Esta noche a las 21.30hs. en el Teatro Municipal, Nardo Escanilla, después de su exitoso trabajo en el dúo humorístico “Camilo y Nardo”, presenta su unipersonal Buenardo. Entrada general $750.
Hablamos con Nardo:
-Volvés a Río Cuarto para debutar en la ciudad en solitario. ¿Hay nervios, hay expectativa especial?
-Sí vuelvo a Rio Cuarto solo, nunca fui solo, primero en su momento fui con Biólogos y después muchísimas veces con Camilo. Estoy nervioso, tengo expectativa, incertidumbre, con todos los que he hablado me dicen que se sabe mucho que voy pero compran las entradas a último momento así que es increíble el “cagazo” que tengo, pero estoy muy contento de volver a los escenarios en Río Cuarto que es el lugar que yo siempre elijo para iniciar la gira. Con Camilo y Nardo yo siempre decía arrancamos por Río Cuarto, así que no podía traicionarme y arrancar en otro lado.
-Venís con Félix González como invitado especial. ¿Por qué lo convocaste y cómo es la comunión con él sobre tablas?
-Félix es mi hermano, si no fuera por él yo nunca me hubiera subido a un escenario a hacer humor. Con él empezamos con Biólogos y hace más de 15 años somos amigos, hermanos, e incluso ahora mi hija Vera que tiene seis meses, es ahijada de él y en el escenario con Félix cuando estamos juntos en el escenario no hace falta nada, yo ya sé que cualquier cosa que haga nos entendemos y él sabe que puede ir para cualquier lado que voy a entender para dónde va, es una química impresionante así que me parece que está bueno que en el inició de la gira invitarlo y de paso para que presente su disco nuevo, muestre algunas canciones y en algún momento hagamos una cancioncita juntos, así que también voy a cantar en este show.
-Sin adelantar mucho, ¿de qué va “Buenardo”?
-Buennardo ni yo sé de qué va, ¿por qué?, yo tengo armado un show pero como soy una especie de adicto de la interacción con el público, después termina yendo para el lugar que ni yo sé, yo armé el show de Buenardo en marzo para el estreno y el show terminó siendo el 70 por ciento otra cosa. Yo soy un humorista depresivo, los temas que yo hablo generalmente tratan de hacernos acordar que todo puede ser peor y quizá va a estar peor, para que después salga la gente y se sienta bien, pero lo sí puedo asegurar es que no voy a hablar de la cuarentena, es algo que me propuse, salvo que alguien comente algo y nos pongamos a charlar ahí con el público, en lo que es estrictamente el supuesto guión no voy a entrar en cuarentena. No va a ser el peor show que vean pero eso lo puedo asegurar, no sé si va a ser el mejor, pero la vamos a pasar bien.
-¿En la vida cotidiana, sos “buenardo” o más o menos?
-En la vida cotidiana soy más o menos, no soy malo pero tampoco soy el tipo, como le dicen por ejemplo a mi hija o a mi pareja, qué divertido debe ser vivir con Nardo. No, sobre todo cuando te despertás conmigo, yo soy de esas personas que se despiertan y que por 10, 15 minutos lo mejor es no hablarles, porque soy una bolsa de odio los primeros 10, 15 minutos, pero después se me pasa y puede que esté todo bien, pero soy medio odioso, a veces medio aburrido pero a veces re divertido, una caja de Pandora (risas).
-La crisis económica imagino te dará mucha tela para cortar…
-Yo soy medio pavo, por ejemplo no hago humor sobre la cuarentena porque me parece que hoy es fácil hacer un chiste sobre el barbijo o sobre haber estado encerrado y la crisis económica también es un recurso medianamente fácil porque estamos en crisis desde el 1492 más o menos (risas), entonces es como que es un humor que ya está totalmente hecho y desecho pero también si surge se hace, tampoco es que me voy a poner tan fundamentalista o hacerme el cheto si alguien me dice ‘qué opinas del dólar’ y decirle salí de acá estúpido que no voy a hablar de eso, vamos a hablar de lo que surja.
-Siempre estás muy activo en las redes. ¿Además de ser una necesidad artística, en tiempos de pandemia, fue también una necesidad humana?
-Las redes me gustan mucho, me divierten mucho, a mí siempre me gusta estar con una relación estrecha con el público y las redes me permiten eso y aparte que las redes te actualizan y en hacés un chiste, un sketch o lo que sea y en las redes ves el termómetro de las cosas que no se pueden decir, que se pueden decir, aprendes. No soy tan consumidor de redes, veo lo justo y lo necesario, sí me gusta mucho estudiarlas, ver qué pasa, contestarle a la gente, mostrarles aunque sea con un me gusta que leí el comentario, que leí el mensaje, tratar de hacer siempre algún videito distinto, alguna cosa distinta sí me gusta y en la cuarentena así como a la gente le acompañó lo que hacía alguien en las redes, a mí me acompañó mucho poder hacer cosas.
