motos y la identificación de otros tres presuntos organizadores, finalizó este jueves un robusto operativo policial en Villa María para desbaratar este accionar que, desde hace bastante tiempo, genera malestar entre los frentistas de diferentes barrios de la ciudad.

A los procedimientos que ya se venían ejecutando en las últimas semanas, concluyendo con el secuestro de gran cantidad de motos, se les sumaron ayer allanamientos en cinco domicilios de Villa María.

En una de esas viviendas fue detenido Pablo Díaz (40), quien está señalado por la Justicia por incitar la realización de estas hordas que volvían locos a los vecinos.

Este individuo, que llamativamente no era joven como los demás, cayó por la presunta Instigación a Cometer Delitos, modalidad que está encuadrada en el artículo 209 del Código Penal y que tiene penas que van de dos a seis años de prisión, según la gravedad del delito.

En los domicilios restantes, uniformados de la División Investigaciones de la Departamental San Martín, siguiendo ordenes del fiscal René Bosio y su secretario Pedro Diana, notificaron a otros tres supouestos organizadores de las hordas.

Los mismos fueron identificados como Mateo Alarcón (18), Axel Farías (19) y Thiago Ludueña (18).

Según lo reseñado por fuentes judiciales, todos están sindicados como supuestos infractores al artículo 70 Bis del Código de Convivencia, que hace mención a las “Acciones atemorizantes para la ciudadanía o amenazantes para la propiedad pública o privada”.

En el marco de estos operativos, también se secuestraron cuatro celulares y siete motocicletas.

Bosio explicó que los allanamientos fueron el resultado de un minucioso trabajo que consistió en analizar cámaras públicas y privadas, material que fue crucial para identificar a quienes participaban de las hordas.

Además, destacó la relevancia de las pruebas recolectadas, a partir de las cuales pudieron conocer cómo los integrantes de las hordas se organizaban, movilizaban y evadían los controles policiales y municipales que intentaban desconcentrar este tipo de conductas.