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“La educación es el único camino para cambiar malos hábitos de tránsito”

La especialista Mabel Rametta brindará jornadas de capacitación para docentes de todos los niveles. Recalca que al control y la sanción debe sumarse la prevención: “Es un proceso lento, pero duradero”

Mabel Rametta es licenciada en administración, técnica superior en Seguridad Vial, y además docente. “Lo llevo en el alma, es una vocación”, define al respecto. El sábado llegará a la ciudad para brindar una jornada de capacitación destinada justamente a docentes de diferentes niveles, denominada “La Educación Vial en las aulas”.

La propuesta de formación se desarrollará a lo largo de dos jornadas, la primera de 6 horas y la siguiente -el sábado 28- de 3, evaluativa. “Es una temática que es transversal y obligatoria, que puede darse en todos los niveles y espacios curriculares”, insiste, para luego recalcar que del encuentro pueden tomar parte maestros de Matemáticas, Lengua, Plástica o Educación física. 

Rametta, en diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA, entiende que la propuesta educativa aporta elementos que permitan generar “ciudadanos responsables en el uso y manejo de la vía pública, y también en la convivencia de los espacios comunes. Se le busca dar herramientas a los docentes para que puedan incorporar los contenidos de educación vial a cada nivel educativo y a cada espacio curricular. Si se trabaja como proyecto institucional, mejor todavía”.

E insiste en que “si a un niño se lo forma desde el nivel inicial, los contenidos son progresivos y cada vez se profundiza más. Entonces formado desde niño adquiere ese hábito”. Acerca de la formación a temprana edad sobre una problemática tan vigente en la actualidad, considera que el objetivo es que los alumnos “vayan adquiriendo las normas de comportamiento vial, que los que somos más grandes no las tuvimos. Lamentablemente, conociéndolas no las aplicamos, como el uso del casco: todo el mundo sabe que tiene que usarlo, pero lo lleva en la muñeca o el codo”.

Un proceso de años

Sobre el inicio de las jornadas de capacitación, Rametta recordó que en el año 2007 se le empezó a dar un mayor énfasis a la problemática vial y la necesidad de avanzar en la ansiada seguridad, a punto tal que a nivel provincial “derivó en la creación de la Policía Caminera y demás”.

La especialista entendió que para atacar la accidentología existen tres pilares: prevención, control y sanción. “Cuando interviene la -Policía- Caminera se fue directamente a la parte de control y sanción, pero entiendo que se dejó sin fortalecer o atacar el sector educativo, que tiene un efecto aunque más lento, pero duradero en el largo plazo”.

“Sino se cambian esas conductas o malos hábitos es muy difícil lograr resultados. Los chicos que salen a correr picadas saben que no lo tienen que hacer, o cuando se exponen a riesgos de acostarse sobre las motocicletas, o el que conduce alcoholizado”, reflejó, para presentar el ejemplo del juez que conducía alcoholizado, cuyo caso se viralizó días atras: “él mismo decía la cantidad de gente que había procesado. El juez debe impartir justicia o hacer de control, y es el que menos da el ejemplo”.

Abordada sobre las potenciales causas de un fenómemo que parece agravarse con el correr de los días, Rametta consideró que “Estamos fallando como sociedad en el respeto de la norma, porque el juez se cree que siendo juez tiene derecho a incumplir la norma, lo que es peor todavía. A los chicos hay que hacerles ver cuáles son las conductas riesgosas, detectarlas y actuar en materia de prevención para que el accidente no se produzca, evitar el accidente”.

“El camino es la educación”

“La prevención es fundamental, y el camino es la educación. La única forma de hacerlo es educando, ya que es la forma de cambiar las actitudes, conductas o malos hábitos, y aparte uno puede tener noción de los efectos y consecuencias que puede producir el no acatar la norma. La ley no está para labrar actas y recaudar. Si tengo que usar casco no es para que me pongan una multa, es porque si tengo un accidente, mi cabeza esté protegida. Lo mismo pasa con el cinturón, o por donde debo cruzar las calles, o acatar las señales de semáforo”, consideró la especialista.

Entendió que el proceso de formación en material de educación vial comienza desde temprana edad: “si uno adquiere -los conceptos- desde niño, los incorpora y naturaliza, y no que naturalizamos conductas erroneas, equivocadas o riesgosas, que no son las adecuadas como por ejemplo los papás que llevan a 3 niños en una moto. Eso se ve como natural, y no debe ser así. Tiene que saber que hay una legislación que prohíbe llevar a niños menores de 10 años, y aparte que no puede llevar a más de un acompañante y si es un ciclomotor a ninguno, sin embargo como todos lo hacen, se justifica”.

Durante la charla con este medio, Rametta resaltó en varias ocasiones la necesidad del respeto, y la necesidad de reafirmar los valores, que “hoy en día hace mucha falta trabajarlos en la sociedad. Hoy en día que tenemos tanta violencia, agresividad y se lo relaciona con otros temas como la violencia de género, familiar, en la calle, porque cualquiera cree que tiene derecho a pegarte porque le rallaste el auto”.

“Va mucho más allá que lo que es estrictamente los contenidos de educación vial, que se dan de acuerdo a las ordenanzas municipales, leyes provinciales y nacionales. Se tiene que aprender a interpretar señales, cuáles son las normas de comportamiento vial, que generalmente no se dan o no se explican, y que son de cumplimiento de todos”, sostuvo. 

La charla del sábado será de 9 a 15 en el Salón del Bingo, en la terminal. La evaluación será el sábado siguiente, en el mismo lugar (9 a 12).

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