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Con números en rojo, hay una nueva ola de cierre de tambos en San Basilio

En esa zona "van a desaparecer 5 tambos en los próximos 60 días", alertó el responsable de lechería de la Rural de Río Cuarto, Alfredo Cardozo que es productor de esa cuenca. Uno se liquida hoy, con 180 vacas en ordeñe

Los números de la producción lechera volvieron a descalibrarse a mediados del año pasado empujados especialmente por el alza de los commodities en general y del maíz en particular. Pero no fue la única razón que empujó a los tambos a otra crisis de difícil solución, porque se suma también cuestiones impositivas, vicios estructurales de la cadena comercial y otros costos que presionan al alza, al tiempo que el valor de la leche se hundió por debajo del punto de equilibrio hace al menos 8 meses.

La situación tiene un fuerte efecto negativo en la cuenca lechera del sur provincial, en los alrededores de San Basilio, donde funcionan 60 tambos en manos de 44 productores. Allí, advierten, hay al menos 5 que están en serios riesgos de quebrar, mientras uno hoy liquida todas sus vacas. En total, 180 animales que dejan de producir.

“Es un excelente tambo, de muy buen nivel, pero que atraviesa la crisis que pasa toda la producción lechera del país con un combo de problemas que se hace muy difícil de llevar adelante”, explicó a Tranquera Abierta, Alfredo Cardozo, responsable del área de lechería de la Sociedad Rural de Río Cuarto y productor de la zona de San Basilio.

“El panorama real de los productores lecheros en el país es muy complejo. Estamos pasando un muy mal momento desde varios puntos de vista. Desde lo financiero, lo climático, que se suman a problemas de arrastre, de muchos años, como la estructura comercial de la cadena que pone al productor entre la espada y la pared”, remarcó Cardozo.

El dirigente tambero explicó que “en el campo producimos y entregamos la leche a un precio que determina la industria y sobre el que no tenemos poder de incidencia. Pero incluso entregamos nuestra producción, sin saber cuánto nos van a pagar por ella. Y si faltara algo, tampoco tenemos claro cuándo vamos a cobrar. Entonces la industria nos paga cómo y cuándo quiere y en base a los números de su ecuación económica”, indicó. Y agregó: “La industria hace todos sus números, suma todos sus costos, fija un margen y lo que queda es el precio de la leche. Y bajo esa situación lo que está ocurriendo es que se están perdiendo muchos tambos en el país porque es imposible subsistir”, advirtió.

Cardozo admitió que “en muchos casos lo que ocurre es que nos terminamos fundiendo por testarudos, porque el tambo es una actividad económica que para muchos todavía sigue siendo una cuestión vinculada a la familia, a una historia. Y lo que vemos es que las nuevas generaciones por allí están cansadas de escuchar y ver siempre los mismos problemas vinculados a la actividad. Y claramente no están dispuestas a sostenerla. Eso nos hace pensar que estamos ante un escenario de muchos cierres de tambos hacia adelante. Porque muchos ya piensan en bajar la persiana y alquilar para maní y de esa manera dejan de renegar”, alertó el dirigente.

Cardozo afirmó también que “nos fuimos quedando sin presente y sin futuro, aun en muchos casos haciendo las cosas bien”.

Números detrás de la crisis

Detrás de la situación de los tambos, que ingresaron en una nueva crisis a medidos del año pasado, hay números que se fueron desajustando, en particular la relación entre precio del litro de leche que recibe el productor y sus insumos. En el último tablero publicado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina(Ocla) se detallan esas cifras. Y se advierte que la capacidad de comprar maíz con un litro de leche cayó 29,8% en el último año, mientras que si la comparación se hace con la soja, trepa al 32,7%. El poder adquisitivo de la leche se desplomó.

Por otro lado, el Ocla responde a cuántos litros de leche cuesta un litro de gasoil, y allí se observa que se necesitan 2,84 litros de leche para comprar uno de gasoil y esa relación empeoró casi 5% desde 2020. En el caso de una vaquillona, se necesitan más de 5.700 litros de leche para comprarla, lo que es un 21% más que hace un año.

Otro aspecto remarcado por el Observatorio, esta vez con respecto al precio que reciben los productores por cada litro, muestra que “en este mes en particular se ha dado un muy amplio rango de precios entre empresas (de similares tamaños o ubicación geográfica), que van de precios promedios en torno a los $ 26,50 por litro a otras que superaron los $ 28 por litro”.

En el caso del promedio en Córdoba se ubicó en $25,85, pero mientras en la región central de la provincia fue de $25,13, en el noreste alcanzó los $26,27 y en el sur, los $26,07.