General Deheza.- Desde la semana pasada volvió a ponerse en funcionamiento -como en los últimos 5 años- un merendero que funciona en dependencias de la Iglesia Evangélica de los Hermanos, ubicado en la calle Azcuénaga de esta localidad.
Lunes, miércoles y viernes, miembros de la iglesia y voluntarios arriban minutos después de las 17 horas para preparar el mate cocido, café con bizcochos y facturas.
Más tarde llegan alumnos de tres centros educativos de la localidad, quienes simplemente comparten la merienda "de paso" antes de seguir viaje a sus hogares.
La realidad indica que cada año la cantidad de chicos y adolescentes que asiste al merendero crece, ya que inicialmente eran unos 30 los que llegaban cada tarde, pero en la actualidad ya son más de 80 quienes se acercan a compartir la comida, lo cual obliga a los voluntarios a realizar dos turnos y hasta servir los alimentos en el patio.
Incluir y contener
La tarea, según explicaron a PUNTAL, persigue como objetivos simplemente compartir con los niños y jóvenes, aunque para muchos significa una merienda asegurada que también brinda un efecto de contención que los aleja de otras problemáticas sociales.
A su vez, en un club de niños al que acuden más de 100 pequeños cada tarde, tras observar que muchos asistían sin comer, los padres de la Cafij (Comisión de Actividades Fútbol Infanto Juvenil) pusieron en marcha la entrega de una merienda saludable, previo a realizar las actividades deportivas en el predio.
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Más tarde llegan alumnos de tres centros educativos de la localidad, quienes simplemente comparten la merienda "de paso" antes de seguir viaje a sus hogares.
La realidad indica que cada año la cantidad de chicos y adolescentes que asiste al merendero crece, ya que inicialmente eran unos 30 los que llegaban cada tarde, pero en la actualidad ya son más de 80 quienes se acercan a compartir la comida, lo cual obliga a los voluntarios a realizar dos turnos y hasta servir los alimentos en el patio.
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La tarea, según explicaron a PUNTAL, persigue como objetivos simplemente compartir con los niños y jóvenes, aunque para muchos significa una merienda asegurada que también brinda un efecto de contención que los aleja de otras problemáticas sociales.
A su vez, en un club de niños al que acuden más de 100 pequeños cada tarde, tras observar que muchos asistían sin comer, los padres de la Cafij (Comisión de Actividades Fútbol Infanto Juvenil) pusieron en marcha la entrega de una merienda saludable, previo a realizar las actividades deportivas en el predio.