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Las lluvias, cada vez más frecuentes pero la siembra sigue retrasada

La implantación de cultivos estivales evidencia demoras respecto a campañas anteriores, principalmente debido a la falta de humedad en el perfil, detalló la Bolsa de Cereales de Córdoba. El maíz se concentrará a fin de año

Aunque las lluvias comenzaron a ser cada vez más frecuentes desde octubre en casi toda la región central del país, las tareas de siembra de la campaña gruesa en Córdoba se mantienen algo retrasadas, en buena parte por la situación previa de extrema sequía que aún no logra revertirse de manera uniforme. Sí hay zonas en las que la humedad en los perfiles ya es casi óptima, pero no alcanzó aún a todos.

Frente a ese panorama, la Bolsa de Cereales de Córdoba emitió un documento en el que recuerda que “en octubre comenzó la siembra de cultivos estivales en Córdoba motivada por las lluvias del mes. La labor evidencia retrasos para la época respecto a campañas anteriores, principalmente debido a la falta de humedad en los primeros centímetros del suelo”, apuntó la entidad.

Y agregó: “Según el reporte de colaboradores, varios productores optarán por la siembra tardía, proporción que evidenciaría un aumento respecto a otros años, y se encuentran a la espera de la continuidad de precipitaciones para avanzar con la labor”, explicó. Es que si bien las lluvias comenzaron a regularizarse, lo hicieron tarde para el maíz de primera, que tendrá durante esta campaña una participación menor.

De hecho, la Bolsa recuerda que “las precipitaciones acumuladas durante octubre fueron, en la mayoría de los departamentos, inferiores al promedio histórico (2007-2022) para la época. En particular, los acumulados fueron superiores en el sector sureste de la provincia, donde hay mayor proporción de maíz temprano que habría sido beneficiado por estas lluvias”.

Concretamente, la Bolsa estima que en Córdoba habrá 3,2 millones de hectáreas de maíz durante la próxima campaña pero el avance de la implantación muestra un retraso del 21%. En el caso de la soja, se superarían levemente las 4 millones de hectáreas, que apenas empiezan a avanzar y tiene un atraso del 60% frente al mismo momento de 2022.

En el caso del maní y el girasol, si bien tienen naturalmente expectativas de menores superficies sembradas, también muestran un retraso significativo. El sorgo, que sigue siendo marginal, es el único que muestra más avance ahora que en 2022.

De todos modos, como ya lo remarcaron varias entidades que monitorean frecuentemente el avance de la campaña agrícola, hay un clima muy diferente entre los productores.

Zona núcleo

Ayer, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó que la región núcleo recibió un buen caudal de precipitaciones que mejoró las expectativas agrícolas a medida que va quedando atrás la sequía.

“La región núcleo experimentó un aumento en los niveles de precipitación, con acumulados que oscilaron entre 10 y 40 milímetros en diversas localidades”, indicó la entidad.

BCR sostuvo que “este evento climático ha generado un alivio para las áreas afectadas por la sequía, aunque se espera que las lluvias continúen, ya que se pronostican nuevas precipitaciones para el miércoles y el jueves en la región central del país”.

El informe detalló que la caída de agua se concentró en el norte de Buenos Aires, donde Baradero se destacó como uno de los puntos con mayor acumulación con 60 milímetros, seguido por Pergamino con 54 milímetros.

De todas formas, BCR alertó que se encontraron “disparidades notables” en los registros pluviométricos, evidenciando la variabilidad de las condiciones meteorológicas.

“En Rojas, por ejemplo, la cantidad de lluvia medida fue notablemente menor, con 18 milímetros. Junín y Chacabuco registraron 20 milímetros cada uno. Mientras tanto, General Pinto, en el noroeste de Buenos Aires, fue uno de los lugares más beneficiados con un acumulado de 30 milímetros”, precisó.

“A medida que la región núcleo sigue recibiendo estas lluvias tan necesarias, se monitorea de cerca la evolución del clima y su impacto en la agricultura y la economía local. Productores y autoridades locales están atentos a cómo estas lluvias podrían influir en la producción de cultivos y en la mitigación de la sequía en la región", concluyó BCR.