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Cae el consumo de carne y sube el de las menudencias

Un informe del Centro de Almaceneros de Córdoba mostró cómo el incremento de precios y la baja de ingresos alteró la elección de los clientes en los últimos meses. Baja expectativa por el plan de cortes baratos que lanzó el Gobierno nacional para las fiestas.

De la mano de la suba de precios en los alimentos y bebidas, ocurrida especialmente en los últimos tres meses, y la caída del poder adquisitivo de buena parte de la población, en Córdoba hubo un ajuste significativo en términos cualitativos de conformación de la canasta de alimentos que consumen los hogares.

En el último informe que divulgó el Centro de Almaceneros de la provincia, se detalló que el 88% de los encuestados -en distintos niveles- aseguraron haber perdido poder adquisitivo fruto de la crisis desatada por la pandemia y la cuarentena. En paralelo, el Indec dio a conocer esta semana el último dato de suba de la canasta alimentaria que tuvo un alza del 4,2% el mes pasado, pero que escaló al 42,9% si se compara contra noviembre de 2019. En aquel momento, para no ser indigente una persona necesitaba mensualmente $4.886 y ahora, $6.982.

En términos generales, no hubo ingresos que acompañaran esa escalada y por lo tanto el poder adquisitivo se deterioró. Sólo por tomar un indicador oficial como el índice salarial: en el sector privado, al mes de septiembre que es el último dato difundido, hubo una recomposición promedio del 32,5% anual mientras que en el público fue del 27,2%. Todo el sector formal tuvo en promedio una mejora de salarios del 30,5%.

A partir de allí no resulta extraño que los consumidores hayan ajustado sus preferencias y quedaran obligados a tomar opciones más económicas para alimentarse. Eso fue lo que mostró el trabajo del Centro de Almaceneros que revela por ejemplo que el consumo de carne vacuna haya bajado un 27% el mes pasado, o que la compra de pescado se desplomara 41,7%. También bajó el consumo de quesos blandos (34%), yogures (22%), frutas (32%) o leche (7,8%).

Del mismo modo es indicativo de la situación que creció fuerte la compra de menudencias de pollo, con un aumento del 43%, o también las vacunas (22%). Las infusiones treparon 38% en ventas y la papa, un 27,5%.

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En un escalón más de avance del informe, el 31,5% de los encuestados dijo que no había podido acceder a todos los alimentos que integran su canasta alimentaria. Mientras que al mismo tiempo, el 54,5% admitió que necesitó de ayuda estatal para comprar comida. El informe también revela que el 58% de las familias encuestadas destina más del 40% de sus ingresos para la compra de los alimentos necesarios.

El valor de la canasta

Eso está relacionado también con el costo de la canasta que también difundió el Indec. Según ese organismo, para no ser pobre en Argentina, una familia tipo necesitó en noviembre 51.775 pesos mensuales, mientras que para no ser indigente (cubrir los alimentos) debió contar con 21.573 pesos.

No es extraño entonces que en el informe del Centro de Almaceneros -cuyos asociados admitió que en noviembre tuvo ventas un 9,5% menores a igual mes del año anterior en volúmen- se mostró también que el 38% no pudo hacer frente a los gastos corrientes. A su vez, el 31,75% echó mano a la tarjeta de crédito para cubrirlos, mientras que un 10,5% recurrió a préstamos.

Eso tiene vinculación con otro de los puntos del informe que indica en qué se endeudaron las familias. Y se observa que el 42,5% no pudo cubrir la totalidad de la tarjeta, mientras que uno de cada tres no pagó tasas o impuestos.