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El Municipio hizo un pedido formal para que se reactive el tren a Córdoba

El servicio que conecta a Villa María con la capital cordobesa fue suspendido por tareas de revisión. El gobierno local salió a criticar que tengan prioridad las formaciones de cargas y no las que llevan a los pasajeros

El Municipio solicitó formalmente a Nuevo Central Argentino (NCA) y a la Secretaría de Transporte de la Nación la reactivación

del tren de pasajeros Córdoba–Villa María–Buenos Aires, servicio actualmente suspendido. Según explicó el intendente Eduardo Accastello, la interrupción del servicio responde a un descarrilamiento ocurrido en Tucumán, que derivó en un pedido de NCA para detener los viajes de pasajeros. “Vemos una clara desinversión en los materiales ferroviarios, pero eso no es responsabilidad de los pasajeros”, aseguró el funcionario. El intendente remarcó que el tren es “esencial” para la integración territorial y pidió un monitoreo urgente del estado de las vías. “Esta decisión afecta a los pueblos del interior, priorizando el transporte de cargas sobre las necesidades de la gente. Solicitamos revertir esta situación cuanto antes”, sostuvo.

El municipio, aseguró, seguirá de cerca las verificaciones técnicas para garantizar la seguridad del servicio. La nota que elevó el gobierno local también incluyó la solicitud de retirar los vagones en desuso ubicados entre las calles Sarmiento y Salto Grande, muchos de ellos deteriorados y abandonados.

Esta interrupción prolongada del servicio ferroviario trae recuerdos de los años ‘90, cuando cerró Ferrocarriles Argentinos. En ese entonces, cientos de localidades perdieron su conexión directa con los grandes centros urbanos.

Hoy, Villa María vuelve a quedar aislada, sin trenes hacia Córdoba ni hacia Buenos Aires. En tanto, las vías se encuentran bajo revisión, aunque aún circulan formaciones de carga, lo que genera dudas entre usuarios y trabajadores ferroviarios.

Cabe señalar que, hasta su suspensión, el boleto a Córdoba costaba entre 3.300 y 4.000 pesos, mientras que el pasaje en colectivo supera actualmente los 20.000 pesos, un 392% más caro. Lo que más genera malestar entre los trabajadores es que los trenes de carga siguen circulando normalmente por las mismas vías que se declararon “en revisión” para los pasajeros.