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La rebeldía del "santo" tucumano

El sábado, la Mesa de Primera Nacional emitió un comunicado de respaldo a la gestión y decisiones del titular de la AFA, Claudio Tapia. Firmaron 31 de los 32 clubes. San Martín de Tucumán, no. Fue fiel a sus convicciones

La AFA de Claudio Tapia dio por terminada la temporada del fútbol.

También determinó suprimir los descensos, lo que resultó un alivio para los clubes que participaban de la Copa de la Superliga, en la que se definían los descensos.

El criterio fue distinto para los clubes que pugnaban por ascender. Es que se dejó librado para una vez que se reanude la actividad, lograr en cancha dichos ascensos. San Martín de Tucumán y Atlanta lideraban sus respectivas zonas y no tardaron en reclamar que si los torneos terminaron, se les otorguen los 2 ascensos.

Hasta el presidente de Atlético Tucumán, Mario Leito, junto a todos los diputados nacionales tucumanos reclamaron a la AFA que le otorgue el ascenso al “santo”.

“Llevamos a vuestro conocimiento el creciente malestar social expresado por nuestras bases -sin distinción de pertenencias políticas, sociales y deportivas-, producto de la decisión de resolver los ascensos de categorías de un modo diverso al adoptado para la definición de los descensos”, señalaron oficialistas y opositores.

La nota lleva membrete de la Cámara de Diputados de la Nación, y agrega: “Se ha premiado el mérito deportivo de los equipos de Primera, que han accedido así a las copas internacionales como la Libertadores y la Sudamericana”.

En cambio, en la Primera Nacional, “ese criterio, inexplicablemente, se ha dejado de lado en la resolución”. “Al trato desigual a las instituciones, no pasará inadvertida la clara desigualdad económica”, apunta la misiva que añade: “Palpitamos el malestar creciente que ha generado en nuestra provincia la decisión de la institución que usted preside, razón por la cual trasladamos nuestra preocupación para su conocimiento e intervención directa”.

Por último indica: “Solicitamos que en honor al Federalismo Futbolístico, y el respeto al mérito deportivo, se revise la resolución y se aplique idéntico tratamiento a los ascensos que el dado a los descensos”, y es contundente al expresar que “si se da por terminado el torneo, termine efectivamente para todas las instituciones, arribando de este modo a una resolución que preserve el deporte, la transparencia y justeza de las decisiones en beneficio de toda la comunidad futbolística”.

Tiene razón, pero marche preso

Se puede estar o no de acuerdo con el pedido de ascenso (deberían definirse en la cancha, al igual que los descensos). Lo que no se puede ocultar es que, como indica la nota, existe una inocultable arbitrariedad y ausencia de igualdad de trato para los clubes de Primera y los de Primera Nacional (ni hablar con respecto al Federal A, y a las Ligas). A lo que se agrega que San Martín observa una vez más la postergación permanente de la AFA hacia los clubes del interior.

Claro que evidentemente cuando la reelección de Tapia es el hecho más importante de la cuarentena del fútbol argentino, esta rebeldía deja “apuntado” a San Martín.

Esa exposición se agiganta cuando sobre 32 clubes, son 31 (incluso Atlanta, que también pidió el ascenso) los avales para Tapia en la nota que el sábado elevó la Mesa de la Primera Nacional presidida por Marcelo Achile a los clubes para apoyar las decisiones de AFA.

El apoderado legal “santo” Fernando Santillán había presentado el recurso de reconsideración para intentar modificar la decisión del Comité Ejecutivo, pero el titular de AFA declaró fuerte: “Los ascensos se dirimen en un campo de juego”.

Atlanta, a través del juez del Tribunal Fiscal de la Nación, Miguel Nathan Licht, fue por otro camino. “Esto no es ganar en la cancha. Simplemente es el desconocimiento de los estatutos de FIFA, Conmebol y AFA. Todo principio de justicia deportiva”, sentenció el magistrado. Pero el “bohemio” firmó la misiva el pasado sábado.

No te olvides lo que pasó

No son pocos los que recuerdan que junto a Talleres de Córdoba, San Martín lideró el movimiento para crear la Liga del Interior en la década del 70, pero fue traicionado por Talleres, que de la mano de Amadeo Nuccetelli se instaló en la AFA con el proceso militar como bandera y la Ley 1.309 como imposición para acabar con los derechos y los ideales del fútbol chacarero.

Julio Grondona descabezó así al fútbol del interior al apropiarse de Talleres (por la misma vía luego llegarían Instituto y Racing al fútbol de Buenos Aires, que ya tenía directamente afiliados a los santafesinos Colón, Unión, Newell’s y Rosario Central, entre otros), y crearía luego el Consejo Federal, que somete a los clubes de las Ligas amateur.

San Martín de Tucumán quedó solo y en la vía en los 70, en su intento por crear la Liga del Interior (con idénticos derechos a la AFA de los porteños y bonaerenses, como existe en Brasil).

La historia vuelve a repetirse. El “santo” quedó solo. Su rebeldía no tuvo apoyo ni de Atlanta, el otro que pide el ascenso. Tiene razón, pero ya nadie cree en los “santos”.