Aunque la soja hoy es no es la estrella absoluta en los planeos agrícolas de la provincia por la fuerte recuperación del maíz que le disputa protagonismo, los resultados económicos de la última campaña fueron contundentes, especialmente alentados por la suba en su cotización internacional.
Según el informe final de la Bolsa de Cereales de Córdoba, el valor bruto de la producción en Córdoba experimentó un aumento del 63,6% frente a la campaña 2019/20, alcanzando un total de US$ 7.473 millones. Este incremento se debe no sólo a los mayores rendimientos obtenidos respecto a la campaña pasada, sino también a una suba considerable en los precios. El precio FOB a cosecha aumentó un 70% respecto del año pasado, precisó la entidad.
Por su parte, el ingreso bruto de todos los productores de Córdoba en su conjunto presentó una buena performance. Si bien la producción a nivel provincial se contrajo en un 4%, el aumento del 60,3% en el precio disponible en el puerto de Rosario arrojó como resultado un ingreso bruto de US$ 4.615 millones, lo que representa un incremento del 54,4% respecto de la campaña 2019/20.
La producción total de soja durante el ciclo 2020/21 fue de 13.416.100 toneladas en la provincia. La caída del 4% se debe principalmente a una disminución de un 8% en la superficie sembrada, ya que los rendimientos mostraron un leve aumento con respecto a la campaña precedente. “Si bien en las últimas dos campañas se observa un leve descenso en la producción, en comparación con el promedio histórico, se observa una mejora en un 6%”, especificó la Bolsa de Cereales.
A nivel nacional y de acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, la producción cordobesa representa el 29% del total, lo que significa un aumento del 16% en la participación de la provincia con respecto a la campaña previa.
La superficie sembrada fue de 4.011.700 hectáreas, lo que implica un 13% de caída frente al promedio histórico 2007 - 2020. El motivo de esta disminución es principalmente el aumento del área sembrada con maíz en los últimos años, que significa una mejora en las rotaciones. La mayor superficie se encuentra en los departamentos Río Cuarto y Marcos Juárez, mientras que el área bajo riego se concentra esencialmente en la zona norte de la provincia (departamentos Río Primero y Totoral).
En cuanto a su fecha de siembra durante esta campaña, sólo el 33% correspondió a soja temprana (sembrada antes del 15 de noviembre), con el 67% restante a soja tardía (sembrada después del 15 de noviembre) y de segunda.
Esta situación ocurrió debido a las menores lluvias ocurridas durante la primavera.
“Como se mencionó previamente los rendimientos mostraron una leve mejora (7%) con respecto a la campaña 2019/20, alcanzando en promedio 34,9 quintales por hectárea. Este aumento se logró principalmente gracias a la soja tardía, ya que la soja temprana se vio afectada por la falta de agua de la primavera y del verano. A nivel departamental se observaron los mejores rendimientos en secano en la zona sudeste y noreste, en concordancia con la situación histórica.
Esperan casi 130 millones de toneladas de granos para la nueva campaña agrícola
La próxima campaña agrícola alcanzará una producción cercana a los 130 millones de toneladas de granos, según un pronóstico difundido ayer por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Para la campaña 2021-2022 los técnicos de la entidad estimaron 129,8 millones de toneladas, a partir de una recuperación de los rendimientos por hectárea, y con una mayor presencia de maíz que soja por primera vez desde mediados de los 90.
Durante la sexta edición de su Congreso de Perspectivas Agrícolas, la Bolsa de Cereales realizó el Lanzamiento de la Cosecha Gruesa 2021-2022 y anticipó las cifras para el nuevo ciclo productivo.
Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la entidad, afirmó que la superficie sembrada con cultivos extensivos en Argentina se incrementaría 2,1%, hasta 34 millones de hectáreas, que permitirían una expansión de la producción de un 7,2%.
En el discurso de apertura, el presidente de la Bolsa de Cereales, José Martins, señaló que la agroindustria representa el 67% de la exportación de bienes y genera 3,7 millones de puestos de trabajo.
Destacó que la agroindustria argentina está en condiciones de producir 180 a 200 millones de toneladas de granos y oleaginosas de manera sustentable.
Para esto, subrayó la necesidad de tener "reglas de juego claras, que incentiven la inversión".
También ponderó el trabajo del Consejo Agroindustrial Argentino en la búsqueda de consensos.
Copati añadió que por primera vez desde mediados de los 90 se estima una mayor producción de maíz que soja desde el inicio de la campaña.
Según sus proyecciones, con un crecimiento del 8,9%, la producción de maíz alcanzaría los 55 millones de toneladas, convirtiéndose en el cultivo de mayor volumen producido, después de seis campañas consecutivas de incremento del área sembrada.
Por su parte, la soja continúa perdiendo superficie, por séptima campaña consecutiva, llegando a 16,4 millones de hectáreas, la menor de las últimas 15 campañas.
Entre las causas de estos movimientos se destacaron factores vinculados a las innovaciones de manejo en los distintos cultivos, como la diferenciación de fechas de siembra en maíz y la adopción tecnológica.
Sofía Gayo, analista agrícola de la Bolsa de Cereales, manifestó que, a diferencia del maíz, el paquete tecnológico en torno a la soja muestra signos de estancamiento.
Estos cambios en la estructura productiva tienen consecuencias sobre el resto de los eslabones de la cadena de valor.
El economista jefe de la entidad, Agustín Tejeda Rodríguez, subrayó que la cadena del maíz continúa en crecimiento aportando al desarrollo económico, social y ambiental.
Pero, por otro lado, llamó la atención sobre el estancamiento de la cadena de la soja, principal complejo exportador de la Argentina.
"En los últimos años ha aumentado la capacidad ociosa al 40%, en una industria que ha realizado inversiones para moler más de 60 millones de toneladas", agregó el economista.
Gonzalo Dal Bianco. Redacción Puntal