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"El arreglo con el FMI es necesario pero no soluciona los problemas"

Guillermo Pizarro, economista, manifestó que el principal escollo del país es la política, no la economía. Señaló que el 2022 será un año de alta inflación y de pérdida del poder adquisitivo. El complejo panorama externo

El economista cordobés Guillermo Pizarro señaló que un eventual acuerdo con el FMI es una condición necesaria pero que no soluciona por sí sola el cúmulo de problemas económicos que afronta el país.

Pizarro opinó que 2022 será un año en el que los salarios volverán a perder poder adquisitivo porque la inflación será alta y pocas paritarias alcanzarán a cubrir el alza del costo de vida.

Agregó que el principal inconveniente en este contexto es político y no económico porque la falta de decisión y actuación del Gobierno está intensificando los niveles de incertidumbre.

- ¿Cuáles son los principales desafíos económicos para el año, en un contexto tan complejo como el que está viviendo el país?

- Cerramos un 2021 complicado: inestabilidad, inflación, tensión cambiaria. Para este año hay muchas cosas pendientes, entre ellas el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que se viene dilatando. Entiendo que en las negociaciones hay idas y vueltas pero en algún momento hay que cerrar y esperemos que, a más tardar, sea en marzo porque hay vencimientos importantes. Creo que es probable que tampoco cierren en marzo y sigan tirando de la cuerda. Pero es una condición necesaria porque estamos afuera de todo mercado financiero, y hay un déficit fiscal importante. A ese déficit lo van a cubrir con deuda interna y con emisión monetaria. Eso implica más presión sobre los precios, más inflación, tenés que sumarle que van a aumentar los servicios. A esos aumentos hay que incorporarles el arrastre del año pasado, la emisión monetaria que va a haber después de los 2 billones del año pasado. En 2020, en pandemia, la emisión estuvo en niveles similares y eso se traslada a inflación. Encima, hay escasas posibilidades de inversión: si tenés un excedente y vas a un plazo fijo perdés contra la inflación, si vas a dólar perdés contra la inflación, aunque sepas que en algún momento da un salto, si vas al mercado de capitales el año pasado el Merval tuvo resultado positivo pero si entraste tarde podés perder un montón. Hay una cuestión muy simple: el problema no es la economía sino la política.

- ¿El principal condicionante es la incertidumbre derivada de la política?

- En diciembre lo que planteamos era que lo que imperaba era la incertidumbre: pensemos en un empresario que se levanta todos los días, abre su negocio, su comercio y tiene que planificar algo, ¿qué podés planificar? ¿Qué podés pensar de acá a un mes? No se puede saber qué va a pasar. Y, además, no sólo hay una incertidumbre generalizada sino una expectativa negativa. Si le preguntás a la gente cómo se ve durante el año, en general te van a decir que no se ven mejor. Eso frena también cualquier iniciativa. Vamos a tener un año complicado, con una inflación que ya sabemos que va a ser alta, con caída del salario real porque es difícil que las paritarias superen la inflación.

- ¿Vamos hacia otro año de caída del poder adquisitivo?

- Sí, sí. Otro año de seguir perdiendo, con un dólar que arrancó con subas. Es lógico porque enero es un mes en que no entran tantas divisas y tampoco hay tanto consumo, y el excedente a algún lado se va.

- ¿El Gobierno tiene con qué aguantar un frente de presión cambiaria si no cierra con el Fondo Monetario?

- El Gobierno tiene prácticamente reservas negativas. No tiene reservas para hacer frente a los pagos al Fondo si no arregla; también tiene que pagarle al Club de París. El arreglo con el Fondo es una condición necesaria pero no implica que se solucionan los problemas. Además hay que asumir compromisos y arreglar para poder cumplir con la deuda. Además tenemos un panorama internacional complicado: en el mundo los precios también están subiendo. Si vos te fijás, muchos productos son importados de China y en China ha habido mucho aumento de precios por aumentos de materias primas, el costo del transporte en China se triplicó. Todo esto va a impactar en precios. Entonces empezamos a sumar el arrastre, el aumento que tiene que haber en los servicios, la emisión monetaria que va a haber, la inflación internacional, ¿vamos a cerrar el año en cuánto? Algunos hablan del 60%; la verdad es que no podemos anticiparnos pero sabemos que va a ser muy alta. Va a ser muy alta, eso es seguro. El comercio internacional va a estar complicado porque no hay recursos para pagar las importaciones, entonces en ese plano también van a seguir las limitaciones.

- El Gobierno sostiene que no acepta las condiciones del FMI porque no quiere frenar la recuperación de la economía. ¿Puede continuar la recuperación si no soluciona alguno de esos frentes complicados que tiene entre manos?

- Es que no hubo recuperación. Hubo un rebote después de un 2020 con actividades cerradas por meses. Obviamente cuando abrís la actividad, los comercios que quedaron vivos vuelven a producir y se produce este rebote. En abril de 2020 se cerró todo, entonces en abril de 2021 la producción aumentó el 500 por ciento porque se trató de un mes normal. Ese rebote del 10 por ciento es un rebote lógico, no derivado de un mérito del Gobierno. Cerraste los negocios, cero; abrís los negocios, vuelven las ventas. Ahora hay que ver qué hacen desde la política, que no ha podido acordar ni siquiera un presupuesto. Va a ser muy difícil encontrar las soluciones desde la política y es del lugar desde donde deben venir las soluciones. La política debe hacer lo que tiene que hacer.