La pandemia caló profundo en la vida de todo el mundo. A pesar de las restricciones, algunos se las rebuscaron para crear y sobre todo conocerse a sí mismos.
Stefano Levrino, el emprendedor adolescente local que va por más
A los 15 años y en plena pandemia creó un soporte para celulares que imprimió con su impresora 3D. Fue un boom de ventas y toda una revolución personal. Hoy está a punto de fundar una agencia de marketing digital
En ese sentido, Stefano Levrino, que por entonces tenía 15 años y cursaba el cuarto año de la secundaria, creó un soporte para celulares que fue boom de ventas en todo el país.
La revolución personal, el acompañamiento de sus padres, la incorporación de mucha lectura, la búsqueda permanente y también el cansancio típico de cualquier ser humano siendo apenas un adolescente.
“Se me cansaba la mano, entonces pensé e imprimí un soporte para el celular con mi impresora 3D. Me descargué varios modelos, pero ninguno me era funcional del todo. Entonces terminé diseñando uno con lo mejor de cada soporte”, cuenta y rememora Stefano sobre la idea que impactó en todos lados.
Imprimió unos soportes y los llevó a un local de accesorios para celulares. Se los compraron a todos, a la semana vendieron 10, así comenzó un recorrido impensado hasta ese momento.
Con un par de meses de trabajo Stefano había comprado otra impresora 3D y alquilado otras dos.
La demanda de su producto seguía creciendo, pero el proceso de fabricación era lento. Demoraba 6 horas para hacer un soporte en cada impresora.
El emprendimiento no paraba de crecer y los pedidos tampoco.
Tanto buscar en la web encontró el proceso de inyección de plástico, que permite abaratar costos y multiplicar la producción.
Hoy no está tan arriba de los soportes pero admite que son su única fuente de ingreso. Los objetivos van por otro lado y así lo cuenta.
“El emprendedor es una persona que nunca debería dejar de aprender. En este momento lo estoy haciendo, también es una etapa de aplicar lo que he aprendido. Todo el conocimiento que adquirí con la teoría lo estoy volcando en mi día a día”, dice Stefano como carta de presentación.
-¿Cómo es tu relación con el emprendimiento del soporte que tanto te dio?
-No estoy tanto en la venta de los soportes como sí estaba tiempo atrás, pero es mi única fuente de ingreso por lo tanto no lo puedo descuidar. Ya no salgo a las casas a vender, sino que lo trabajo online con clientes que ya tenía de antes y con alguno que consigo a través de las redes sociales.
-¿En que situación estás dentro del emprendedurismo?
-Ahora estoy abriendo una agencia de marketing digital con un creador de contenidos de Buenos Aires y en cuestión de números es mucho más grande que yo, pero nos conectaron los proyectos.
-¿Te pusiste a pensar en algún momento hasta dónde llegaste con tan sólo 15 años?
-Sí, soy consciente de lo que logré, hubo gente que me abrió las puertas de sus empresas como Víctor Pevere, de Juntamas, me orientó en cómo hacer todo, mis padres que me ayudaron a vender llevándome de ciudad en ciudad, cargando los soportes en una mochila y los números.
“He tenido contactos con otros adolescentes porque creo contenido a través de las redes sociales, algo que surgió hace unos 8 meses y de forma part time y que no le dediqué tanto. Me piden consejos de cómo vender o generar plata, cómo estudiar”, dice sobre los contactos con otros adolescentes emprendedores.
-¿Qué significa emprender para un adolescente?
-Emprender significa aportarle valor a la sociedad de alguna forma. Creo que las empresas antes nacían con el único fin de hacer dinero y hoy están mutando con causas sociales, eso es que se dedican a resolver temáticas y donde el fin último no es sólo ganar dinero sino solucionar o resolver determinado problema.
-¿Cómo ves a los jóvenes emprendedores en la ciudad y a nivel país?
Cada vez hay más jóvenes que quieren emprender, a veces pienso si es bueno o malo. Lo que me planteo es que a tan corta edad querer generar dinero no está bueno, trae problemas de estrés, dolores corporales y físicos también por buscar incorporar conocimientos todo el tiempo. Por otra parte los emprendedores son necesarios, sobre todo en un país como Argentina, los padres juegan un rol importante. Está muy bueno el apoyo pero no quemarse la cabeza y es importante saber parar en el momento justo, tomarse el tiempo, no comerse el mundo en 7 días. El incentivo de emprender es fantástico pero con la premisa de hacerlo con cuidado, sobre todo en adolescentes.
-¿Qué te dejó ese boom comercial que tuviste con 15 años?
-Me dejó mucho aprendizaje. Mientras uno antes se la da contra la pared, también aprende y puede lograr los objetivos.
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