Con las declaraciones de nueve testigos, y la presentación del caso, llevada a cabo por el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, y la defensa del imputado, Joaquín González, se puso en marcha este lunes el juicio que se le sigue a Franco Emanuel Antonio Sosa (34), el joven padre que enfrenta cargos por el presunto homicidio de su hijo de cuatro meses, Lázaro Eloy Sosa Sánchez, a quien habría maltratado y, en consecuencia, dado muerte durante los primeros días de junio del 2022 .
El debate comenzó a media mañana y se extendió hasta pasadas las 20 horas del lunes. Incluyó la declaración de la madre del menor fallecido, Stefanía Ayelén Sánchez, y el testimonio de otras ocho personas que se presentaron como testigos.
Antes de ese momento, la secretaria de la Cámara del Crimen, Gabriela Sanz, dio a conocer detalles del supuesto crimen, y los cargos que pesan sobre Sosa, quien en la parte inicial del juicio se abstuvo de declarar.
Durante la audiencia, el fiscal Márquez adelantó que, al momento de los alegatos, solicitará la pena de prisión perpetua y, con convencimiento, afirmó -ante la atenta mirada de los jurados populares- que Sosa “maltrató al niño y lo mató”.
El abogado defensor, por su parte, hizo saber que todo lo que se discuta en el juicio iba a desencadenar en la absolución de Sosa, dando a entender entonces que su defendido es inocente.
Al momento de declarar, el acusado prefirió guardar silencio, y solamente se limitó a responder preguntas sobre sus condiciones personales. Contó que nació en Dean Funes y de chico se mudó a Villa María, que antes de su noviazgo con Stefanía se casó con Priscila Mojica, con quien tuvo dos hijos (Ian y Luna), que en el medio tuvo otra hija con Ayelén Arras (Kiara Sosa), que antes de quedar detenido hacía trabajos de pintor y electricista, y que también se desempeñaba en una fábrica de plástico. Por último, reconoció que durante un largo tiempo consumió estupefacientes, pero que ahora no lo hacía.
En horas del mediodía comenzó el desfile de testigos. Primero se presentó Rogelio Armando López, el expolicía y vecino que trasladó a Lázaro hacia la Asistencia Pública el 2 de junio del 2022. Según comentó, esa lamentable jornada se hizo presente en la vivienda de Lázaro luego de escuchar gritos y pedidos de auxilio. Junto con él también llegó la estudiante de enfermería y vecina,
Kathya Aguirre. Durante su relato dijo que cuando entró a la casa tomó conocimiento de que Lázaro ya no respiraba, que Cathya le hizo RCP al bebé y que luego sacó su propio auto para llevar al niño hacia la Asistencia.
Cuando se le preguntó por la reacción de Franco Sosa al momento de los hechos, respondió que “parecía que no estaba en la situación” y que “no reaccionaba”.
El segundo testigo fue Carlos Salvador Sosa, padre de Franco, quien abrió su testimonio señalando que su hijo “es totalmente inocente de lo que se le está acusando”.
Cuando se le consultó si su hijo era violento, respondió con la negativa. No obstante, no quedó claro porqué hizo una denuncia ante la Justicia por violencia y solicitó una restricción de acercamiento. Ante esa situación, solamente se limitó a decir que quería que Franco hiciera aportes económicos para la casa. El mismo discurso repitieron tanto Analía Bastos como Gimena y Diana Sosa, madre y hermanas del imputado, quienes en todo momento intentaron despegar de la acusación a su hijo inculpando a la madre de Lázaro, Stefanía
Durante la primera jornada también compareció Priscila Mojica (exmujer de Sosa), quien se encargó de aclarar que Sosa, padre de sus dos hijos, no era un hombre violento. Sin embargo, sus dichos fueron una perfecta contradicción a los ya vertidos durante la instrucción, cuando dio a conocer la existencia de varios hechos de violencia.
Ante el estrado, compuesto por los jueces técnicos Félix Martínez, Edith Lezama y Eve Flores, también fueron convocadas a declarar Micaela Argañaraz y Milagros Guerra, ambas vinculadas a la madre de Lázaro.
Stefanía
El cierre de la jornada fue el más importante, y estuvo guardado para la declaración de la madre de Lázaro, Stefanía, quien en los primeros momentos de la causa fue imputada y detenida por el supuesto maltrato que recibió el bebé. La joven madre estuvo nueve meses detenida y luego fue sobreseida, quedando solamente imputado el padre de su hijo.
Estefanía rompió en llanto en varias oportunidades, y declaró durante casi una hora. Dijo que ella no tuvo nada que ver con el triste desenlace de su hijo. Consultada por los hechos que ocurrieron el 2 de junio del 2022, relató que ese día ella dejó a su hijo al cuidado de Franco, y que hizo un recorrido por varios lugares, cuando de repente Franco la llama y le cuenta que Lázaro se había ahogado y no respiraba.
Luego mencionó que en ese momento se encontraba en la casa de su abuelo, en Villa Nueva, y que cruzó ambas ciudades a toda velocidad y en estado de desesperación.
Asimismo, mencionó que cuando llegó a la casa dejó la moto tirada en la calle y que Franco le abrió la puerta con Lázaro en sus brazos. “Cuando lo alzo noto que estaba morado, traté de hacerle RCP, pero no respondía, necesitaba pedir ayuda”, manifestó con angustia.
Luego recordó el momento en el que la policía los detuvo. “Me maltrataron, a Franco y a mí nos llevan hasta la comisaría, después vino mi abogado, yo estaba destrozada en la celda”, aportó.
Y siguió: “Más tarde me llevan al hospital y puedo entrar a la habitación de mi hijo, ahí pude despedirlo. Después en un momento me agarra la doctora y me dice que había fallecido, y me pregunta si accedía a que el niño donara sus órganos. Salimos de ahí y nos trasladan a Bouwer, donde la pasé realmente mal. Fueron nueve meses en los que me despertaba con pesadillas. Le pedí a Dios que no me deje. Cuando me dieron la libertad no lo podía creer”.
“Hoy me encuentro medicada por una psiquiatra, pude hacer mi duelo, pero me duele mucho el día a día. Necesito saber qué pasó con mi hijo, quién lo mató”, agregó.
Luego se encargó de dejar en claro que nunca sacudió a su hijo como lo hicieron ver los familiares de Sosa, e hizo saber que su novio la manipulaba constantemente. Luego recordó la vez que su hijo Lázaro tuvo un moretón en el cachete producto de que su padre lo apretó con un porta chupetes.