Con los apoyos de senadores oficialistas y opositores, el proyecto sobre el aborto se transformó en ley, en una votación crucial que deja al Gobierno con una de sus promesas de campaña saldadas en el cierre de su primer año de gestión y una victoria legislativa -de cara al ciclo electoral que se avecina-.
El "sí" a la legalización del aborto (mediante el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo), hasta la semana 14 de gestación, se impuso por 38 votos afirmativos contra 29 negativos y una abstención, tras un acuerdo alcanzado con algunos senadores indefinidos para retoques en el texto al momento de la promulgación, en una sesión que comenzó el martes y se extendió durante 12 horas.
Así, la Cámara tradicionalmente más conservadora del Congreso, que frenó hace dos años la misma iniciativa por 38 votos contra 31, logró esta vez darle luz verde a una ley que prioriza el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, por sobre las objeciones basadas en los preceptos constitucionales de defensa de la vida desde la concepción.
Plan de los 1000 Días
Tras la sanción de la norma sobre el aborto, el Senado aprobó por unanimidad el proyecto de Ley Nacional de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia, conocido también como el Plan de los 1.000 días.
La nueva ley de aborto, llevada al Congreso por el Gobierno de Alberto Fernández, en línea con una de sus promesas de campaña, deja atrás una legislación de 99 años que castigaba con cuatro años de cárcel a las mujeres que abortaban y sólo permitía la interrupción de los embarazos en casos de violación o de peligro de vida para la persona gestante.
Ahora, con la flamante normativa lograda, tras al menos seis envíos fallidos de proyectos de ley similares en los últimos 15 años, las mujeres podrán interrumpir un embarazo sin temor de ir a prisión hasta la semana 14, y el sistema de salud público deberá garantizar la cobertura de la intervención de manera gratuita.
El resultado en favor del fin de la despenalización y la legalización del aborto fue festejado en la calle por los partidarios "verdes", en su mayoría mujeres y jóvenes que siguieron el minuto a minuto de la sesión en las afueras del Palacio Legislativo.
Lo mismo ocurrió en la ciudad de Villa María, donde mujeres se concentraron en el Parque de la Vida para seguir el debe y la posterior votación, a través del Tótem que se extendió entrada la madrugada.
La indefinición de algunos senadores, que mantuvieron en reserva su posición hasta el último minuto, hizo que esta sesión sea una de las que mayores expectativas concitó, no sólo en la opinión pública argentina, sino en países de habla hispana.
Aborto legal
María Teresa Bosio, Presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir dialogó con PUNTAL VILLA MARÍA y aseguró que desde que comenzaron han tenido un gran crecimiento como movimiento y han construido diferentes estrategias para poder avanzar.
“Un movimiento que empieza hace ya 30 años, con la democracia en Argentina, donde las primeras mujeres históricas empezaban con los encuentros nacionales de mujeres, codo a codo en la década del 90. Ahora ver esta cantidad de jóvenes que están ahí acompañándonos y peleándola con las más viejas, y pensar que estas mujeres no sólo se apropian de la autonomía de su cuerpo, sino que también disputan espacios políticos y otros lugares en los que ellas van a tener otro papel, otro espacio y otro reconocimiento”, indicó la referente feminista.
La presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir manifestó: “Nosotras siempre decimos que las mujeres en la Iglesia Católica siempre somos víctimas de una moral sexual que nos pone en un lugar de aguante y subordinación, de pensar siempre la sexualidad atada a la maternidad”.
En ese sentido, Bosio señaló que la jerarquía dentro de la Iglesia tiene que comenzar a ser revisada, “La Iglesia tiene que mirar qué nos pasa a las mujeres. Sostenemos los comedores, la catequesis, pero sin embargo, hay cuestiones que tienen que ver con nuestra vida sexual que no son tenidas en cuenta, son ninguneadas y desconocidas, siempre aparece la palabra de los varones y no la de las mujeres, es hora de que la Iglesia empiece a trabajar y nos ponga en otro lugar, las mujeres somos el alma de esta comunidad”.
