Desde el área sanitaria se enfatiza que la eliminación de criaderos es la acción más eficaz para prevenir la propagación del virus, ya que el mosquito suele desarrollarse en recipientes con agua estancada cerca de las viviendas. Por eso, las tareas de control realizadas por el municipio deben complementarse con el descacharreo domiciliario y el mantenimiento de los patios y jardines.
Entre las medidas recomendadas se incluye mantener los espacios libres de objetos que acumulen agua, tapar o eliminar recipientes en desuso como latas, botellas, cubiertas o baldes, y limpiar con frecuencia aquellos que se utilicen. En el caso de las macetas, se sugiere reemplazar el agua por arena o tierra, o renovarla cada dos o tres días cepillando los bordes del recipiente.
Para proteger los hogares y prevenir picaduras, se recomienda usar repelentes, colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y mantener las piletas cloradas o cubiertas cuando no estén en uso. Asimismo, resulta clave desmalezar los patios y limpiar las canaletas para evitar acumulaciones de agua que puedan convertirse en criaderos.
De esta manera, el municipio busca reforzar la conciencia ciudadana y promover acciones cotidianas que permitan reducir el riesgo de transmisión del dengue en la comunidad.