“Tratamos de que las cuestiones no sean por una moda. Buscamos provocar cambios de costumbres en la naturaleza y en la vida”. Así piensa la coordinadora del proyecto que pretende concientizar sobre el cuidado del medioambiente, proyecto en el que participa toda la comunidad educativa del colegio secundario Abraham Juárez, de barrio San Martín.
El Abraham Juárez y un proyecto que busca concientizar sobre el ambiente
En el colegio secundario local entregarán ecobolsas en el kiosco y separarán la basura en “humeda” y “seca” para luego procesarla mediante lombricario o reciclado. La propuesta es de carácter institucional e involucra a toda la comunidad educativa
En la institución de calle Formosa al 2300, y luego de las vacaciones de julio, quienes atiendan el kiosco de la escuela entregarán con los productos que allí se vendan ecobolsas, fabricadas con papel. La idea es generar conciencia y dejar de producir plástico. Las acciones no terminan allí.
El proyecto busca además separar los residuos que se generen en el interior de la escuela, para luego procesarlos: los húmedos irán al lombricario y los secos al reciclado. La coordinadora de la actividad, Elisa Pomba, en diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA manifestó que además de generar conciencia ambiental, trabajan en proyectos de ayuda social. Dijo que actualmente se encuentran recolectando alimentos para colaborar con centros comunitarios de los barrios Nicolás Avellaneda, San Nicolás, Botta y el propio San Martín.
Ecobolsas
Luego de las vacaciones de invierno los propios alumnos comenzarán a vender en el kiosco de la escuela productos que serán ingresados en ecobolsas, una medida que busca generar conciencia y eliminar -por lo menos dentro de la institución- las bolsas plásticas.
Pomba explicó que la idea inicial del proyecto se dirigía a que los propios alumnos del instituto sean quienes fabriquen las ecobolsas. “Tratamos de cumplir con todas las normas de calidad en la venta de alimentos. Decidimos ser precavidos y evitar la manipulación del papel para no contaminar los productos que elaboramos”, dijo.
Cabe señalar que los alumnos que pertenecen a la especialidad del técnico son quienes se encargan de procesar y producir alimentos como bizcochos, pizzas, facturas y alfajores, que luego son puestos a la venta en el kiosco.
La propuesta busca también generar conciencia visual. “Vamos a comprar las bolsas y decorarlas con frases de concientización”, sostuvo la mujer.
Procesamiento
La coordinadora del proyecto y sus alumnos pensaron en continuar con el circuito y procesar los residuos generados.
“Las bolsitas que estén secas y limpias sin humedad pueden seguir camino al reciclado de papel. Las que no cumplan con esos requisitos iran al lombricario”, mencionó Pomba. Un lombricario sirve para procesar naturalmente los desechos por medio de seres vivos: las lombrices.
La profesora del Abraham Juárez sostuvo que trabajan con un circulo virtuoso y no vicioso. “Menos nylon producido es menos plástico enterrado. Queremos generar conciencia hacia el papel que se recicla o hacia el que es integrado nuevamente a la naturaleza”. contó la docente.
La coordinadora del proyecto ambiental recordó unas cifras preocupantes. “Hace unos años decían que cada 100 pesos que nosotros pagábamos, 10 eran tirados a la basura. Necesitamos recuperar esos diez pesos, no puede ser que tiremos tantos recursos a la basura”.
Si bien participa toda la comunidad educativa, la idea de las ecobolsas y todo el proceso posterior fue pensada por séptimo año. El trabajo y presentado en un encuentro de cooperativismo.
“Siempre tratamos de que las cuestiones no sean por una moda sino que buscamos provocar cambios de costumbres en la naturaleza y en la vida”. Así piensa la coordinadora del proyecto que busca concientizar sobre el cuidado del medioambiente.
Maximiliano Gilla. Redacción Puntal Villa María
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El proyecto busca además separar los residuos que se generen en el interior de la escuela, para luego procesarlos: los húmedos irán al lombricario y los secos al reciclado. La coordinadora de la actividad, Elisa Pomba, en diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA manifestó que además de generar conciencia ambiental, trabajan en proyectos de ayuda social. Dijo que actualmente se encuentran recolectando alimentos para colaborar con centros comunitarios de los barrios Nicolás Avellaneda, San Nicolás, Botta y el propio San Martín.
Ecobolsas
Luego de las vacaciones de invierno los propios alumnos comenzarán a vender en el kiosco de la escuela productos que serán ingresados en ecobolsas, una medida que busca generar conciencia y eliminar -por lo menos dentro de la institución- las bolsas plásticas.
Pomba explicó que la idea inicial del proyecto se dirigía a que los propios alumnos del instituto sean quienes fabriquen las ecobolsas. “Tratamos de cumplir con todas las normas de calidad en la venta de alimentos. Decidimos ser precavidos y evitar la manipulación del papel para no contaminar los productos que elaboramos”, dijo.
Cabe señalar que los alumnos que pertenecen a la especialidad del técnico son quienes se encargan de procesar y producir alimentos como bizcochos, pizzas, facturas y alfajores, que luego son puestos a la venta en el kiosco.
La propuesta busca también generar conciencia visual. “Vamos a comprar las bolsas y decorarlas con frases de concientización”, sostuvo la mujer.
Procesamiento
La coordinadora del proyecto y sus alumnos pensaron en continuar con el circuito y procesar los residuos generados.
“Las bolsitas que estén secas y limpias sin humedad pueden seguir camino al reciclado de papel. Las que no cumplan con esos requisitos iran al lombricario”, mencionó Pomba. Un lombricario sirve para procesar naturalmente los desechos por medio de seres vivos: las lombrices.
La profesora del Abraham Juárez sostuvo que trabajan con un circulo virtuoso y no vicioso. “Menos nylon producido es menos plástico enterrado. Queremos generar conciencia hacia el papel que se recicla o hacia el que es integrado nuevamente a la naturaleza”. contó la docente.
La coordinadora del proyecto ambiental recordó unas cifras preocupantes. “Hace unos años decían que cada 100 pesos que nosotros pagábamos, 10 eran tirados a la basura. Necesitamos recuperar esos diez pesos, no puede ser que tiremos tantos recursos a la basura”.
Si bien participa toda la comunidad educativa, la idea de las ecobolsas y todo el proceso posterior fue pensada por séptimo año. El trabajo y presentado en un encuentro de cooperativismo.
“Siempre tratamos de que las cuestiones no sean por una moda sino que buscamos provocar cambios de costumbres en la naturaleza y en la vida”. Así piensa la coordinadora del proyecto que busca concientizar sobre el cuidado del medioambiente.
Maximiliano Gilla. Redacción Puntal Villa María