“El hincha y el socio nos piden que sigamos, pero también hay un cierto cansancio y hay que evaluar la actitud a tomar”, expresó Moisello ante los medios. El dirigente admitió que el desgaste acumulado y la distancia con parte de la masa societaria fueron determinantes en su decisión.
“Lo máximo que puedo hacer en estas circunstancias es terminar el mandato”, añadió, dando a entender que el proceso de sucesión ya está en marcha. Según trascendió, una Junta Fiscalizadora asumirá de manera temporal la conducción institucional hasta la convocatoria oficial a elecciones, cuya fecha se definirá en la próxima reunión de Comisión Directiva.
La salida de Moisello ocurre en un clima de malestar generalizado entre los socios, que desde hace tiempo cuestionan la falta de resultados deportivos y el estancamiento del proyecto futbolístico. Desde el oficialismo aseguran que buscarán una transición ordenada para permitir que las próximas autoridades puedan planificar con tiempo la temporada 2026, incluyendo la revisión del contrato del técnico Mariano Campodónico, cuya continuidad está en duda.
“El objetivo es descomprimir el clima interno y responder al reclamo de los hinchas, que durante todo el año manifestaron su descontento con la gestión”, señaló un dirigente saliente, que insistió en respetar los plazos y procedimientos establecidos en el estatuto.
No es la primera vez que el “Santo” atraviesa una situación de este tipo: en 2012, Emilio Luque también renunció a la presidencia pocos meses después de asumir, lo que derivó en un período de inestabilidad institucional y elecciones anticipadas al año siguiente.
Más de una década después, San Martín de Tucumán vuelve a enfrentar un proceso de transición, en el que deberá recomponer su estructura dirigencia y deportiva con el desafío de recuperar la confianza de sus hinchas y volver a ser protagonista en la próxima temporada.