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Diabetes: la epidemia que afectará a 642 millones de personas en 2040

Según cifras oficiales, la prevalencia de diabetes en la Argentina es de 12,7 por ciento, una suba significativa con respecto a la anterior (9,8%).

La diabetes mellitus (DM) tipo 2 se presenta como una epidemia mundial relacionada con el rápido aumento del sobrepeso y la obesidad, favorecidos por la alimentación inadecuada, el sedentarismo y la actividad física insuficiente, todo ello sumado al crecimiento y al envejecimiento de la población a nivel global.

El impacto de esta enfermedad en el mundo se observa en los datos publicados por la International Diabetes Federation, según los cuales en 2015 existían 415 millones de personas afectadas, con una proyección de crecimiento a 642 millones para 2040.

Según la OMS, en los últimos veinte años el número de personas con diabetes se cuadruplicó, con mayor rapidez en los países de ingresos medianos y bajos. La Argentina no escapa a este aumento mundial de la prevalencia de esta enfermedad, que representa un problema sanitario y socioeconómico de gran magnitud. 

De acuerdo con el reciente informe definitivo de la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada el último trimestre de 2018, la prevalencia de diabetes en la población total (18 años y más) fue de 12,7 por ciento, un aumento significativo con respecto a la anterior (9,8 por ciento). Es una amenaza sanitaria que merece la intervención correspondiente de todos los agentes involucrados.

La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica, silenciosa y degenerativa que es subdiagnosticada, subtratada y muy costosa. Genera graves complicaciones asociadas al deterioro en la calidad de vida del paciente y a una elevada mortalidad. La diabetes genera una disminución de cinco a diez años en la expectativa de vida.

Esta enfermedad aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la que produce. La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del nivel de azúcar en la sangre), que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos. 

Existen algunas situaciones que aumentan el riesgo a desarrollar la enfermedad: tener más de 45 años, tener padres o hermanos con diabetes, padecer exceso de peso, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, colesterol elevado, diabetes durante el embarazo, mujeres con hijos nacidos con peso mayor a 4,5 kilogramos.

Informar y controlar

El 50 por ciento de los pacientes ya tienen complicaciones establecidas con anterioridad al momento del diagnóstico sin saberlo, por eso es tan importante informar a la población acerca de la importancia de controlar y chequear nuestra salud. 

La diabetes es la responsable del 50 por ciento de las amputaciones de los miembros inferiores que no son causadas por accidentes, es la primera causa de ceguera y una de las principales generadoras de infarto, así como complicaciones renales y cerebrovasculares. 

Los cambios en el estilo de vida, que incluyen un plan de alimentación y la incorporación de actividad física para el control del peso, junto con el acompañamiento médico, son útiles para evitar las complicaciones de esta enfermedad y generan grandes beneficios para la salud de estos pacientes.

En este sentido, la OMS recomienda que los adultos entre 18 y 64 años dediquen como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación de actividades moderadas y vigorosas.

Esto permitirá mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares, la salud ósea; disminuir la depresión; reducir el riesgo de contraer enfermedades crónicas, como la diabetes o enfermedades cardiovasculares; y a su vez, mejorar su evolución evitando o reduciendo sus complicaciones y mejorando la calidad de vida de los que las padecen.

El plan adecuado será aquel que tenga en cuenta los hábitos de alimentación, los horarios de la persona y ayude a controlar el nivel de glucosa en la sangre, la presión arterial y el colesterol, además de mantener o controlar el peso. Las personas con diabetes deben planificar sus comidas para asegurarse que exista un equilibrio entre sus alimentos, el suministro de insulina, la medicación oral y el ejercicio, para ayudar a controlar su nivel de glucosa.

Es muy importante dar a conocer, sin la necesidad de alarmar a la población, la existencia de esta enfermedad, con la finalidad de prevenirla o realizar una detección precoz, además de recomendar consultar a su médico de cabecera y al especialista en nutrición para mejorar los hábitos alimentarios y la calidad de vida.



* Directora del Centro de endocrinología y nutrición Crenyf.

Virginia Busnelli * Médica especialista en nutrición


TEMAS: salud diabetes
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