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Sólo 29 días para que caiga la ley de biocombustibles: ¿hay nuevo proyecto?

Finalmente, mañana podría presentarse formalmente la propuesta del oficialismo en la Cámara de Diputados que tendría como novedad la incursión del Estado en la planta de etanol de Vicentin. Preocupación en el sector

En la reunión de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, a mediados del mes pasado, el diputado nacional por Santa Fe del Frente de Todos Marcos Cleri dio un pantallazo de lo que pensaba el oficialismo con respecto a la ley de biocombustibles: había que reducir el corte en las naftas que actualmente tienen, diferenciar entre pymes y empresas más grandes y favorecer a las primeras y hasta deslizó que fue una pérdida de oportunidad la de Vicentin para el Estado, que finalmente fue y vino y no terminó de avanzar en el control de la empresa de Avellaneda, Santa Fe, para que el Gobierno ponga un pie en el mercado de las exportaciones de granos y hasta la producción de etanol. Vicentin posee una industria de bioetanol a base de maíz que fue una de las cinco primeras en ponerse en marcha en el país bajo el paraguas de la ley 26093, que está a punto de perder vigencia el 12 de mayo. Las otras cuatro están en Córdoba (Bio4, en Río Cuarto; ACA Bio, en Villa María; y Promaíz, en Alejandro Roca) y San Luis (Diaser). A esas después se les sumaron una decena de minidestilerías, mayormente en Córdoba y montadas en campos de productores que avanzaron en la integración de la cadena del maíz con la destilería, burlanda para engordar vacunos o cerdos, producción de energía eléctrica con plantas de biogás y hasta fertiriego. Todo, en los campos donde antes sólo hacían maíz.

El Gobierno reflotaría la idea de quedarse con al menos una parte de Vicentin: la destinada a producir etanol de maíz. Lo haría utilizando la acreencia del Banco Nación y la Anses.

Lo cierto es que en los últimos días muchos fueron a repasar las palabras de Cleri, que fue el vocero del proyecto que se le adjudica a Máximo Kirchner, y aún cuando ese día estaba en la comisión el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez. El diputado santafesino fue el encargado de mostrar la pinta de las cartas que tenía en las manos el oficialismo. De todos modos, eso no pasó de allí, de un borrador, y no ingresó formalmente ningún proyecto para que rija más allá del 12 de mayo. Mientras, las empresas del sector, tanto del bioetanol de maíz como el de caña, y también las de biodiésel, empujan una prórroga de la actual normativa como la que aprobó el Senado en octubre y que espera desde aquel entonces su tratamiento en Diputados. Hay preocupación en las 54 empresas del sector por lo que pueda precipitarse en estos 29 días. Insisten en que no hay tiempo suficiente para discutir un nuevo marco normativo. La actual ley se aprobó en 2006, bajo la presidencia de Néstor Kirchner, y con una vigencia de 15 años. Ahora, faltando 29 días, las industrias de combustibles renovables no saben cuál será su futuro.

Lo cierto es que en las últimas horas cobraron fuerza dos rumores en Diputados: uno, que el oficialismo podría presentar un proyecto de ley mañana sobre las ideas que anticipó Cleri: un plazo hasta diciembre de 2027 y una prórroga única por tres años como opción para el Ejecutivo; la baja en el corte obligatorio de etanol y biodiésel, precios de referencia y el modo en que se distribuirán los cupos entre las distintas plantas.

Pero, además, se agregó otro capítulo desprendido de aquella intervención de Cleri: el de Vicentin.Según se conoció en las últimas horas, el Gobierno podría avanzar ahora sí sobre la planta productora de bioetanol para poner un pie en el sector de los biocombustibles. En la maniobra podría intervenir la Anses (con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad) y el acreedor de la empresa, el Banco Nación. Eso también se conocería mañana.

Gonzalo Dal Bianco. Redacción Puntal