La cava de barrio Felipe Botta vuelve a ganar protagonismo a través de un pedido realizado por parte de proteccionistas, quienes reclaman la intervención del Municipio en el control del lugar, pero además el compromiso de los villamarienses.
Se trata de integrantes de la protectora de animales Domingo Faustino Sarmiento, cuyos integrantes en el último año rescataron a 47 perros. “Ya no quedan más, el domingo trasladamos a los últimos” precisó Pablo Vera, socio de la entidad, pese a que ayer en una recorrida realizada por PUNTAL VILLA MARÍA se observó al menos 3 canes deambulando por el predio.
Vera consideró que la solución sería “cerrar el lugar de una buena vez. Hay gente que tira cachorros, que va a buscar basura, hasta chicos se meten al agua”.
Sobre la tarea realizada específicamente en la cava, Vera indicó que “nos enteramos de que había perros desnutridos, con sarna, enfermos. Entonces nos hicimos cargo, pese a que en la protectora estamos saturados porque tenemos 200 perros. A lo largo de un año pudimos, con ayuda de proteccionistas, solucionar el problema. Del total (47), sólo 15 quedaron en la protectora ya que el resto fueron entregados en adopción”.
“El Municipio debería estar presente en el control, porque sino la gente sigue tirando basura. Nos llevó un año sacar a todos los perros y sino se controla va a volver a pasar lo mismo. La laguna es profunda, tiene mucho barro podrido e implica un peligro para quienes van. Tenemos videos de chicos pequeños jugando en el lugar”, indicó con relación a la necesidad de ejercer un mayor control del predio, en cuyas adyacencias, lamentablemente, la gente sigue tirando basura.
Daniel Brusa
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Vera consideró que la solución sería “cerrar el lugar de una buena vez. Hay gente que tira cachorros, que va a buscar basura, hasta chicos se meten al agua”.
Sobre la tarea realizada específicamente en la cava, Vera indicó que “nos enteramos de que había perros desnutridos, con sarna, enfermos. Entonces nos hicimos cargo, pese a que en la protectora estamos saturados porque tenemos 200 perros. A lo largo de un año pudimos, con ayuda de proteccionistas, solucionar el problema. Del total (47), sólo 15 quedaron en la protectora ya que el resto fueron entregados en adopción”.
“El Municipio debería estar presente en el control, porque sino la gente sigue tirando basura. Nos llevó un año sacar a todos los perros y sino se controla va a volver a pasar lo mismo. La laguna es profunda, tiene mucho barro podrido e implica un peligro para quienes van. Tenemos videos de chicos pequeños jugando en el lugar”, indicó con relación a la necesidad de ejercer un mayor control del predio, en cuyas adyacencias, lamentablemente, la gente sigue tirando basura.
Daniel Brusa