-El fin de la unión con Camilo, ¿fue un proceso natural, una etapa cumplida?
-Con Camilo seguimos siendo hermanos, seguimos estando totalmente en contacto, nos mandamos mensaje. El volvió al escenario porque es un atolondrado (risas), no alcanzaron a decir que se podían hacer shows en streaming y Camilo ya acaba haciendo un show de la puta madre, entonces cuando yo volví en marzo, muchas cosas le pregunté a él, tenemos una relación espectacular. La separación fue un proceso natural, yo necesitaba unas cosas, él otras y no nos íbamos a poder acompañar en eso, en ese momento al menos. Así que fue una charla donde los dos lo entendimos y encaramos la temporada de verano que terminó siendo la mejor temporada de todas, porque fue como una especie de viaje de egresados y siempre decíamos que para la prensa nosotros éramos la separación más aburrida del mundo porque lejos de tener un conflicto nos terminamos uniendo más todavía con la separación.
-¿Alguna anécdota para contar de tantos escenarios recorridos con Camilo?
-Con Camilo tuvimos millones de anécdota. Siempre me acuerdo cuando fuimos Mendoza, nos invitaron a una bodega, nos dijeron ‘la vamos a abrir exclusivamente para ustedes’ y dicho y hecho, la abrieron el mediodía para nosotros, con mozo, con guía turística, con el chef, con el asador, con todo y nos dieron todo el paseo por la bodega y nos dijeron ‘ahora vamos a tener un almuerzo con siete pasos y en cada paso ustedes van a degustar un vino de la bodega y claro, los vinos que degusta la toma un traguito o a veces incluso lo escupen, yo no puedo escupir bajo ningún concepto un vino de esos y nosotros en cada paso tomamos, el cuarto paso ya estábamos a los gritos, no me acuerdo si Camilo estaba en cuero, era un escándalo (risas) no habíamos llegado al quinto paso y ya parecía que estábamos de caravana hacía tres días, nos re chupamos, no entendimos que había que tomar un traguito nomás, que no había que tragarlo, fue un desastre, creo que no quedamos muy bien con esa boda.
-¿Cómo la pasaste en cuarentena y cómo te sentís en pandemia?
-En cuarentena yo la pase bien, por eso el año pasado hice muchísimas notas porque veníamos de la separación con Camilo, en las redes me estaba poniendo fuerte. A mí me agarró en un momento en el yo necesitaba estar en casa, necesitaba estar más tranquilo y encima me agarró en una casa con patio grande, con internet, con una playstation, me agarró con trabajo, las redes empezaron a andar mucho mejor el año pasado, yo estaba en radio, empecé tele el año pasado, por eso siempre tengo que tener mucho cuidado en decir que la cuarentena para mí estuvo bien, porque el 90 por ciento de la gente la pasó muy mal, incluso yo no perdí a nadie y tengo mucha gente conocida que perdió seres queridos, entonces a mí particularmente en la cuarentena no me afectó tanto, pero estoy desesperado porque ya se termine esto.
-Como humorista, ¿cómo imaginás el futuro pos pandemia?
-Lo imagino normal, porque creo que todos nos imaginamos que cuando esté la vacuna íbamos a salir todos a la calle y se iba a poder hacer todo y al final terminó siendo todo mucho más gradual, más paulatino. Creo que como va siendo gradual nos vamos a ir acostumbrado de a poquito a la pos pandemia.
-Dicen que, ante las crisis, mucha gente suele refugiarse en la cultura. ¿Crees que en esta oportunidad será así?
-La gente se refugió en la cultura sobre todo el año pasado, en cualquier tipo de cultura, sobre todo en redes sociales, televisión, cualquier cosa que se podía ver desde la casa. Yo puedo opinar desde el humor y en el humor la gente fue muy agradecida, todo el año pasado más qué reírse o decirme que se habían reído, recibí muchísimos agradecimiento, incluso hasta el día de hoy: ‘En momentos muy difíciles me sacaste una sonrisa, fueron 30 segundos donde me olvidé lo que estaba pasando’, entonces creo que la gente, en mayor o menor medida, sí o sí se terminó refugiando en la cultura, porque en un momento no teníamos otra cosa, más que cultura, después si uno quiere llamarle cultura a la televisión, a las redes o un cuadro, es otra cosa, pero para mí el refugio total en la cuarentena cerrada, fue la cultura y fue lo que nos salvó de no terminar todos locos.