Regionales | producción | película | Francia

Dos huinquenses estrenan su película en el 31° Festival de Cine, en Francia

Se trata de Javier Favot y Valentina Dariomerlo, director y productora del largometraje "Deja que las luces se alejen", que será presentado en un encuentro mundial en Marseille. Fue rodado en una reserva hídrica de Córdoba.

Javier Favot y Valentina Dariomerlo, director y productora, oriundos de Huinca Renancó, harán el estreno mundial de su película “Deja que las luces se alejen”, en el 31° FID Marseille, uno de los festivales de cine más prestigiosos de Francia, donde competirá junto a otros ocho largometrajes de todo el mundo.

Los dos jóvenes realizadores, junto a Mariano Favot, otro huinquense que se encargó del sonido, vienen trabajando en este largometraje desde hace 3 años, y que a fines de julio será parte de este reconocido encuentro internacional.

“Deja que las luces se alejen” es un largometraje filmado en Manantiales, una reserva hídrica en las Sierras de Córdoba, y cuenta la historia de Rapa, un hombre solitario que vive en la montaña y comienza un viaje a su pasado tras encontrar una vieja fotografía.

Lo singular es que la estructura narrativa de la película es un híbrido entre ficción y documental.

Consultado por Puntal, el director, Javier Favot, señaló que nunca imaginaron que el estreno se haría en semejante y reconocido escenario.

“No lo esperábamos. Mandamos la película pero sin pensar que fuera a ser seleccionada; fue una alegría inmensa”, dice el joven, quien señala que la experiencia de producción fue increíble.

“Fue un proceso de tres años, con tres viajes que hice a la montaña, al lugar donde vive el personaje que además es un amigo. En una de las ocasiones me quedé más de un mes viviendo con él. En el último viaje fui con el guión y una estructura narrativa”, relata.

Un reencuentro con amigos

La génesis de este film tuvo que ver con una amistad.

“Lo que me impulsó a hacer esta película fue un reencuentro con amigos que hacía muchos años no veía. Viajé a Manantiales, una reserva natural en las sierras de Córdoba, para visitarlos. Durante el viaje pensaba que el encuentro podía ser frío y distante por el tiempo que había pasado, pero al contrario, fue muy cálido y ni bien nos vimos pude notar que ese lazo que habíamos creado en nuestra juventud se mantenía intacto”, cuenta Javier, al tiempo que agrega: “Durante esos días que pasamos en la montaña recordando nuestras historias, experimenté una sensación muy profunda de nostalgia. El ejercicio de la memoria y el paisaje que me rodeaba fueron muy estimulantes y me di cuenta de que podía organizar un film en base a esas emociones que me interpelaban”, indica el cineasta.

Javier añade que muchas de las imágenes que también componen el film fueron filmadas por Martín Donalisio, “un amigo que también actúa en la película; la mayoría son de la casa a la que se hace referencia en la escena del diálogo y el resto de esos VHS los filmé yo por esa misma época. En las imágenes vemos a Rapa joven y a todo el grupo de amigos. Me encontré con este material cuando estaba finalizando el montaje”, indica.

Una experiencia de vida

Javier asegura a Puntal que además del trabajo en sí, la película fue una experiencia de vida.

“Tuve la posibilidad de pasar casi dos meses en la montaña y encontrar durante esos días la forma de filmar la película. Durante todo ese tiempo fueron apareciendo situaciones por fuera de la rutina de Rapa que cambiaron la dinámica del registro y así la película fue ampliando su horizonte y borrando los límites entre lo documental y la ficción”, relata.

Con todo el material regresó a Buenos Aires y comenzó a trabajar el montaje.

“Luego de meses de trabajo escribí varias escenas que me permitían construir una estructura más solida y volví a filmar, y si bien en esta ocasión tenía un pequeño guión, la forma de abordar el rodaje fue igual a la de mi primer viaje”, detalla el director.

En cuanto a los costos que llevaron la producción y el rodaje del film, Javier comenta: “Se financió con pequeños aportes personales y la ayuda de amigos que me prestaron equipos y horas de su tiempo y trabajo”.

Una vez finalizado el montaje ganaron una beca del Fondo Nacional de las Artes y un premio de Mecenazgo Cultural de la ciudad de Buenos Aires, con lo que pudieron concluir la post producción de imagen y sonido.

Competirá con films de todo el mundo

Para un proyecto independiente, haber sido seleccionado entre miles de películas de todo el mundo para esta competencia es considerado como un gran logro.

En la categoría premier, “Deja que las luces se alejen” competirá con otras ocho producciones seleccionadas a nivel mundial, de las cuales sólo una más es sudamericana, de origen colombiano.

El equipo de realización del largometraje se compone de la siguiente manera: Guión y Dirección, Javier Favot; Producción, Valentina Dariomerlo; Diseño de Sonido, Nahuel Palenque; Música, Carlos Quebrada; Sonido Directo y VFX, Mariano Favot; Corrección de Color, Roman Kasseroller.