Un niño de 11 años murió y al menos otras cinco personas resultaron heridas hoy cuando un joven de 17 años, también fallecido, irrumpió a balazos en un colegio secundario en la localidad estadounidense de Perry, en el estado de Iowa, poco antes del inicio de clases.
El tirador fue identificado como Dylan Butler, quien según la policía actuó solo.
Hasta esta noche no se conocían los motivos que lo llevaron a cometer el crimen, mientras la policía estaba rastreando las redes sociales, en las que aparentemente estaba activo.
Según fuentes extraoficiales, Butler había publicado una foto en TikTok poco antes de entrar en acción: la imagen lo mostraba en lo que parece ser el baño de la escuela e iba acompañada del mensaje "ahora esperamos".
La policía encontró un artefacto explosivo "rudimentario" dentro de la escuela secundaria, que luego fue desactivado.
El presidente Joe Biden siguió de cerca lo ocurrido, dijeron fuentes de la Casa Blanca a CNN, que apuntaron que el mandatario estaba en contacto con la oficina de la gobernadora Kim Reynolds.
Reynolds dijo que estaba monitoreando la situación.
"Nuestros corazones están rotos por esta tragedia sin sentido. Nuestras oraciones están con los estudiantes, profesores y familias de la Comunidad Perry", escribió en la red social X.
El escenario de la tragedia fue un instituto de Perry, una pequeña ciudad de 8.000 habitantes a 60 kilómetros de Des Moines, capital de Iowa, el pequeño estado rural donde comenzarán las primarias republicanas el 15 de este mes y en el que las armas circulan con bastante libertad.
El atacante entró en acción a las 7.37, unos 20 minutos antes de que comenzaran las lecciones del primer día de clases después de las vacaciones de Navidad.
"Afortunadamente en ese momento había pocos estudiantes y profesores en el edificio, de lo contrario podría haber terminado peor", expresó el sheriff local Adam Infante, que en la primera conferencia de prensa del día se limitó a decir que varias personas habían sido atacadas sin precisar el número y las condiciones, a la espera de contactar a la familia.
Butler se suicidó tras la matanza y verse luego cercado por la policía, revelaron medios locales.
Aún se desconocía la dinámica del tiroteo.
Testigos dijeron que escucharon varios disparos lejanos y comenzaron a correr hacia el campo de fútbol o se atrincheraron en las aulas.
La policía llegó a los siete minutos, con un gran despliegue de vehículos y hombres. También se movilizó un helicóptero para transportar a los heridos.
Perry High School es parte de un distrito escolar de 1.785 estudiantes e incluye escuelas intermedias y secundarias en el mismo edificio.
No muy lejos se encuentra la escuela primaria, que también fue cerrada. Una vez finalizada la emergencia para los "tiradores activos", se creó un centro para reunir a padres y alumnos, según la agencia de noticias ANSA.
En Estados Unidos un adulto de cada tres posee al menos un arma y casi un adulto de cada dos vive en una casa donde hay un arma.
La consecuencia de esta proliferación es la altísima tasa de muertes por armas de fuego, incomparable con las de otros países desarrollados.
Excluyendo los suicidios, casi 19.000 personas murieron a causa de la violencia armada en 2023 en el país, según la asociación Gun Violence Archive (GVA), que apuntó que el año pasado se registró una baja de alrededor del 8% de los fallecidos en relación con el año anterior.
Las escuelas son periódicamente escenario de ataques de esta naturaleza.
En mayo de 2022, un hombre mató a 19 estudiantes y dos maestros en la escuela primaria Robb en la ciudad de Uvalde, Texas.
Y en febrero de 2018, un ex estudiante de secundaria en Parkland, Florida, disparó y mató a 14 estudiantes y tres adultos en cuestión de minutos, armado con un rifle semiautomático. Fue sentenciado a cadena perpetua.
Biden, en tanto, sigue presionando al Congreso para que tome medidas
enérgicas contra el uso indiscriminado de armas, pero los republicanos se oponen.