La Cámara del Crimen le aplicó a los acusados la peor condena. “Lucía ahora tendrá que transitar su vida sola”, se lamentó su abogado
De manera unánime, la Cámara del Crimen, compuesta por jurados populares y jueces técnicos, resolvió este jueves, luego de una larga deliberación, otorgarle a Gino y Hernán Ferrari la peor pena posible por el femicidio de Natalia Rosa Mariani: prisión perpetua.
El veredicto sumergió a Lucía Ferrari, hija de la víctima, en un profundo desahogo que conmovió a prácticamente todos en la sala, sensación que también envolvió a un grupo de amigas y a otros familiares de Natalia, también presentes en la sala.
La decisión final fue por el lado que buscaban el fiscal Francisco Márquez y el abogado querellante Antonio Alarcos, quienes convencidos pidieron que padre e hijo paguen con la pena más dura que establece el Código Penal, entendiendo que ambos planificaron el crimen y lo ejecutaron motivados por la codicia.
Por un lado, la Cámara resolvió condenar a Gino Ferrari por homicidio calificado por el vínculo, por alevosía, por codicia y por mediar violencia de género. El padre, en tanto, fue declarado partícipe necesario de ese mismo delito, por el cual se le impuso la misma pena.
Tras el veredicto, Alarcos destacó “la entereza” del jurado para resolver por unanimidad. “Creo que sobraban las pruebas para arribar a esta”, comentó. Y agregó: “De un día para el otro, esta chica quedó sola. Muy joven, a los 17 años. Tiene toda una vida por delante que la va a tener que transitar sola”, se lamentó.
