Siempre es un placer dialogar con Ulises Mansilla, coordinador del Área de Captación y Scouting de Vélez Sarsfield.
Alem de Villa Nueva lo invitó y surgió la posibilidad de una prueba, pero además formalizó un vínculo entre ambos clubes.
El cordobés que jugó en el triple ascenso de Racing de Córdoba en los 90 aportó datos de la actualidad de la entidad de Liniers, pero además dejó recomendaciones y mensajes claros y contundentes para los jugadores y familiares.
“El buen jugador siempre llega. No es necesario pasear a los chicos por tantas pruebas de clubes que promueven el circo del fútbol profesional. Si el pibe se destaca, lo vamos a venir a buscar. Si Vélez no viene, vendrá otro club del profesionalismo, pero no se perderá. No hay apuro. Los chicos tienen que crecer con identidad en sus clubes, y antes o después, al talentoso, al distinto lo van a buscar”, aseguró.
El exayudante de campo de Gabriel Heinze explicó que “Vélez trabaja a sus pibes con sus formas y su identidad. No se aparta de una línea que va más allá de los nombres que dirijan a la Primera”.
Por un minuto de amor
En el mundo del fútbol, los ideales parecen estar en segundo plano y transforman en una carnicería la lucha por llevarse a un jugador, al que luego “devuelven” en la mayoría de los casos con golpes anímicos difíciles de superar. “Vélez no apunta a llevar jugadores por cantidad. Hay una idea de formar al jugador. Por algo le dicen ‘la fábrica’ y necesita que llegue el jugador del club para venderlo”.
Agradeció la “hospitalidad del club Alem. Nos recibieron de la mejor manera. Agradezco a los chicos y a los padres. Hemos generado un vínculo con el club Alem”.
Indicó que “Vélez está abierto a ver a los chicos de Alem y de la zona. La impresión es muy buena. Los chicos tienen que desarrollarse sabiendo que Buenos Aires no es el único camino”.
Destacó que “hoy las áreas de captación están muy fuertes en la mayoría de los clubes de Primera”.
Recordó que “en nuestra zona, en los 90 los chicos teníamos que ir a Newell’s o Central. De última a Renato Cesarini. Hoy captan hasta los equipos de B Nacional o Federal A. Hay escuelitas que captan por regiones, como las escuelitas de Mascherano, la CAI, Deportivo McAllister, Maipú de Mendoza, donde Godoy Cruz los representa en Primera. Córdoba se hizo fuerte con el arribo de 4 clubes de la capital en las dos categorías superiores y otros 3 más del interior”.
Señaló que “los clubes de Buenos Aires vienen a buscar lo que les falta. Vélez no capta a granel, a eso lo hace en Buenos Aires desde el baby. En el interior, Vélez genera vínculos con clubes, que nos permite receptar el informe sobre jugadores de cada región”.
“El chico debe jugar en su club”
Insistió en que “lo importante es que el chico entienda que tiene que jugar en la Primera de su club. Utilizando las herramientas que tiene el club, se puede proyectar desde allí. Con 15, 16 o 17 años puede estar jugando en Primera”.
Entonces “no necesitará probarse en ningún lado. Si hay un adolescente que se está destacando en una Primera de Liga, enfrentando a jugadores de 30 años, no va a ser falta ir a probarse. Al contrario, lo van a venir a buscar, porque nos enteraremos los que estamos trabajando en el rubro”.
Entiende que “lo que debemos inculcar es que esto empieza todos los días. No es sólo destacarse cuando alguien viene a captar. Esa es la realidad. No es tan simple como que alguien viene de Buenos Aires, te sube a un auto y te lleva”.
Explicó que “el camino es mucho más profundo y largo. Vélez prioriza los vínculos con los clubes. Si hay un jugador que tiene el perfil para incorporarse a Vélez, genera ese vínculo con el club de origen, la familia y Vélez”.
