Elobispo diocesanoSamuelJofré encabezó la celebración religiosa con motivo de SanCayetano. Lo hizo en la capilla de calle Tucumán al 2400, en barrioSanMartín, hasta donde más de medio centenar de fieles se dieron cita.
Respetando los protocolos de bioseguridad, distanciados en el interior y con barbijos, pero también con sillas en la parte externa, la misa instó al valor del santo en estos tiempos y la importancia de contar con pan en la mesa pero también contrabajo.
En esta ocasión, y en virtud del contexto de pandemia, se dispuso suspender la procesión que habitualmente recorre las calles del populoso barrio.Igualmente Jofré se mostró agradecido con los presentes y saludó uno a uno a medida que se fueron retirando del templo, con un bollito de pan bendecido.
Tras el ello, el obispo accedió a dialogar con este medio y destacó la importancia de avanzar en la unidad a partir del vínculo familiar y luego extendiéndolo al resto de la sociedad.
Consideró que la fiesta de San Cayetano “nos pone en presencia de un santo sacerdote que, siendo de muy buena posición económica, social e intelectual, por ser doctor en Derecho, se dedicó a servir a Dios y al prójimo. Ese es el camino para tener paz”.
Entendió además que debemos aprender “a querernos mutuamente, a buscar la unidad de los pueblos, sobre todo a través de las virtudes que dan solidez como el respeto, el trabajo honesto y el amor a la verdad, sin mentiras”.
Recalcó incluso que es necesario recuperar la confianza enDios, “en medio de las dificultades y problemas que tenemos, y que son muchos, quien tiene confianza en Dios y hace lo que está a su alcance tiene paz y alegría.En estos momento debemos ayudarnos mutuamente, unirnos y recuperar las libertades que esta pandemia nos hizo perder”.
Consultado sobre la forma de alcanzar ese objetivo, entendió que es propicio “recuperar el espíritu de la unidad, cuidándonos y trabajando unos por otros. Hay que pedirle a Dios que por intersección de San Cayetano no nos falte esa paz que se construye sobre la vida del trabajo honesto”.
Dijo que a nivel local “nos está faltando unidad; tenemos que pedirla de Dios y construirla a partir de la familia. Es muy grave y preocupante la cantidad de divorcios en Villa María; si se pelean los esposos, qué queda para el resto”.
“Tenemos que fomentar el querernos, respetarnos y ayudarnos. En toda la sociedad es importante, entre los políticos, pero empecemos nosotros con el respeto y unidad en la familia”, cerró.