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El Gobierno ensaya un relanzamiento de su gestión con la mira puesta en las elecciones

Como si se tratara de uno de esos exámenes de fines de año que él mismo suele tomar a sus alumnos de la carrera de Derecho, el presidente Alberto Fernández repasó este viernes los aspectos salientes de su primer año de gestión ante la mirada de su mentora Cristina Fernández de Kirchner en un acto en La Plata.

"Hice lo que me mandaste", llegó a deslizar el jefe de Estado, en alusión a una recomendación que había recibido oportunamente de Cristina, que también se expresó micrófono en mano y volvió a reprobar el accionar de algunos integrantes de la coalición de gobierno, como por ejemplo ministros.

Los Fernández se mostraron nuevamente juntos en La Plata, en un intento por disipar versiones sobre internas en la Casa Rosada entre el ala más "albertista" y sectores del kirchnerismo duro, en el corolario de un año azotado por la pandemia de coronavirus y por la crisis económica en la Argentina.

En la capital de la provincia de Buenos Aires, un distrito clave para el Frente de Todos (FdT) en las elecciones de 2019, el Gobierno ensayó un relanzamiento de su gestión con las figuras estelares de la coalición en el escenario, allí en el denominado estadio "Único" de la ciudad.

Dijeron "presente" el mandatario, la número dos del Poder Ejecutivo nacional, Sergio Massa, Axel Kicillof y Máximo Kirchner, a quien la vicegobernadora Verónica Magario llamó "un bonaerense más", tomando en cuenta los recientes esfuerzos del diputado -jefe de bloque- por consolidar el liderazgo kirchnerista en el principal bastión electoral del FdT.

Con la mira enfocada en el año electoral que se avecina, los máximos referentes del Gobierno buscaron mostrarse unidos, en una foto política necesaria y significativa, aunque las palabras de Cristina, en especial después de su carta, en la que habló de "funcionarios que no funcionan", permiten especular con la posibilidad de que se produzcan cambios en el Gabinete.

"Todos aquellos que tengan miedo, o que no se animan, por favor, hay otras ocupaciones además de ser ministros, ministras, legisladores, legisladoras. Vayan a buscar otro laburo", lanzó la expresidenta en el tramo más encendido de su discurso, replicado luego en redes sociales.

"Necesitamos gente que los sillones que ocupe como ministro, ministra, legislador o legisladora sea para representar los intereses del pueblo", enfatizó Cristina, antes de que el jefe de Estado y profesor universitario repasara sus primeros doce meses de gestión, casi en tono de rendición de cuentas.

Mientras el Gobierno quedó enredado en otra polémica en medio de la pandemia de Covid-19 en los últimos días, ahora con motivo de la vacuna rusa y las desavenencias con el laboratorio Pfizer, una vez que la Argentina logre avanzar hacia la esperada "nueva normalidad", a la Casa Rosada claramente se le presentará el desafío mayúsculo de reactivar el país.

Se trata de una cruzada clave en un año electoral -en 2021 se celebrarán comicios de medio término- para el FdT, que lógicamente pretende mantener su mayoría en ambas cámaras del Congreso: si la economía no mejora y la inflación no da un respiro, la oposición podría verse políticamente beneficiada.

En este contexto, el diputado por Tucumán Pablo Yedlin, del Frente de Todos y cercano al gobernador de esa provincia, Juan Manzur, presentó junto con otros legisladores un proyecto de ley para suspender por única vez las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) del año que viene.

Un instrumento de presión

La iniciativa, avalada por mandatarios provinciales, busca ahorrarle al Estado unos 8.000 millones de pesos que costaría la organización de las Paso en todo el país, de acuerdo con Yedlin, en momentos de emergencia sanitaria y de necesidades financieras más urgentes para la Argentina, por ende.

La propuesta, de todas maneras, azuzó las tensiones internas en el oficialismo y dividió aguas entre quienes apoyan el proyecto y aquellos que le bajan el pulgar: en este contexto, es probable que naufraguen los planes del personero de Manzur, más allá de que una eventual suspensión de las Paso perjudicaría a la oposición en su armado electoral.

Las primarias suelen oficiar como instancia "ordenadora" en el país, en especial, del voto no peronista, que luego, de acuerdo con el resultado de las Paso, es más propicio a encolumnarse por detrás de la principal alternativa en un intento por vencer en las urnas al Justicialismo.

Sin unas Paso, en las elecciones definitivas en 2021 Juntos por el Cambio podría perder respaldo tanto por derecha como por izquierda y es por este motivo que el macrismo se opone a la iniciativa de Yedlin, al igual que sectores del kirchnerismo, aunque en su caso, por diferentes motivos.

Las razones no están vinculadas con el llamado "voto útil" que podría potenciarse a lo largo de dos meses -entre las Paso y los comicios generales- sino con las intenciones de La Cámpora de seguir expandiendo su cobertura territorial, en especial en la provincia de Buenos Aires.

Para la agrupación que lidera Máximo Kirchner, las primarias representan una herramienta de presión a la hora de negociar el armado de listas, a partir del caudal de votos que arrastra sobre todo la figura de la expresidenta en distritos del Conurbano, en especial en la tercera sección electoral.

Por consiguiente, una eventual suspensión de las Paso forzaría al kirchnerismo a prescindir de ese instrumento -más allá de que luego las posiciones en las nóminas se terminen "acordando"- y beneficiaría a los intendentes del peronismo a quienes La Cámpora pretende disputarles el territorio.

El Movimiento Evita, por su parte, también rechaza la iniciativa de Yedlin y compañía, a pesar de que al Gobierno en sí le permitiría disponer de dos meses más de plazo para esperar una reactivación económica en el país: "Queremos competir con nuestros propios candidatos en el Conurbano", dijeron a NA fuentes de esa agrupación.

Y en el caso de la oposición, al macrismo las Paso le servirían para ordenar la interna si no llegara a producirse un acuerdo preliminar, por ejemplo, en la provincia y en la ciudad de Buenos Aires: en este sentido, aún está por verse qué decisión tomará, entre otros/as, María Eugenia Vidal.

De cualquier modo, para que el proyecto de Yedlin pueda avanzar en el Congreso, Fernández debería publicar un decreto en el que se incluya la propuesta en el temario de sesiones extraordinarias, en momentos en los que las energías en el Parlamento están concentradas en el tratamiento de la iniciativa sobre interrupción voluntaria del embarazo (IVE).

Además, si la Casa Rosada finalmente decide habilitar en los próximos días la discusión por las Paso en el ámbito legislativo nacional, las diferencias internas del oficialismo con relación a este asunto correrían serio riesgo de quedar expuestas y se trataría de un desliz que claramente el Gobierno no debería cometer.