Alan Bello tiene 28 años y es oriundo de Ballesteros. Licenciado en Producción de Bioimágenes, trabaja en dos centros médicos de Villa María (Roentgen y Clínica Marañón).
Alan Bello y su historia entre el consultorio y los entrenamientos virtuales de rugby
Es radiólogo y jugador de la Primera de Jockey Club. Trabaja en dos centros asistenciales de la salud en Villa María y cuenta cómo divide la actividad profesional de la deportiva. "Se han tomado buenas medidas", afirmó
El profesional de la salud divide su tiempo con la práctica de rugby. Es integrante del plantel de Primera de Jockey Club y estuvo en el equipo que logró la mayor gesta de la historia en 2009 al consagrarse campeón de la Unión Cordobesa de Rugby, entre otros pergaminos y momentos con la ovalada.
Su historia, la profesión, el rugby y esta situación atípica para todos. La mezcla de sensaciones entre el consultorio y los entrenamientos virtuales en medio del aislamiento obligatorio.
“Llego a Jockey por medio de unos compañeros de la secundaria que iban a empezar a entrenar; medio de metido me sumé, porque no practicaba ningún deporte y desde ese año (2004) que vengo jugando. Los primeros años me traían mis viejos y después empecé a viajar en colectivo, hasta que el club me ofreció venirme a vivir acá y desde ese entonces no volví a Ballesteros, salvo de visita”, comenta Bello sobre los inicios en el Hípico, cuando llegaba desde su Ballesteros natal.
-¿Qué análisis hacés de lo que está pasando?
-Si lo llevamos al ámbito local, por el momento es bueno porque no tenemos una gran cantidad de contagios. La mayoría de los casos que hay en los diferentes centros de salud son oriundos de localidades vecinas y las personas están acatando las órdenes del Presidente.
Por otra parte, y además de la salud, la gente también necesita comer. La salud junto con la economía van de la mano.
Respecto del ámbito mundial es muy triste lo que está pasando, hay países que priorizan otras cosas antes que la salud, o se creen que por ser grandes potencias mundiales son inmunes al virus y se comprobó que no. Estadísticamente son los países con mayor índice de contagio y mortalidad.
-¿Cuál es tu labor dentro de los centros de salud en los que trabajás?
-Me desempeño en el sector de diagnóstico por imágenes. Estoy abocado a lo que es radiología simple. En Roentgen trabajo la mayor parte del tiempo con pacientes ambulatorios, pero en la Clínica Marañon hago pacientes ambulatorios, como así también la parte de internados, guardia, UTI (unidad de terapia intensiva) y quirófanos.
-¿Te han tocado pacientes contagiados o casos sospechosos en este tiempo?
-No me han tocado pacientes que se haya confirmado después que estaban infectados con Covid-19, pero sí me tocaron casos sospechosos en estudio. Uno trabaja siempre tomando los recaudos necesarios y lo más atento posible para no contagiarse.
Hay un protocolo de trabajo y una serie de pasos a seguir de cómo cambiarse y descambiarse a la hora de atender a un paciente con dicha enfermedad.
También atendemos a los pacientes que vienen por cualquier otra patología o dolencia, siempre utilizando barbijos y antiparras, ademas de mucha higiene de las manos (constantemente).
-¿Cuáles son los cuidados que tomás?
-Son muy simples: respeto la cuarentena desde el primer día, no tengo contacto con otra gente fuera del ámbito laboral o cuando voy al súper y después, con todas las cosas que la gente ya sabe, mucha higiene de manos y el distanciamiento social, que es fundamental.
-¿El sistema de salud está preparado para cuando comience el “pico” de la pandemia en el país?
-Está preparado para hacerle frente a esta pandemia, pero no al nivel de Europa.
Por eso se tomaron las medidas por parte del Presidente, si no sería mucho peor.
No quiero imaginar lo que hubiese sido si nos pasaba lo que sucedió en europa.
-¿Creés que se tomaron medidas a tiempo?
- Creo que todas las medidas que se están tomando son para prevenir todo este caos que se está viviendo en Europa.
También para preparar al equipo de salud y darle batalla a este virus y a lo edilicio, que también es muy importante.
Alan vive hace poco más de nueve años en la ciudad desde que llegó de Ballesteros para jugar en el Hípico. Allí se formó como jugador y llegó a la primera división. Entre los logros, formó parte del equipo que se coronó campeón de la Unión Cordobesa de Rugby en el año 2009, cuando apenas tenía 18 años.
-¿Cómo combinás la profesión y el deporte?
-Trato de acomodar los horarios para llegar a hacer todo, no siempre se puede o surge algún imprevisto. Hago lo posible por asistir tanto a los entrenamientos como a los partidos, pero no siempre llegás. Somos amateurs y las responsabilidades ajenas a la institución se tienen que cumplir.
-¿Cómo tomó el equipo la suspensión de la actividad a poco de comenzar el torneo?
-Una lástima este parate porque el equipo venía haciendo una muy buena pretemporada y con muchas ganas. Ahora estamos todos con ansias, esperando que pase esto para ver cómo se sigue. Por lo pronto, nos entrenamos en forma virtual y nos encontramos con los entrenadores y preparadores físicos mediante una plataforma.
-¿Qué opinión te merece la valorización que se les da a los trabajadores de la salud en este tiempo?
- No sé si es tan así. Hay de todo. Como vemos gente que valora lo que hacemos los trabajadores de la sanidad, también vemos gente que quiere echar de un edificio o hacer que usen las escaleras y no el ascensor a un médico o enfermero por temor a contagiarse.
La historia de Alan, la que mezcla la profesión y la pasión por el rugby en Jockey Club, es una más entre tantos deportistas que están desperdigados por el mundo tratando de combatir al virus que puso en vilo a todos.
Quizás el mejor reconocimiento para los trabajadores de la sanidad (además de los aplausos) sea tener un salario acorde y sin mezquindades. Que esta situación que tanto nos aqueja no pase despercibida de ahora en más y que esa sea la gran valorización para quienes trabajan en salud.