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El libro "50 Mujeres del Cine Argentino" recoge las vivencias de las profesionales de la actividad

La periodista Julia Montesoro habla del trabajo que  cuenta con entrevistas a Albertina Carri, Celina Murga, Paula Hernández, Carmen Guarani, Mercedes Morán, Cecilia Roth y Ana María Picchio, entre muchas otras

El testimonio de las profesionales del cine, sus vivencias y las dificultades para trabajar y ejercer sus derechos en una actividad predominantemente masculina hasta hace pocos años, se reflejan en "50 Mujeres del Cine Argentino", el libro de la periodista Julia Montesoro, que acaba de publicar Ediciones del Empedrado.

Directoras como Albertina Carri, Celina Murga, Paula Hernández y Carmen Guarini; actrices como Mercedes Morán, Cecilia Roth y Ana María Picchio; productoras como Lita Stantic y Vanessa Ragone; la actual secretaria de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura, Lucrecia Cardoso; y la extitular del Incaa, Liliana Mazure, son algunas de las figuras entrevistadas originalmente para un podcast, que ahora nutren el flamante libro de la periodista especializada en cine argentino.

"Al escuchar nuevamente las entrevistas vi que surgían temas comunes y diferentes cruces generacionales, entonces reformulamos el proyecto y así nació el libro", cuenta la autora para Télam.

"Ahí aparecieron temas como la paridad de género, las inequidades dentro de la industria, los cambios en la formación y en la manera de trabajar –completa Montesoro-, un conjunto de cuestiones que justificaban un libro".

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-¿Cómo nació la idea del libro?

-El libro originalmente no estaba en los planes. Yo había hecho una serie de entrevistas en 2020 en el formato podcast que se llamaba "50 Mujeres del Cine Argentino en 2020", después me presenté al programa de Mecenazgo de la Ciudad de Buenos Aires que financia proyectos culturales con un proyecto que era para financiamiento de un podcast con perspectiva de género y en 2021 me informaron que había sido seleccionada, pero yo ya lo había terminado sin el apoyo, así que me pregunté qué hacer. Lo concreto es que al escuchar nuevamente las entrevistas vi que surgían temas comunes y diferentes cruces generacionales, entonces reformulamos el proyecto y así nació el libro.

-¿De qué manera trabajaste las entrevistas que originalmente fueron para radio y para adaptarlas al texto?

-Lo primero que decidimos fue sacar la contingencia, principalmente las circunstancias que todas habían atravesaron durante la pandemia. Después, cuando modificamos lo oral para adaptarlo a lo escrito, tomamos la decisión de enviarles los textos a las entrevistadas, porque a veces cuando la gente se ve escrita no se sienten identificada y además, no queríamos vulnerar lo que habían contado, que además de la profesión, había cosas de la vida personal. En ese sentido, la devolución fue muy buena, todas estuvieron muy a favor del proyecto.

Lo que me pasó es que hacer el libro fue también como tomar conciencia que yo ya había hecho esas entrevistas para el podcast desde una perspectiva de género. Sin duda en algún momento también me vi reflejada en situaciones profesionales, personales y en la forma de naturalizar o justificar cierta violencia, entonces eso que surgió cuando terminé el libro, fue un aprendizaje. Hay muchas de estas mujeres con las que me identifico y otras que no, pero evidentemente hay una mirada en común. Y también que hay sensibilidades distintas entre las mujeres y hombres, eso marca una diferencia en lo que producen Lo que me pasó es que hacer el libro fue también como tomar conciencia que yo ya había hecho esas entrevistas para el podcast desde una perspectiva de género. Sin duda en algún momento también me vi reflejada en situaciones profesionales, personales y en la forma de naturalizar o justificar cierta violencia, entonces eso que surgió cuando terminé el libro, fue un aprendizaje. Hay muchas de estas mujeres con las que me identifico y otras que no, pero evidentemente hay una mirada en común. Y también que hay sensibilidades distintas entre las mujeres y hombres, eso marca una diferencia en lo que producen

-¿Qué es lo que más te llamó la atención al escuchar todos los testimonios?

-Con el correr de las conversaciones iban apareciendo puntos en común, no solamente con directoras sino con otras trabajadoras de todas las áreas del cine que reflexionaban sobre su oficio, con las consagradas, digamos, y otras con menos trayectoria pero con una mirada muy contemporánea. Ahí aparecieron temas como la paridad de género, las inequidades dentro de la industria, los cambios en la formación y en la manera de trabajar, un conjunto de cuestiones que justificaban un libro. De todo esto me sorprendió que emergiera muy claramente el concepto colectivo, el punto de vista de las mujeres, no exclusivamente en relación a ellas sino también en relación a los hombres y a las diversidades. Pese a las experiencias distintas, a los cruces generacionales e incluso de miradas sobre el feminismo o a la condición femenina, había más puntos en común y coincidencias de las que pensaba. Y otro tema es que se desprendió del libro es que se generó un espacio de reflexión sobre su propio quehacer que no es habitual.

-¿La diferencia salarial entre hombres y mujeres también es una de las problemáticas de la industria?

-El tema de la inequidad salarial surgió mucho al igual que las dificultades en la inserción laboral. Como se desprende de un trabajo que hicieron desde Género DAC (Directores Argentinos Cinematográficos), en las escuelas de cine hay un 50 por ciento de estudiantes varones y otro tanto de mujeres, pero cuando eso se traslada al campo profesional se revierte absolutamente, porque la mayor parte de las mujeres no se insertan o sí pero no reciben igual remuneración que los varones. Muchas señalaron que aunque tengas una formación extraordinaria, a la hora de elegir, se elige al hombre y que cuestiones como la maternidad son tomadas como un elemento negativo.

-¿Hay una voluntad de parte de las mujeres de la industria en retratar en las películas la lucha por la igualdad?

-Sí, algunas hacen hincapié en eso y que les interesa hablar de una perspectiva de género en las historias que tocan y otras, que si se quiere no son muy militantes, también hablan de las distintas maneras de reflejar a los personajes y sobre todo, la representación de las mujeres en el cine.

-Como mujer y con una larga carrera en los medios, ¿te viste reflejada en los reclamos y preocupaciones de las profesionales del cine?

-Lo que me pasó es que hacer el libro fue también como tomar conciencia que yo ya había hecho esas entrevistas para el podcast desde una perspectiva de género. Sin duda en algún momento también me vi reflejada en situaciones profesionales, personales y en la forma de naturalizar o justificar cierta violencia, entonces eso que surgió cuando terminé el libro, fue un aprendizaje. Hay muchas de estas mujeres con las que me identifico y otras que no, pero evidentemente hay una mirada en común. Y también que hay sensibilidades distintas entre las mujeres y hombres, eso marca una diferencia en lo que producen.