En el marco de una fiesta clandestina, surge una discusión entre tres jóvenes. Uno de ellos saca un revólver y se lo alcanza a su amigo, quien efectúa un disparo. La bala se dirige hacia la inmensidad de Juan Cruz Díaz, un joven de 25 años, quien es trasladado con urgencia al nosocomio público de barrio Ramón Carrillo. A los pocos minutos de haber ingresado, fallece. El hecho ocurrió una madrugada de noviembre de 2020, en el marco de una previa organizada por adolescentes en el parador Puerto Madero, en la costanera, del lado villamariense.
Por el asesinato de Díaz, ayer a la mañana fueron juzgados en el quinto piso de Tribunales de Villa María, donde habita la Cámara del Crimen, los autores de tan sangriento episodio: Pablo Fernando Fuentes (27) y Manuel Francisco Schneider (23), quienes confesaron lisa y llanamente la comisión del delito.
Tras la confesión, la jueza Edith Lezama de Pereyra le impuso a Fuentes y Schneider la misma pena: 10 años y 8 meses de prisión.
El juicio oral y público fue de trámite abreviado, ya que ambos reconocieron tanto la existencia del hecho como su participación en él. En esa línea, hubo coincidencias con el pedido de pena que elevó el fiscal de Cámara Francisco Márquez, quien precisamente solicitó ante el Tribunal 10 años y 8 meses de encierro. Los abogados de Fuentes (Brian Chiaraviglio y Analía Nicoli) y la defensa de Schneider (Javier Marcos) acompañaron la solicitud realizada por el funcionario judicial.
Tratamiento psicológico
Tras el juicio, el abogado Javier Marcos destacó la buena voluntad que tuvieron los imputados al admitir el hecho, ocurrido en un contexto festivo y ante una importante cantidad de jóvenes, quienes también participaban de la previa.
“Puse de manifiesto a la doctora Lezama la necesidad de que los jóvenes realicen un tratamiento psicológico, acorde a la problemática delictiva y a sus problemas con las adicciones”, aseguró ante Puntal Villa María el defensor.
Y agregó: “En este caso, se conjugaron dos factores nocivos, que son las malas conductas y los malos comportamientos sociales, que se encontraban naturalizados por estos dos chicos, y el consumo de estupefacientes”.
Marcos pidió “un tratamiento adecuado” para que los acusados “puedan reinsertarse socialmente”, ya que se trata de “dos personas jóvenes”.
Por último, aclaró que, si bien la pena impuesta fue la misma, los delitos no tuvieron coincidencias. En ese sentido, mencionó que Fuentes fue hallado culpable del delito de homicidio. Schneider, en tanto, fue condenado por su rol de partícipe necesario.
Cabe señalar que las investigaciones corrieron por cuenta de la fiscal Silvia Maldonado.