Ricky Martin subió la vara en este segundo encuentro y fue acompañado por un Anfiteatro totalmente colmado que bailó, cantó y se emocionó durante toda su presentación, de aproximadamente una hora y media.
El boricua desplegó todo su repertorio con un estilo sinfónico en perfecta armonía con su banda y la gran orquesta dirigida por Ezequiel Silberstein, que acompañan al músico en toda la gira, y que le otorgan un matiz único e intimista a las canciones ya consagradas por el público.
"Fuego de noche, nieve de día", "Disparo al corazón", "La bomba", "El amor de mi vida", "Te extraño, te olvido, te amo", "Vuelve", "Livin' la vida loca" y "Asignatura pendiende", entre otros, enloquecieron al Anfi que ovacionó una y otra vez a Ricky.
Para el final, el músico reservó "Tal vez" y "Tu recuerdo", mismas con las que cerró la noche anterior.
Fue un encuentro plagado de emociones que no solo tocó al público peñero, sino que emocionó al boricua, deseoso de repetir el alguna otra oportunidad lo que le genera la magia de la música y el amor de su gente de estas tierras.