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Aún con la menor superficie en 10 años, el maní cerró un buen ciclo

La producción en caja fue de 1.168.100 toneladas, mientras que en grano se ubicó en las 817.700 toneladas. Ambos valores representan una disminución respecto a la campaña pasada del 8 por ciento

Pese a que el cultivo de maní tuvo un recorte en la superficie implantada durante el último ciclo, la producción total en la provincia de Córdoba dejó buenos resultados debido especialmente a que las condiciones climáticas fueron acompañando el desarrollo de las plantas, que a lo largo de su crecimiento siempre estuvieron con una valoración entre buena y muy buena para los técnicos de la Bolsa de Cereales de Córdoba, entidad que ayer presentó el estudio final de la campaña.

Lo cierto es que en Córdoba, la producción de maní en caja fue de 1.168.100 toneladas, mientras que en grano se ubicó en las 817.700 toneladas. Ambos valores representan una disminución respecto a la campaña pasada del 8%.

Este resultado se logró especialmente por los rendimientos obtenidos, que en promedio para la provincia fueron de 45,1 quintales por hectárea.

Respecto al área sembrada, durante la campaña 19/20 se implantaron 260.000 hectáreas de maní en toda la provincia, lo que corresponde a un 10% menos que el ciclo 18/19. Igualmente, con esta superficie Córdoba continúa siendo por lejos la principal provincia productora de este cultivo, representando el 90% del total producido.

Sin embargo, el retroceso en el área sembrada de maní no es algo nuevo en la provincia debido a que el estudio remarca que hay una tenencia a recortar superficie en los últimos años. Concretamente señala que con respecto a los valores históricos de los últimos 10 años hubo una merma de un 18% de hectáreas destinadas a ese cultivo. Pero su vez, esta superficie implantada corresponde al valor más bajo de la década.

Por otra parte, el maní va colonizando nuevas zonas y este año se dio una particularidad, ya que hubo maní sembrado en los departamentos del norte provincial, una zona que hasta el momento no había sido explorada de forma extensiva para esta leguminosa. Entre los departamentos Totoral, Tulumba y Río Seco se sumaron más de 3.500 hectáreas.

Por otro lado, se vieron importantes recortes de superficie en departamentos tradicionalmente maniceros, como ser Tercero Arriba, Juárez Celman, General San Martín, Unión y Marcos Juárez.

Por otra parte, la Bolsa de Cereales detalló que el rendimiento ponderado provincial se ubicó en 45,1 quintales por hectárea (sucio y húmedo), similar a lo producido en secano. “Este valor es bastante cercano a lo obtenido el ciclo pasado (+1%) y 36% superior al promedio histórico de la última década”, señaló. Bajo riego el promedio ponderado fue de 59 quintales.

“En líneas generales los rendimientos obtenidos en todos los departamentos de la provincia han sido buenos, superando los 35 quintales a excepción de los departamentos del norte Tulumba y Río Seco que presentaron rendimientos un poco menores.

Del mismo modo, las buenas condiciones ambientales durante la cosecha, donde prácticamente no llovió y la humedad se mantuvo baja, permitieron que las pérdidas habituales de esta tarea sean bajas, por lo que afortunadamente se cosechó gran parte de lo producido.

La plaga que mayor daño causó fue la arañuela roja (Tetranychus urticae) en incidencia media a alta, la cual estuvo presente en toda la zona manisera aunque causando mayores inconvenientes hacia el oeste. Esta plaga suele incrementar su presencia en años con periodo prolongados de sequía y temperaturas superiores a 30° C, como fue el caso de esta campaña. Por otro lado, fueron necesarias aplicaciones preventivas para la viruela temprana (Cercospora arachidicolade) la cual se presentó con baja severidad. Luego

hacia finales del ciclo, se reportaron perdidas por carbón del maní

(Thecaphora frezii) principalmente en los deptos. Río Segundo y Juárez

Celman.