Ejemplificó: “Si hoy capto a un jugador de clase 2012, obviamente Vélez no lo va a llevar hoy a Buenos Aires. Es necesario aportar a que ese jugador realice un proceso, que no alargue la brecha entre el trabajo que hacen acá y el que hacen los pibes en Vélez”.
Destacó que “además de jugar en Vélez, allá juegan torneos relámpagos y es otro el nivel de competencia. A partir de la primera visoría, el vínculo ofrece herramientas, cargas de conceptos y acompañamiento con los coordinadores, lo que permitirá que juegue en la categoría superior y cada tanto vaya a Buenos Aires a jugar y sienta el cambio. Acompañamos al jugador en el proceso. Eso es clave”.
“La fábrica necesita vender”
Con respecto al proceso de Vélez con los juveniles dijo: “Tenemos una pensión para 35 jugadores para todas las categorías hasta los 18 años”.
Aclara que “hay muy pocos jugadores del interior, porque esos 35 lugares son para chicos desde novena a quinta, que es 2005. Al captar al jugador hay un filtro. Son entre 50 y 60 jugadores por categoría en las 3 líneas: AFA, Vélez Metro, y Vélez A. A ellos se suman los jugadores del interior que están en el proceso de ir a Buenos Aires. Es decir, que si son 10 los que van del interior, sólo 4 van a quedar. Ese filtro es muy selectivo”.
Recalca que “en la gran mayoría de los clubes profesionales es así. Quizás no todos digan la verdad”.
Destaca que “para poder convertir a un jugador del interior en un juvenil del club, el filtro es grande. Más en Vélez, porque apostamos al proceso completo desde infantiles a primera, porque hoy más del 75% de los jugadores de primera fueron formados en Vélez durante 10 años”.
Explica que “eso nos diferencia. Por eso Vélez necesita vender a sus jugadores para sostener “la fábrica’. La llaman así porque constantemente está proyectando a los jugadores que forma, para vender, y así sostener el proceso”.
“Apuesta al proceso completo”
Mansilla consideró que “Vélez forma a sus propios jugadores desde niños para venderlos y así sostener su estructura”.
Agrega que “desde 2019 estoy en el club y se vendió desde el ‘Mono’ Vargas, Nicolás Domínguez, Lucas Robertone, Braian Cufré, Thiago Almada, Luca Orellano, Máximo Perrone y varios más. En 4 años, fueron 9 o 10 ventas a mercados muy importantes. Además hay préstamos y una camada que se renovó con Julián Fernández, Valentín Gómez, Santiago Castro, Osorio, Mateo Seoane. Es una fábrica de jugadores”.
Asegura que “la estructura baja una misma línea de infantiles a reserva. El fútbol profesional recibe a jugadores con una característica. En Vélez aparecen extremos y volantes internos, porque todas sus categorías juegan 4-3-3. Se está implementando jugar con 2 puntas, pero el DT de primer llega con sus formas. La secretaría técnica, con Christian Bassedas, busca una línea determinada de entrenador. Hubo cambios con Pellegrini, Medina y Gareca, más el interinato de Vacari, pero la estructura de formación no ha variado mucho en estos 4 años”.
Estimó que “Vélez es un club ordenado y, aunque cada uno le aporta su impronta y suma algo a los lineamientos, no hay cambios de entrenadores masivos. La metodología se mantiene. Puede cambiar la cabeza, un coordinador general, pero no los DT. Guillermo Moriggi es coordinador general y antes fue DT de la reserva y trabajó con juveniles. Reemplazó a Sebastián Pait (hoy coordinador general de River) y me sumó como coordinador. No hubo cambios radicales, y el jugador mantiene identidad”.
Del fútbol cordobes dijo: “Debió estar así hace muchos años. Córdoba debe tener 4 o 5 plazas en Primera. Me hace feliz. Le da más chances al jugador de Córdoba y del interior de la provincia para que no sufra tanto el desarraigo”.