De manera opcional, los pilotos podrán usar chalecos refrigerantes, con un peso que representa medio kilogramo extra si deciden no utilizarlos. Este equipamiento busca reducir el desgaste físico en una pista donde la sensación térmica dentro del habitáculo puede superar los 55°C, con carreras que pueden durar cerca de dos horas.
El nuevo traje, desarrollado por Chillout Motorsports bajo el nombre Cypher Pro Micro Cooler, cuenta con 50 metros de conductos por donde circula líquido refrigerante, controlado por un microprocesador independiente del sistema eléctrico del auto. En 2026 se prevé que este dispositivo se integre completamente a los monoplazas y pase a ser obligatorio, al igual que el halo u otros elementos de seguridad.
Aston Martin confirmó que Fernando Alonso y Lance Stroll serán los primeros en usar los chalecos durante la competencia. El director técnico del equipo, Enrico Cardile, destacó la importancia de equilibrar la refrigeración con la eficiencia aerodinámica: “Abrir branquias en la tapa del motor o ampliar conductos de freno ayuda a ventilar el coche, pero penaliza la velocidad. Es un delicado balance entre confort y rendimiento”.
Pilotos como Lewis Hamilton y Carlos Sainz resaltaron el desafío físico de correr en Singapur, donde pueden perder hasta cuatro kilos durante la carrera. Para Sainz, la combinación de calor y humedad es lo que realmente dificulta la conducción, mientras que Colapinto señaló que será una verdadera prueba de adaptación para cualquier corredor.
Los equipos también prestarán especial atención a la hidratación y al control térmico antes y durante la carrera, considerando que incluso errores mínimos pueden ser críticos en un trazado urbano con muros muy cercanos. Con estas medidas, la Fórmula 1 busca garantizar la seguridad y el rendimiento de los pilotos en uno de los Grandes Premios más complejos del año.
