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Miles de personas se volcaron a la costanera a pesar de la crecida

Las familias disfrutaron de los márgenes del Ctalamochita. Se observaron reposeras y manteles desde barrio Barrancas del Río hasta puente Andino. Los guardavidas señalaron que, en una semana, el río creció “más de 30 centímetros”

La temperatura superó ampliamente los 30 grados centígrados. Algunos marcadores indicaron que cerca de las 17 horas, la sensación térmica llegó a los 35°C. Las familias, y otro tanto grupos de amigos, eligieron las márgenes del Ctalamochita para disfrutar la tarde navideña.

Prolongar las reuniones de Nochebuena a los mediodías y tardes del 25 de diciembre no son conductas consideradas “nuevas”. Ya es una costumbre de hace tiempo la que se observa.

Algunos, para soportar las altas temperaturas de ayer, decidieron tomar refrescos. Otros, en cambio, prefirieron la tradicional infusión nacional: el mate. Compartiendo pan dulce, budines y otras elaboraciones caseras, pasaron la tarde, tanto los villamarienses como aquellos visitantes de zonas de la región.

El cuerpo de guardavidas también se hizo presente en los diferentes puntos estratégicos de la ribera (son 16 postas). Desde el primer día de diciembre, los bañeros fueron partícipes directos de la recreación de los villamarienses, velando por su seguridad y estando siempre alertas por cualquier accidente que pudiese ocurrir.

Seguridad Ciudadana, por su parte, se encargó de realizar tests de alcoholemia a los guardavidas para verificar que se encontraran  en perfectas condiciones para desarrollar sus funciones.

Un río crecido

Había personas que preferían descansar debajo de las copas de los árboles. Otras, optaron por nutrirse del sol o bañarse en el río, siempre teniendo la precaución de la mencionada crecida.

El llamado de atención de la jornada fue la altura del Ctalamochita. “Subió cerca de 30 centímetros en una semana”, explicó el guardavidas que se encontraba en una de las zonas más frecuentadas: la bajada de Entre Ríos.

En lugares tradicionales de la Costanera, donde se forman playas, se observó que a las mismas “se las había comido el río”. Por ejemplo, en el balneario de barrio Santa Ana, o en el parador Puerto Madero, el curso del agua comenzaba luego de las “barrancas”. De playas, cero.

Una joven guardavidas manifestó que desde las 13 horas, hasta las 17, notó un crecimiento de 5 centímetros en la altura del río. A su vez, señaló que trabajaron durante la jornada en prevenir a las familias, y en recomendarles que observen “a cada momento” a los más pequeños.

Uno de los especialistas en rescate acuático le contó a este matutino que en la tarde del lunes 24, debió socorrer a un pequeño que se había alejado de la orilla. Con la acción del guardavidas, la situación no pasó a mayores.

Gente de zona

Este matutino dialogó con visitantes de otros lugares cercanos. Una familia de la localidad de Ordóñez (a 60 kilómetros), llegó a Villa María para festejar Nochebuena y aprovechó su estadía en la ciudad para disfrutar de los espacios verdes que esta misma ofrece.

Desde el mediodía, con asado de por medio, las familias Carrizo, Palavecino, Da Silva y Galván le sacaron jugo a la tarde navideña, para luego volver a su lugar de origen a retomar con sus actividades habituales.



Maximiliano Gilla.  Redacción Puntal Villa María

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