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Dios salve a las nuevas reinas

Las chicas de Universitario se consagraron campeonas oficiales de la Liga Villamariense de Fútbol. Le arrebataron la corona a Alem, luego de empatar 0-0. Habían vencido por 3-1 en el encuentro de ida. Final caliente del torneo

Ante mil personas en Plaza Ocampo, igualó sin abrir el marcador ante Alem de Villa Nueva, al que despojó del trono por haberse impuesto 3-1 en la final de ida, con dos goles de Agustina Oviedo y otro de Micaela Gamba.

A las “leonas” se les escapó la corona cuando ganaban 1-0 en el primer duelo con gol de Florencia Mattalía y no resolvieron un pleito que la “U” ganó inobjetablemente.

Alem dejó su reinado después de sumar más puntos que el resto de los equipos, pero el campeonato finalizaba con playoffs y, en el “mata-mata”, la “U” fue mejor.

Cuesta aceptar la derrota. Habrá que escapar a la intolerancia y la ausencia de sentido común que les impide a los segundos ser elogiados por su gran cometido en una competencia que está creciendo.

Sin embargo, para que siga creciendo habrá que estar a la altura y respetar a las reinas. Universitario estuvo a la altura y Alem sólo en lo deportivo también, pero ayer desbarrancó emocionalmente.

El fútbol no es para calientes.

Ayer el espectáculo dejó de ser una fiesta del fútbol femenino y se desnaturalizó, cuando intentaron agredir repetidamente a la jueza cordobesa Evelyn Luján, que sancionó un penal restando 2’ para Universitario. ¡Dios salve a la reina del arbitraje! Es que no había policías, ni ninguna medida de seguridad que evitara que jugadoras y el público pudiesen ingresar al campo a agredir a las máximas autoridades del fútbol. Fue grave, pero pudo ser mucho más grave.

Sin prevención y sin autocrítica, seguirán existiendo hechos repudiables de violencia en la querida Liga, que tiene 108 años de vida, y hay que estar a la altura para salvarla, protegerla y prestigiarla.

Nuevas reinas

Universitario supo jugar las dos finales. Explotó sus virtudes, minimizó su margen de error, mantuvo el orden, respetó y se aferró a un plan, y no se descontroló nunca.

Esas fueron las diferencias con Alem, que fue el mejor del torneo, pero no de una final que empezó ganando. Ante la primera adversidad, se descontroló emocionalmente, perdió el orden y la pelota.

Las campeonas aprovecharon ese segundo tiempo del primer duelo para convertirle 3 goles, algo inédito en todo el torneo para la férrea defensa de Alem.

Ayer no le alcanzó para remontar dos goles, que por falencias individuales y colectivas, existieron en el primer partido. La “U” sostuvo los laureles que supo conseguir. Se sintió reina y protegió su castillo.

Con alma de “leonas”, impulsadas por la multitud que acudió pensando en continuar con los festejos del equipo masculino, Alem tuvo el descuento en los pies de su goleadora Sofía Correa a los 12’, pero Celeste García se lo negó.

El empuje de las “tricolores” se transformó en desesperación y el orden de la “U” alcanzó para reinar. Incluso su capitana Yanet Vieyra tuvo la ocasión más propicia para abrir el marcador, pero el balón besó el palo izquierdo.

El entretiempo le devolvió el aire a Alem, pero no la tranquilidad. García envió al córner un centro cerrado de Dalma Aranda (6’) y Contreras buscó con los ingresos de las jóvenes Villarruel y Marinelli sostenerse en campo contrario, lo que no significó profundizar.

La “U” se refugió en la seguridad de Vieyra barriendo a las espaldas de las seguras Prida y Pedraza, con Bianciotto apuntalando ese firme triángulo defensivo, y Paul patrullando delante de ellas, para escapar con la pegada distinta de Gamba, y la velocidad de Villegas y Quinteros. Oviedo y Aguirre esperaban para sentenciar la serie.

Fiamma Sepúlveda se ubicó más arriba y tuvo un par de chances, pero García fue figura del partido.

A ese bastión inexpugnable de las nuevas reinas, sólo le faltó explosión ofensiva. Córdoba le negó el gol a Quinteros y luego a Villegas, quien insistió y restando 2’ definió, pero aunque salvaron en la línea, la jueza cordobesa Evelyn Luján sancionó penal de la arquera.

A los empujones las “leonas” la llevaron del área hasta los vestuarios, donde recibió agravios de gente que se filtró en una zona en la que no hubo seguridad para nadie. Volvió la reina del arbitraje al campo (pero expulsó a Moyano y Sepúlveda, e informaría a más). Sólo hubo tiempo para que Vieyra elevara el penal, pero a continuación levantó la copa. Universitario gritó campeón en un final caliente.