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"El síntoma más importante es el que no tenés"

Iván Aznar es uno de los neurocirujanos más reconocidos de la región. En esta nota repasa brevemente su carrera, y advierte sobre un enemigo silencioso: las enfermedades vasculares

Estudió medicina en la Universidad Nacional de Córdoba, se recibió en el año 1993 y asegura que con muchas dudas, ingresó al año siguiente a la residencia en neurocirugía sin tener demasiadas certezas de que ese era su camino, sin embargo el Sanatorio Allende de la ciudad capital lo vio desempeñarse sin inconvenientes.

Iván Aznar (matrícula profesional 23081/6, especialista 9575), es el primer residente del Sanatorio donde completó su formación como neurocirujano. En 1997 tiene la oportunidad de realizar una sub-especialización en cirugía endovascular en País (Francia).

¿Por qué Río Cuarto?

Buscando un balance entre mi calidad de vida y mi desarrollo profesional en Río Cuarto se dio la posibilidad de poder venir a desarrollarme en el Instituto Médico, puntualmente y fueron tanto la ciudad y el instituto los que me dieron la posibilidad de desarrollarme apenas llegué. Venía con mucha velocidad en el ritmo de vida en Córdoba y pasé a vivir casi a cero acá, por eso tuve muchas dudas si era éste el lugar o no.

En 2003 hice unas pequeñas vacaciones de Río Cuarto y estuve en Buenos Aires en el Instituto ENERI (el Equipo de Neurocirugía Endovascular Radiología Intervencionista conforma una institución médica de alto nivel científico dedicado exclusivamente a la solución terapéutica mínimamente invasiva) del Dr. Pedro Lylyk reforzando mi formación en cirugía endovascular y en paralelo con ENERI del Dr. Lylyk en Fleni desempeñándome en la misma especialidad. Por ese tiempo me di cuenta que la gran ciudad no era para mí y volví a mi balance entre calidad de vida y desarrollo profesional, por lo que regresé a Río Cuarto.

¿Habiendo estudiado en el extranjero, cómo esta Argentina dentro de tu campo de acción?

Argentina desde hace muchos años tiene una escuela de medicina con un desarrollo y una visión de por dónde pasa la medicina muy interesante. Dentro de las posibilidades económicas, que lamentablemente cada vez son menos porque el país hoy está atrasando en muchos sentidos, creo que la escuela de medicina que tenemos es muy amplia. Si te digo que hay una diferencia enorme te miento comparando París con Buenos Aires o con algunos lugares de Córdoba, por supuesto que cuanto más al interior te vas esa brecha se hace enorme, no solo por la una cuestión de profesionales con formación si no por la disponibilidad de recursos. Sin embargo el concepto global de cómo vemos los argentinos la medicina no es tan lejana a la de centros de primera línea.

Por supuesto que hay puntos críticos en cuanto a la disponibilidad de recursos, por ejemplo, para poner la tecnología al día o para contar con insumos sin limitaciones. Nosotros tenemos que pensar todos los días qué equipos tenemos que comprar, cuánto le podemos pedir a ese equipo sin sobrecargarlo de uso, me tengo que cuidar mucho si tengo que usar un stent mas o un stent menos porque los costos nos limitan, si no fuera por eso te diría que no es tan grande la brecha.

¿Las consultas más frecuentes giran alrededor del ACV?

El accidente cerebrovascular (ACV) es una consulta frecuente, no sé si es la más frecuente, también están las consultas por temor a las enfermedades degenerativas como las demencias puntualmente y un poco menos frecuente, están las consultas por temor a tumores.

¿Ante que señales, de nuestro cuerpo, es necesario realizar una consulta?

Sobre las enfermedades vasculares es un poco complejo responder esa pregunta, nosotros las llamamos el enemigo silencioso porque se va estableciendo la enfermedad y prácticamente no te da síntomas. En ese sentido es poco lo que puedo decir acerca de a qué prestar atención o prever como síntoma para llegar a tiempo, eso es durante el desarrollo de la enfermedad vascular.

Ahora bien, cuando la enfermedad vascular empieza a avisarte que hay un problema se puede manifestar con síntomas como por ejemplo la falta de fuerza en un brazo o en una pierna, la dificultad para hablar, alguna alteración en el campo visual, la cefalea de inicio súbito; son todos síntomas muy específicos. Cualquier persona puede tener una cefalea por eso hay que decir que no toda cefalea es ACV, pero una cefalea distinta que el paciente mismo se da cuenta que algo pasa te tiene que llamar la atención. En este sentido el síntomas más importante es el que no tenés, o sea que tenemos que ocuparnos de prevenir la enfermedad vascular y en general la más frecuente es la isquémica y es prevenible, como es prevenible el ataque al corazón es prevenible el ataque cerebro vascular.

