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Reflexiones sobre el UPD: una jornada para disfrutar, pero tomando conciencia

Docentes y directivos de escuelas de la ciudad y la región se pronunciaron sobre este día tan esperado por los estudiantes del último año del secundario, a quienes les aconsejaron "evitar los excesos" y hacer de esta fecha "un recuerdo placentero"

Docentes y directivos de escuelas secundarias de la ciudad y la región no dudaron en generar conciencia en vísperas del UPD. La sigla hace referencia al “último primer día”, esa fecha que se instituyó como una jornada de celebración para los estudiantes de sexto y séptimo año, pero que también, en estos últimos años, divagó por horizontes poco felices vinculados a los excesos, el consumo de sustancias y el descontrol.

Educadores de establecimientos públicos y privados de la zona se animaron a reflexionar sobre la importancia de este día, dejando en claro que lo fundamental radica en que el disfrute sea “sano”, “responsable” y “consciente”.

El diálogo y el peso de la palabra

La profesora Roxana Camacho reconoció que el UPD es un tema muy complicado de hablar, ya que “genera malestar, enfrenta y confronta”.

“Como mamá y docente, me parece que podemos colaborar con nuestros hijos y la escuela a través del diálogo. El valor y el peso de la palabra son algo que no tienen precio, que no se debe cortar. Hay que ganarles ‘por cansancio’, hacerles entender lo que está bien y lo que está mal, lo que se debe y lo que no se debe hacer”, profundizó.

Y siguió:“Es necesario que entiendan que este ritual, o esta actividad, tiene responsabilidades y consecuencias, que deben pensar en los demás alumnos de la escuela a la que ellos asisten, pensar en sus familias, en sus compañeros, en la escuela, tener empatía”.

Asimismo, a los jóvenes les pidió que disfruten “tranquilos y en paz” y que celebren su último primer día “de la manera más sana y responsable posible”.

“Espero que todo sea

con responsabilidad”

El director del Ipem N° 147, Marcelo Coppari, se remontó a los orígenes del UPD. “Nació como una mirada hacia la finalización de un ciclo. Es una fecha que debería ser pensada en los chicos de sexto año y en el recorrido que han tenido a lo largo de estos seis años”.

“Es una impronta personal que la llevás por el resto de tu vida, están tus compañeros, tus afectos y siempre el eje es la escuela”, añadió.

“Con el transcurrir de los años, y ya afianzada la palabra UPD, empezaron a conjugarse otras cosas que no suman al contexto, que perjudican y deterioran la imagen misma de lo que debería ser la fiesta de ingresar a una escuela”, analizó.

Y cerró:“Siempre hay que rescatar que las responsabilidades son de las tres partes de la escuela: la parte docente, el estudiante y la familia. Creo que hay que seguir apostando a este tipo de cosas. A mí me toca hablar desde la escuela secundaria, el ciclo que más se espera cerrar. Espero que todo sea con responsabilidad, compromiso y que se pueda ser feliz de muchas más formas”.

“Aprovechen para compartir”

Víctor Becerra, docente de séptimo año de una escuela técnica, se refirió al UPD en su rol como docente pero también como papá (uno de sus hijos finaliza este año el secundario). “En esta edad es muy fácil dejarse llevar por comportamientos en ‘manada’. Si los que influyen en ese comportamiento no tienen control y autocontrol de sus actos, pueden exponerse a riesgos tanto en la vía pública como por excesos de alcohol o incluso consumo de sustancias peligrosas”, argumentó.

A su vez, destacó:“Si tengo la posibilidad de poder darles un consejo a los chicos y chicas que van a salir a festejar el UPD, les diría que aprovechen para compartir con sus compañeros y compañeras estas vivencias que van a recordar con cariño cuando sean mayores”.

A los jóvenes les pidió: “No caigan en excesos que puedan impedir el disfrute y el normal desarrollo de la fiesta. No dejen solo/a a ningún integrante del grupo de compañeros. Tengan el suficiente amor propio para poder decidir si siguen a algunos en conductas que lleven a exponerse a riesgos innecesarios”.

“Todo un acontecimiento”

Gabriela Zabala, profesora de Lengua y Literatura del nivel secundario, aportó:“El UPD es todo un acontecimiento para los estudiantes de sexto. Ellos y ellas celebran el comienzo de su último año en la secundaria y los adultos debemos asumir su existencia para tomar medidas”.

“Es importante que nosotros, familias, docentes y autoridades escolares, podamos acompañarlos generando acuerdos a través del diálogo sobre el sentido del festejo, buscando mejorar las condiciones en las que este se realiza”, puntualizó.

Y culminó:“Se pueden elaborar propuestas no punitivas, de concientización sobre las prácticas dañinas, promoviendo el cuidado entre pares, de modo tal que los estudiantes disfruten de este festejo en un entorno seguro y de una manera responsable”.

“Que sea un recuerdo placentero”

El docente bellvillense del nivel secundario Sebastián García se pronunció en línea con lo expuesto por sus colegas.

En ese sentido, precisó: “En estos últimos tiempos el docente tuvo que repensar su rol dentro de la escuela ante los cambios sociales y tecnológicos que estamos viviendo en esta era. Sumado al conocimiento que le brinda cada disciplina dentro de la institución, es importante también conocer e involucrarse con los estudiantes desde un lugar de ser un guía para ellos, atendiendo a las necesidades que van surgiendo y ayudándolos a observar cada acción que realizan y las consecuencias que traen”.

“La UPD, una celebración adquirida por los estudiantes hace algunos años, es una interesante idea viéndola desde la perspectiva para que ellos puedan interactuar con todos sus compañeros desde otro contexto no escolar, ya que permite reforzar sus vínculos y así crear otro clima más agradable dentro del aula”, reflexionó.

Y sostuvo: “Hay que remarcar la idea de poder aunar esfuerzos entre docentes y familias para que los estudiantes puedan comprender que este momento es un espacio para disfrutarlo responsablemente y mostrarles ciertas pautas para prevenir toda situación de riesgo y, por ende, recordarles que cada acción trae consecuencia para sus vidas y su entorno más cercano”.

“Como escuela debemos pregonar que este último primer día de la Promo 2024 sea un recuerdo placentero en la memoria de cada uno de ellos”, concluyó.

En vísperas del UPD, el Centro Municipal de Adicciones recomendó:

  • Pensar y problematizar desde la familia el rol de los adultos en estos eventos. Se trata de alojar y contener a los jóvenes y no dejarlos solos.
  • Tener en cuenta el lugar que ocupan los rituales y las celebraciones en las juventudes y en la sociedad en general.
  • Brindar información científicamente validada, actualizada y acorde a fin de problematizar el consumo de alcohol.
  • Trabajar y promover prácticas de cuidado entre pares de manera transversal.
  • Potenciar los espacios de participación que los jóvenes ya tienen en la institución escolar.