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Bustamante: “La gente no necesita de la pelea de los dirigentes”

El vicario general de Villa María habló luego de presidir la ceremonia religiosa en homenaje al exgobernador De la Sota y repitió su mensaje en el que manifestó la necesidad de superar antagonismos políticos

Alberto Bustamante es el vicario de la Diócesis de Villa María. También fue sacerdote en varias parroquias y durante muchos años fue el presidente del Consejo Superior de Educación Católica (Consudec) en Argentina. Pero esta semana su figura tomó otra trascendencia al presidir la celebración religiosa en la Catedral de Córdoba, en homenaje a un año del fallecimiento del exgobernador José Manuel de la Sota, a pedido de su propia familia.

El cura local, que el mismo domingo habló de la necesidad de superar las instancias de la antinomia en materia política, volvió a pedir por la necesidad de un acuerdo que permita solucionar las demandas históricas de los que menos tienen. Ésto en un contexto económico y social que se hace cada vez más difícil para los argentinos.

En diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA, el religioso habló de la necesidad de generar una instancia de acuerdos que permitan mejorarle la vida a las personas.

“Nadie tiene todas las soluciones”

“Cada vez que nosotros celebramos la eucaristía, la Santa Misa, lo hacemos desde la convicción profunda de nuestra fe. Que hacemos presente algo que para los cristianos es fundamental, como es el misterio pascual de cristo muerto y resucitado, que se sigue entregando por su pueblo y por su gente. La eucaristía es eso”, explicó Bustamante, quien señaló que muy a menudo se acercan familias a solicitar ceremonias para orar por el descanso de algún ser querido, tal como ocurrió con la familia del exgobernador De la Sota.

“La eucaristía tiene tres grandes dimensiones que son fundamentales para la vida de las personas: la casa, la mesa y el alimento”, marcó el sacerdote. “Una casa que nos hermana y que está abierta a todos. Una mesa, que es la mesa de sacrificios. Un altar que nos hermana en el querer dar la vida por los otros. Y eso alimenta a la posibilidad de tener la suficiente fuerza interior de tener gestos que aporten a la concordia nacional”.

“La celebración de una misa, en este contexto complejo que vive nuestro país, en este entramado tan difícil, no se trata, creo, de hacer un reclamo sino de hacer presente una instancia en que toda la comunidad pueda sentirse convocada. Y en ese sentido, todo el país tiene un gran desafío con un pensamiento históricamente antinómico, que ha tenido distintas caracterizaciones a lo largo de la historia argentina. Confrontaciones que no nos hacen bien”.

“El mensaje de la eucaristía es que para ser hermanos no hace falta dejar de lado las diferencias. Las diferencias aportan, enriquecen. No son deficiencias”, sumó el vicario de la Diócesis de Villa María. Y marcó: “La gran deuda social que tiene Argentina tiene muchos años. Estadísticas más, estadísticas menos, la gran deuda que tiene Argentina ha permanecido toda la democracia. Nadie puede pretender el monopolio de las soluciones, y nadie tiene el monopolio del origen de los problemas. Cuando yo creo que todo el bien está acá y todo el mal está allá, no está bien. Es imposible”.

“La gente no necesita de la pelea de los dirigentes, sino que necesita dirigentes que se encuentren para aportar políticas que los ayuden. Uno sabe que los procesos llevan tiempo, pero la gente necesita ver que les preocupa a los dirigentes y no que los dirigentes se preocupan por ellos mismos”, remarcó Bustamante, quien igual opinó hacia adentro de su misma institución: “Dios quiera que la Iglesia pueda anunciar ese mensaje y ser también ella ocasión de ese mensaje. Porque la Iglesia tampoco puede tener dentro suya componentes autoritarios que denigren la vida de las personas”. 

El cuidado del mensaje

Bustamante se refirió a la situación de violencia social que se vive en la sociedad en general y planteó la necesidad de cuidar el mensaje que se brinda desde aquellas personas con capacidad de discurso.

“Cuando hay violencia siempre pierden los pobres y por eso creo que el llamado que he escuchado que están haciendo, tanto la oposición como el oficialismo, para tratar de mantener la paz y la concordia y vehiculizar la demanda dentro de los canales institucionales, me parece un gesto de gran responsabilidad y de madurez”. 

“Me parece que tenemos que ser muy cuidadosos con lo que decimos y lo que hacemos, porque tenemos que ser responsables y prudentes. Porque también es cierto que en el río revuelto también está la ganancia de algunos pescadores que aprovechan estas situaciones”, concluyó.



Juan Drovandi.  Redacción Puntal

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