En el marco del Día Mundial de las Personas con Síndrome de Down (fecha que se conmemora hoy 21 de marzo), este matutino entrevistó a María Eugenia Romero y Sara Chaisi, referentes de la ONG local Avisdown.
La imperiosa necesidad de que se siga hablando de síndrome de Down
Sara Chaisi y María Eugenia Romero, integrantes de Avisdown, aseguran que hay varios ejes de la discapacidad intelectual que el Estado no ha logrado atender. Educación, trabajo y vida autónoma son algunos de los ejemplos
Durante la charla, que duró aproximadamente 45 minutos, surgieron una infinidad de temas que hacen a la vida de las personas con síndrome de Down (SD) y que no han sido resueltos.
Por ejemplo, se habló de educación, trabajo y vida autónoma, derechos que deben ser garantizados por todos los ámbitos del Estado. También se tocaron otros temas como la vida en pareja y la sexualidad, asuntos que hoy se presentan como tabúes pero que deben abrirse al debate.
Educación y trabajo
Sara Chaisi aseguró que, en materia educativa, son muchas las cuestiones que deberían atenderse.
Sin ir más lejos, contó que los establecimientos educativos, en términos generales, no están preparados para recibir a la población con discapacidad intelectual.
“Nuestros chicos necesitan mucho apoyo, no es lo mismo que otras discapacidades, y lo que ocurre es que en las escuelas no disponen de los recursos para tener una maestra especial en un aula acompañando a este chico, entonces el alumno con SD se pierde y termina en un centro educativo terapéutico, que no es una escuela, o bien, en un colegio especial”, manifestó.
Chaisi comentó que la población con discapacidad tiene derecho a ir avanzando en la vida. Eso incluye poder estudiar una carrera universitaria, y más adelante, tener un trabajo digno, en blanco.
“No puede ser que los chicos con discapacidad intelectual que terminan el secundario no puedan acceder a la universidad”, exteriorizó.
En ese marco, contó que en Villa María existen varios casos de chicos y chicas que están alfabetizados y en condiciones de seguir estudiando.
Así como existe el derecho a recibir una educación digna, también está el derecho a desarrollarse plenamente en un ámbito laboral.
“El índice de personas con discapacidad que trabajan es bajísimo”, afirmó Chaisi.
Y agregó: “Existen talleres de formación que no son más que eso, talleres, el problema radica en que no es empleo”.
La mujer puso sobre la mesa el caso de dos chicas con discapacidad intelectual que fueron ingresadas a una empresa láctea. En ese sentido, dijo que se trató de un “hecho milagroso” que no termina de representar a la totalidad de la población, que sigue sin poder acceder al empleo.
“La Municipalidad tiene un plan que se llama ‘Abriendo Caminos’, pero no aporta trabajo en blanco, queremos que nuestros hijos tengan esa posibilidad, así como se ve en otros lugares”, profundizó.
Sexualidad
En lo que hace a la sexualidad, Chaisi dijo que “todavía se deben romper varios prejuicios, principalmente en los padres”.
“La vida autónoma también trae aparejada la posibilidad de que las personas puedan tener pareja. Hay muchos papás que realmente tienen miedo, y que aún cuando sus hijos son grandes, siguen llevándolos de la mano. Son casos en los que no se trabaja la vida autónoma”, dijo la entrevistada.
Al respecto, afirmó que las personas con discapacidad intelectual pueden independizarse y vivir solas, enamorarse y convivir con una pareja.
Siguiendo el mismo hilo, mencionó que entre los derechos de las personas conSD también se encuentra la posibilidad de jugar, de disfrutar y de salir a bailar, acciones para las que pidió políticas públicas realmente inclusivas.