La referente católica feminista se refirió al plan que acompaña el proyecto de legalización del aborto y explicó que desde el espacio luchan para que la maternidad sea una decisión autónoma: “Cuando esa maternidad es elegida, tiene que estar acompañada de las mejores condiciones para sostenerla, el proyecto de los 1000 Días implica que el Estado está presente, acompaña y asegura, para que las maternidades y niñeces puedan transcurrir con todos los derechos”.
Por último, Bosio hizo referencia a que el trabajo que realizarán a partir de ahora es acompañar y exigir la accesibilidad del derecho: “Hace 100 años que tenemos el derecho al aborto legal por causales y, sin embargo, cuesta un montón; en la provincia de Córdoba tuvo un amparo del Portal de Belén durante siete años, y no podíamos acceder a la interrupción legal en caso de violación y salud. Fue por el esfuerzo enorme de las socorristas que pudimos avanzar, pero sabemos lo difícil que es y cómo cuesta en el interior, que aún continúa siendo conservador”.
Comunicado de la Iglesia
Tras la aprobación en el Senado de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, desde la Conferencia Episcopal Argentina emitieron un comunicado, en el que mostraron su disgusto por la decisión del Congreso y aseguraron que no representa al pueblo de la Argentina.
Este medio dialogó con el obispo Samuel Jofré, quien mencionó que -ante todo- se trataba de un sentimiento de tristeza evidente: “Es un año triste, ya que consideramos que es un fracaso nacional y de alguna manera se puede decir que nosotros hemos perdido esta batalla, hemos sido derrotados en nuestra propuesta, pero desde otra perspectiva la que ha sido derrotada es la Nación”.
En esa línea, el monseñor agregó: “La Argentina reconoce a la persona desde la concepción, por lo tanto se ha promulgado que hay una clase de argentinos que no tienen derecho a la vida y, evidentemente, eso es un gran fracaso nacional y de nuestra dirigencia, que cede a presiones niega el derecho a la vida a los más inocentes y a los más indefensos, que necesitan el apoyo del Estado”.
"Esta ley, que ha sido votada, ahondará aún más las divisiones en nuestro país. Lamentamos profundamente la lejanía de parte de la dirigencia del sentir del pueblo, el cual se ha expresado de diversas maneras a favor de la vida a lo largo y a lo ancho de nuestra Patria", indica el texto emitido por la Conferencia Episcopal Argentina.
En esa línea, el referente católico local expresó: “Esta ley es injusta e irracional y es motivo de tristeza, vamos a aprovechar esto para no dejarnos abatir, este no es el único problema que tenemos, tenemos problemas graves que están siendo esquivados, el país está destruido y hay que reconstruirlo”.
Y agregó: “Esta ley no sólo despenaliza el aborto, sino que lo hace obligatorio para algunos médicos y también para las clínicas y hospitales, esta ley enseña que el aborto es bueno. Lógicamente, trae una conflictividad muy seria que no se resuelve, sino que se agrava”.
El Papa Francisco se pronunció al respecto, quien durante la catequesis que brindó desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, y dijo: "Los cristianos, como todos los creyentes, bendicen a Dios por el don de la vida. Vivir es ante todo haber recibido la vida. Todos nacemos, porque alguien ha deseado para nosotros la vida".
Jofré manifestó que, desde la institución católica, sólo les interesa la vida concreta de cada argentino, “Esto es exactamente lo contrario que hicieron nuestro gobernantes, que le dieron la espalda al pueblo, ya que según las últimas encuestas entre el 60% y el 70% se opone a la legalización”.
“Desde nuestro espacio, vamos a promover el buen orden social y espiritual, la sana educación sexual”, indicó el Obispo y agregó: “Vamos a seguir promoviendo la objeción de conciencia de médicos, enfermeras y hospitales”.