Agustín Segura es director del Ipet 263 de Las Varillas, que fundado en 1958 se apresta a celebrar 60 años educando a jóvenes de esa ciudad y región. Llegó al establecimiento en 1977, y su larga trayectora le permite ser voz autorizada no sólo para analizar con detalle los vavines por los que atravesaron las escuelas técnicas en las últimas décadas, sino para explicar el impacto que genera la formación de técnicos mecánicos en una ciudad tan “fierrera” como Las Varillas.
El sector empresario destaca el aporte del exEnet para esa ciudad, con jóvenes profesionales que dan sus primeros pasos en la industria metalmecánica, y con el paso del tiempo asumen desafíos propios. Quienes en décadas pasadas eran jóvenes entusiastas emprendedores, hoy son prestigiosos industriales que con orgulloso recuerdan su paso por la escuela técnica.
“En la primera etapa, el colegio generó una serie de técnicos que luego fueron industriales del medio. Posteriormente, fue alimentando a las industrias con muchos de los chicos que salían formados del colegio y no iban a estudiar. Después vino una época en la que lamentablemente las escuelas técnicas prácticamente desaparecieron” recordó Segura en diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA.
Igualmente valoró el desempeño de los directores de esa época “que se preocuparon y trataron de mantener las características de escuela técnica, de manera tal que cuando resurgieron, los chicos no perdieron el carácter de técnico. Lamentablemente ese interín afectó al establecimiento, porque se acabaron los equipamientos y hubo que empezar todo de nuevo”.
Sobre el presente del establecimiento en materia de equipamiento, Segura reconoció que la industria “crece en forma acelerada por los adelantos que hay, y paralelamente las escuelas no tenemos suficientes recursos. El gobierno nos está dando fondos y alcanza para tratar de equiparse. Por ejemplo, en este momento cualquier fábrica habla de control numérico y nosotros tenemos algunas máquinas, pero nos falta bastante para estar y capacitar a los chicos totalmente”.
El sector metalmecánico abre sus puertas para que los futuros técnicos puedan realizar sus pasantías, una instancia de formación clave en el recorrido escolar. “En la escuela tratamos de darle una base para que una vez que vayan a la industria y se encuentren con máquinas seguramente muy superiores a las que tenemos acá, están capacitados para el puntapié inicial”, insistió el docente y directivo, quien, a la vez, aclaró que aquellos estudiantes que se reciben y deciden continuar carreras terciarias o universitarias, están “bastante bien capacitados. Tuvimos un resultado bastante positivo en materia de estudios”.
Orgullo de Las Varillas
“Que quede claro, si bien estamos orgullosos la parte directiva, es también orgulloso que nuestros estudiantes se están dedicando de manera tal que cuando salen, pueden lograr estar en situaciones interesantes para la industria”, precisó Segura tras el aval del sector industrial a la formación que tiene la exEnet.
Consultado sobre los fondos que reciben y el destino que tienen, explicó que se utiliza en distintos rubros, “tales como insumos para que se realicen los trabajos propios de cada una de las especialidades, para la compra de herramientas menores, o para reparar cosas en la escuela. Ya para adquirir herramientas más importantes tenemos que utilizar el crédito fiscal”.
Reconoció que en la actualidad además llevan adelante “el recambio de muchas máquinas que tienen años en el colegio, o de aquellas que sirven para que el alumno tenga alguna idea de lo que es una máquina computarizada, pero que no están relacionadas con las que se usan hoy en la industria”.
El Ipet 263 tiene 490 alumnos, distribuidos en las especialidades mecánica, maestro mayor de obra y alimentación.
“Acá en general la industria tiene una actitud muy positiva con relación a la escuela, ya sea a través de pasantías como a la hora de aportar cosas. A veces hay elementos que para la industria son rezagos y para nosotros insumos, como los recortes de chapas y demás que a nosotros nos vienen bien para que los alumnos puedan aprender a soldar y demás. Soy un agradecido de toda la industria de Las Varillas, porque en los momentos que uno va y solicita, hay respuesta favorable en todos los casos”, precisó.
Igualmente, en el cierre de la entrevista resaltó que “nada se consigue solo, esto es un trabajo en conjunto entre los directivos, profesores y alumnos”.
Daniel Brusa
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“En la primera etapa, el colegio generó una serie de técnicos que luego fueron industriales del medio. Posteriormente, fue alimentando a las industrias con muchos de los chicos que salían formados del colegio y no iban a estudiar. Después vino una época en la que lamentablemente las escuelas técnicas prácticamente desaparecieron” recordó Segura en diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA.
Igualmente valoró el desempeño de los directores de esa época “que se preocuparon y trataron de mantener las características de escuela técnica, de manera tal que cuando resurgieron, los chicos no perdieron el carácter de técnico. Lamentablemente ese interín afectó al establecimiento, porque se acabaron los equipamientos y hubo que empezar todo de nuevo”.
Sobre el presente del establecimiento en materia de equipamiento, Segura reconoció que la industria “crece en forma acelerada por los adelantos que hay, y paralelamente las escuelas no tenemos suficientes recursos. El gobierno nos está dando fondos y alcanza para tratar de equiparse. Por ejemplo, en este momento cualquier fábrica habla de control numérico y nosotros tenemos algunas máquinas, pero nos falta bastante para estar y capacitar a los chicos totalmente”.
El sector metalmecánico abre sus puertas para que los futuros técnicos puedan realizar sus pasantías, una instancia de formación clave en el recorrido escolar. “En la escuela tratamos de darle una base para que una vez que vayan a la industria y se encuentren con máquinas seguramente muy superiores a las que tenemos acá, están capacitados para el puntapié inicial”, insistió el docente y directivo, quien, a la vez, aclaró que aquellos estudiantes que se reciben y deciden continuar carreras terciarias o universitarias, están “bastante bien capacitados. Tuvimos un resultado bastante positivo en materia de estudios”.
Orgullo de Las Varillas
“Que quede claro, si bien estamos orgullosos la parte directiva, es también orgulloso que nuestros estudiantes se están dedicando de manera tal que cuando salen, pueden lograr estar en situaciones interesantes para la industria”, precisó Segura tras el aval del sector industrial a la formación que tiene la exEnet.
Consultado sobre los fondos que reciben y el destino que tienen, explicó que se utiliza en distintos rubros, “tales como insumos para que se realicen los trabajos propios de cada una de las especialidades, para la compra de herramientas menores, o para reparar cosas en la escuela. Ya para adquirir herramientas más importantes tenemos que utilizar el crédito fiscal”.
Reconoció que en la actualidad además llevan adelante “el recambio de muchas máquinas que tienen años en el colegio, o de aquellas que sirven para que el alumno tenga alguna idea de lo que es una máquina computarizada, pero que no están relacionadas con las que se usan hoy en la industria”.
El Ipet 263 tiene 490 alumnos, distribuidos en las especialidades mecánica, maestro mayor de obra y alimentación.
“Acá en general la industria tiene una actitud muy positiva con relación a la escuela, ya sea a través de pasantías como a la hora de aportar cosas. A veces hay elementos que para la industria son rezagos y para nosotros insumos, como los recortes de chapas y demás que a nosotros nos vienen bien para que los alumnos puedan aprender a soldar y demás. Soy un agradecido de toda la industria de Las Varillas, porque en los momentos que uno va y solicita, hay respuesta favorable en todos los casos”, precisó.
Igualmente, en el cierre de la entrevista resaltó que “nada se consigue solo, esto es un trabajo en conjunto entre los directivos, profesores y alumnos”.
Daniel Brusa