El presidente Javier Milei expresó ayer su "preocupación por la decisión unilateral" de algunos sectores de la clase política que "pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta, a fin de entorpecer las negociaciones y el diálogo entre los distintos sectores de la dirigencia política" y puso al descubierto una crisis con la vicepresidenta Victoria Villarruel.
El mandatario alertó en ese sentido que "tanto el tratamiento apresurado del DNU 70/23 como la iniciativa de promover una fórmula jubilatoria sin consenso violentan el espíritu de acuerdo promovido por el Presidente en su convocatoria al Pacto de Mayo".
El mensaje del presidente Javier Milei aludió también, aunque sin mencionarla, a la vicepresidenta Villarruel, quien habilitó la sesión para tratar hoy el mega DNU luego de varios reclamos de la oposición, algo que no cayó bien en el entorno del mandatario.
"El gobierno nacional espera que el Poder Legislativo no se deje cautivar por el canto de sirena de quienes pretenden ‘anotarse’ victorias de corto plazo en detrimento del futuro de los 45 millones de argentinos", advirtió la Oficina del Presidente en un comunicado.
"El potencial rechazo del DNU, que actualmente se encuentra próximo a una definición de la Corte Suprema de Justicia, conllevaría un grave retroceso en los derechos y las necesidades del pueblo argentino, implicando, por ejemplo, el regreso de la ley de alquileres, el retorno al sistema rígido de obras sociales sindicales, el sostenimiento del modelo corrupto de los registros del automotor y la anulación de la política de cielos abiertos, entre otras", se detalló.
También pareció referirse a Villarruel en el siguiente párrafo: "Por último, el Presidente de la Nación agradece a aquellos legisladores que, comprometidos con los intereses de la Patria y la senda del cambio, no se prestan al juego perverso de aquellos que han decidido deliberadamente entorpecer el desarrollo de la Nación".
"Independientemente de cualquier resultado legislativo, el Poder Ejecutivo reafirma su compromiso inquebrantable con el déficit 0%, dejando atrás las recetas fracasadas de la casta política y avanzando decididamente hacia el camino de la prosperidad y la grandeza de la Nación Argentina", finalizó el texto oficial.
Todo comenzó el martes
El conflicto comenzó el martes, cuando Victoria Villarruel accedió a los pedidos del kirchnerismo para incorporar el mega DNU a la sesión de hoy. Sucede que desde hace más de un mes que el Frente de Todos en el Senado venía insistiendo con esto, pero nunca trascendía porque no conseguía el número para el quorum y potencial rechazo de la norma. Pero esto cambió cuando un grupo de senadores de la oposición no kirchnerista -encabezados por los peronistas disidentes Carlos Espínola y Edgardo Kueider- presentó otra nota para sesionar y analizar el mega DNU, lo que dejó al oficialismo al borde de una derrota.
La situación es inédita porque nunca el Senado le rechazó un DNU a un presidente y Javier Milei podría convertirse en el primero. Sin embargo, para que la norma deje de regir, tiene que ser rechazada también por Diputados.
La tensión entre la Casa Rosada y Villarruel se multiplicó ayer por la decisión de la vicepresidenta de aceptar el debate del mega DNU, en momentos en los que la oposición tendría los votos para rechazarlo.
Villarruel volvió a intentar evitar el debate del decreto, pero fracasó, luego de su pedido de prolongar una semana el tratamiento, pero su propuesta no tuvo eco.
En la Casa Rosada admitieron a La Nación que el mensaje de la Oficina del Presidente estaba dirigido a la oposición, pero también a la vicepresidenta Villarruel porque avanzó con el armado de la sesión sin acordar con el Presidente. “La decisión del Gobierno era de no tratarlo. No tenemos idea de qué compromisos se asumieron y por qué se incluyo en el temario”, dijeron apuntando a la Cámara Alta, importantes fuentes oficiales.
Insistieron en que lo que sucedió con la inclusión del tratamiento del DNU en la sesión de hoy “fue una decisión unilateral del Senado”, en la que está incluida Villarruel. “Puso el gancho”, dijeron. “Por acción u omisión, lo hizo. O se vio en un compromiso”, completaron. Además, según lo que se pudo reconstruir, Villarruel no solo no consultó, sino que tampoco explicó al Presidente las razones de su decisión de ir a contramarcha de la decisión de su propio espacio político.
Los cuestionamientos a la figura de la vicepresidenta son cada vez mayores en las filas del Ejecutivo y el malestar por las consecuencias que puede tener hoy el tratamiento del DNU era notorio anoche.
Es más, inmediatamente después de que se dio a conocer el comunicado de la Oficina del Presidente, en la reunión de Labor Parlamentaria que preside Villarruel se acordó incluir el tratamiento del DNU en el temario de la sesión de hoy.
Así, quedó configurado el escenario de mayor tensión entre Milei y Villarruel desde que asumieron al frente del Poder Ejecutivo.
La vicepresidenta también había generado ruido con su decisión de no dar marcha atrás con el aumento del 30 por ciento para los senadores -también era para los diputados-, como había ordenado el presidente Milei.