Aunque parezca exagerado, los que vimos jugar a Marcelo Santoni podemos afirmar que fue “el Diego Maradona villamariense”.
Rebelde, genial, insoportable en una cancha, muchas veces equivocado afuera, polémico, pero muy generoso con sus compañeros, y diferente como el “10”. Capaz, como muy pocos, de ganar partidos determinantes con una pincelada de talento. “Jugué en otro nivel, pero mi gran problema fue que nunca me preparé para hacerlo. Por eso no fui lo que tendría que haber sido en el fútbol”.
“Yo jugué en Primera División por el don que Dios me dio. Nunca lo supe aprovechar. Regalaba al entrenar, no entendí lo que estaba dejando pasar”, reconoció.
A su juicio, nunca entrenó al máximo. “Jamás faltaba, pero siempre di ventajas a la hora de los abdominales, de las pasadas... Yo sabía que me sobraba para jugar. Creo que pude jugar en Boca, River y hasta en la Selección. Tuve esas oportunidades muy cerca”.
Al respecto recuerda: “Boca se interesó en mí cuando ‘Mostaza’ Merlo me convocó para la Selección Sub-23, pero ‘Chichí’ Ledesma pidió locura. Tampoco me vendió a un empresario que me quería llevar a Suiza. El ‘Tolo’ Gallego me contó que me pidió cuando estuvo en River Plate. Lo que más lamento es que no pude ir a la Selección Sub-23 porque Belgrano tenía que jugar la semifinal de Copa Centenario contra River Plate (ganó 2-1) en Mendoza”, dijo.
Explicó que “en esa preselección estaban los dos hermanos Barros Schelotto y ‘Chelo’ Delgado, que después fueron campeones del mundo con Boca. Merlo me quería, y yo la rompí en las prácticas”.
Afirma que “antes era más difícil jugar en Primera División. No había tanta repercusión como ahora, y se iban a Europa los buenos. Ahora se va cualquier pibe que juega 15 partidos en Primera”.
Reconoció que “Belgrano me aguantó 4 años. No exploté como debí explotar, pero tuve grandes partidos contra Boca, Independiente, San Lorenzo, contra el Newell’s de Maradona, y no perdí ningún clásico con Talleres”.
Destacó: “Me faltó la continuidad. Yo regalaba, y los técnicos lo veían. Hice una buena carrera en Belgrano y fui muy mimado por mis compañeros y la gente. Rivadero y Rosané son dos hermanos para mí, y Luifa (Artime) siempre me decía: ‘Si yo tuviera tus condiciones estaría jugando en el Milan’. A él Dios le regaló el don del gol”.
“En Platense jugué poco. Había jugadores. No me sentí cómodo”.
“Necesité 20’ en Independiente”
Recordó: “Cuando Marcelo Alamo me llevó a Independiente, necesité 20’ para quedar. Hice 2 goles de tiro libre, y me sacó ‘Pepé’ Santoro. ¿Qué hice mal? le pregunté. Ya quedaste, me dijo”.
“No aproveché esa virtud. Por mi rebeldía y mis caprichos la dejé pasar. Me di cuenta de grande, pero fui muy feliz”, sostuvo.
Destacó que “a los chicos les digo que no hagan lo que yo hice. Es que cuando pasa el tiempo, ya no hay más opciones. Cuando no te necesitan, te pegan una patada y te vas por la puerta de atrás”.
“Yo jugué contra Maradona, Márcico, Ortega y Burruchaga. Contra el River Plate de Ramón Díaz y el Vélez de Bianchi, que fue campeón Intercontinental”, resaltó.
“Mal no me fue en el fútbol. Me pudo ir mejor. A Boca le ganamos un partido en La Bombonera, y la rompí. Me comí un gol increíble ante el ‘Mono’ Navarro Montoya, le tiré un caño a Juan Simón, y me acuerdo que la Revista ‘Solo Fútbol’ me puso un 8. Ese día Merlo me citó a la Selección”, dijo.
Del triunfo ante Maradona contó: “A la jugada del gol de Rivadero la armé yo. Lo habilité al ‘Perro’ (Arbarello) y él lo asistió. Un golazo”.