Siete amigos hicieron más de 2.200 kilómetros para acompañar al piloto sensación de la Fórmula 1 en el Gran Premio de San Pablo. La historia de una aventura que se gestó en un asado y que espera seguir sumando capítulos. “Lo importante es la unión y la amistad pura y sana”, dijeron
Gabriel Celada, uno de los siete protagonistas de esta historia, relata cómo se gestó el viaje y todo lo que hicieron para cumplir el sueño de estar en el popular Autódromo de Interlagos, San Pablo, sede de un nuevo Gran Premio de Brasil de la Fórmula 1.
Por todos los costados del predio se ven banderas argentinas. En algunas se vislumbra un rostro muy conocido por estas tierras. Unos rizos asoman por la parte superior de la cara y una sonrisa se gesta más cerca del mentón. Dicen que se trata de un fenómeno nacional que se presentó hace poquito tiempo en la máxima categoría del automovilismo internacional. Se llama Franco Colapinto. Por ese joven piloto nacido en Pilar hace ya 21 años es que siete amigos de Pozo del Molle decidieron embarcarse en esta aventura.
Suenan los motores en el Autódromo José Carlos Pace y se corre una de las pruebas. Gabriel (Celada) se toma un momento para contar la locura que están viviendo junto con su hermano Germán y el resto de la banda. Están Gerardo Mano, quien oficia de cocinero, Claudio Ortiz, Mariano Rossetto y Alfredo y Mario Mecchia. Todos amigos, todos choferes, todos fierreros, todos indispensables para que se cumpla el sueño del viaje. Cuatro de ellos son cincuentañeros y otros tres ya pasaron la barrera de los 60.
Salieron de Pozo del Molle el pasado lunes y viajan en un motorhome que lleva el nombre de Victoria 2020. El vehículo, casi por obviedad, tiene una foto de Franco Colapinto. También una imagen de los siete amigos y una calcomanía de las Islas Malvinas.
“Manejamos los siete para ir rotando y no cansarnos”, comenta Celada.
“La idea de comprar el motorhome surge en 2020, cuando nos juntábamos en un campo que se llamaba La Victoria, por eso el nombre. Cuando lo compramos estaba sin equipar y le tuvimos que hacer siete camas”, recuerda Celada en declaraciones a Puntal Villa María.
Y sigue: “Ya hicimos varios viajes siguiendo el TC 2000. Fuimos a las Termas (de Río Hondo), a La Pampa, Rafaela y Paraná. Después surgió la idea de venir a la Fórmula 1 a alentar a Colapinto”.
En el viaje, los amigos se fueron turnando para tomar el mando del volante. “Viajamos tres días: el primero durante 16 horas; el segundo, 14 horas y así hasta llegar; manejamos los siete para ir rotando y no cansarnos, dos horas cada uno”, expresó el entrevistado.
La banda de Pozo del Molle comparte su experiencia en una cuenta de Instagram que lleva el nombre del motorhome: Victoria 2020.
“El sentido de todo esto es dejar un mensaje, la amistad es lo más lindo que hay y poder compartir esto con amigos, una bendición”, menciona Celada.
Y agrega: “Es increíble vivir esta aventura a esta edad. Casi todos tenemos 50, excepto tres que tienen 63, 65 y 66 años. Recomiendo a la gente que se haga el tiempo. El trabajo te espera y los compromisos se pueden acomodar”.
“Lo importante es la unión y la amistad pura y sana que tenemos; nunca existe un problema, nunca una discusión, nunca alguien enojado, eso es lo más lindo que nos llevamos”, exteriorizó el vocero del grupo.
Cuando finalice la carrera de hoy (prevista para las 12.30 horas de Argentina), el grupo volverá a subir al motorhome y emprenderá el regreso. Eso sí, antes aprovecharán la cercanía geográfica para visitar las bellas playas de Camboriu y Florianópolis. “Vamos a andar por ahí una semanita”, cierra.
Un grupo de amigos hizo más de 2.200 kilómetros para estar en una nueva fecha de la Fórmula 1 acompañando al piloto argentino Franco Colapinto.