¿Cómo?

Hay que controlar la presión arterial, si podes no fumar, no fumes, si podes hacer actividad física, tenés que hacerla. Estas son medidas buenas para la enfermedad cerebrovascular, pero también para la cardiovascular y para la vascular periférica en general.

Dr. Iván Aznar. Neurocirujano.

¿Existe una edad de referencia para hacernos controles?

Los controles mientras más pronto posible, mejor. Sin embargo, si sos sano, no sos hipertenso, no fumas y haces actividad física, no sé si vale la pena que te hagas un estudio vascular del cerebro a los 40. Ahora si no cumplís con esas normas puede que sí, no hay una regla acerca de cuál es la edad indicada para controlarte.

¿Hasta qué punto puede desarrollarse nuestro cerebro?

El cerebro hasta los dos años se desarrolla anatómicamente después de ahí no crece, sí se puede seguir desarrollando. Esto es algo que conocemos desde hace mucho, seguir ejercitando capacidades del cerebro ayuda cuando alguna función se va porque ocurre una lesión. Existe un fenómeno que se llama neuroplasticidad, es la posibilidad de que el cerebro dañado sea reemplazado en sus funciones por otras áreas del cerebro que habitualmente no tienen esa función, entonces ese fenómeno está siempre latente. Por eso en la medida que uno lo ejercite te ayuda a mantenerte activo como un músculo.

¿Cómo percibís el avance de la tecnología?

La tecnología, no la ciencia, la ciencia avanza a su ritmo, pero puntualmente la tecnología realmente nos va desbordando todos los días. Lo vemos en todo, en teléfonos, en vehículos, entonces lo mismo ocurre en este ámbito, hoy una imagen de resonancia magnética de un equipo actual no es la misma que de un equivalente hace 10 años atrás. La tecnología hoy facilita mucho los diagnósticos y los médicos nos apoyamos demasiado en la tecnología a tal punto que se nos van pasando algunos aspectos que tienen que ver con la necesidad humana del paciente de que te escuchen, que te escuchen atentamente cuál es el problema, por dónde pasa tu situación. Obviamente a nosotros nos exigen el diagnostico técnico, pero muchas veces la demanda o la necesidad del paciente no pasa solo por esa cuestión técnica sino por la contención humana de saber cuál es el problema que tienen.

Imagino que el temor a la irreversibilidad del daño debe ser una de las principales preocupaciones del paciente que requiere de ese vínculo con el medico

Es complejo porque a veces el miedo o la preocupación es tal cual, pre-ocuparse de algo y a veces no vale la pena, a veces uno está preocupado por algo que no te ocurre nunca en la vida y estuviste 20 años esperando que te pase algo que nunca te paso, y te pasa otra cosa diferente que no estabas esperando. Sí creo que hay que ocuparse de los problemas, es fácil decirlo pero es difícil hacerlo en el día a día porque el paciente sentado delante tuyo está preocupado porque está convencido de que algo malo le va a pasar y se sobre dimensiona de aquel lado y de este lado uno se relaja y también subestima. Creo que hay que buscar ese balance que se va encontrando entre la formación, el estudio, la experiencia de haber hecho de más o haber tenido experiencias por excederse en estudios o por quedarse cómodos.

¿Cómo manejar el vínculo o el afecto que se genera con el paciente pero también con toda una familia?

Eso a veces es inevitable sobre todo el paciente que lleva más tiempo con vos en el consultorio. Es inevitable no vincularse no solo con él sino a través de él con la familia. Además es la base de la relación que tengas con ellos, el paciente te elige no es que cayó porque no le queda otro, eso puede ocurrir en la emergencia, pero si no hay un vínculo, una relación, si no hablas un mismo idioma te diría que no es viable ese vínculo.

¿Qué desafío hay por delante?

Nosotros tenemos hoy un desafío importante que es lograr que las autoridades públicas nos ayuden a desarrollar, escribir y promulgar una ley de ACV que no tenemos. Hay leyes para muchas otras afecciones pero no tenemos una ley de ACV, eso hace que no haya un sistema que contenga a los pacientes, ellos quedan desprotegidos y librados a lo que pase ese día. Hoy sin esa ley estamos rengos para tratar el ACV de manera eficiente, necesitamos esa ley para que la gente tenga acceso a los tratamientos que hoy están disponibles, no son un sueño o una utopía, los tratamientos están disponibles hoy. Solo algunos distritos como Neuquén, Tucumán y Capital Federal tienen leyes aprobadas pero en Córdoba ni se discute y no es que no lo hayamos intentado.

Luego, personalmente, hay desafíos que tienen que ver con lograr una sociedad más ordenada, más equitativa, más justa; pero en mi especialidad necesitamos de esa ley.

Por Fernanda Bireni