Y es que fueron citados a indagatoria tres de los cinco imputados, quienes ante el fiscal que instruye las averiguaciones, René Bosio, se abstuvieron de prestar declaración.
Según pudo conocer Puntal Villa María, fueron invitados a comparecer ayer los ingenieros y responsables de la oficina técnica de la empresa Federico e Hijos, Juan Manuel Albornoz y Ornella Emilse Chialva y el operario que produjo la fisura inicial en el gasoducto, Leonardo Fabián Gamero.
Los mismos se presentaron ante la fiscalía acompañados por sus abogados Ivan Mochkofsky, Javier Marcos y Gonzalo Ferreras, respectivamente.
Si bien los tres optaron por guardar silencio, el hecho de que no declaren no significa que admitan su culpabilidad, le explicaron ayer a este medio.
Por otra parte, enfrentarán este viernes la misma instancia procesal el jefe de obra, Vicente Pascual Cocciolo, quien llegará acompañado por sus defensores José Luis Abrile y JulioAntonio Loza;y el capataz Luis Miguel Toniatto, siendo representado por los juristas Ariel Enrique Mohammad Navarro y Cristian Raniero Ayan.
Cabe señalar que sobre las cinco personas pesa el supuesto delito de estrago culposo agravado.
El jefe, el capataz y la parte técnica, los más comprometidos
Por la lamentable muerte de Mario Martín Mercado (44) y su hijo Dylan Jesús Mercado (18), ambos fallecidos en Córdoba tras pasar una semana internados en el Instituto del Quemado, fue imputado en un primer momento el operario que manejaba la retroexcabadora cuando se generó la explosión.
Sin embargo, días más tarde la Justicia imputó bajo la misma carátula a cuatro responsables de la firma constructora que se encontraba a cargo de la obra de Circunvalación en el lugar donde se dieron los hechos.
Fuentes allegadas al expediente comentaron ayer que todo lo investigado compromete en mayor medida a los responsables de la obra, es decir, a aquellos profesionales que tenían injerencia en la toma de decisiones.
La acusación dice que tanto el jefe como los dos ingenieros de las oficinas técnicas sabían que en el lugar donde se estaba realizando la obra había un caño de gas que podía ser dañado con las máquinas.
Para la Justicia, hasta el capataz que le dio la orden al operario tuvo que haber tenido conocimiento de esa interferencia.
Días atrás, y en declaraciones a este medio, Ferreras, el abogado de Gamero, había dicho que su cliente solamente se limitó a hacer las tareas que le encomendaron en el lugar que le trazaron.