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Un mundo sin fútbol, siendo parte de la urgente solución

Los clubes del "fútbol chacarero" no deberían plegarse a la urgencia por volver al ruedo que tienen los torneos de la AFA. Primero está la salud. La urgencia es proteger vidas. Luego el Estado y la propia AFA deberán auxiliar su retorno

Lejos de equivocarnos cuando comenzó la cuarentena en marzo, y consideramos que la Liga Villamariense de Fútbol debiera planificar desde septiembre de 2020 su posible retorno, sería oportuno resaltar que sólo la aparición de una vacuna contra el coronavirus puede adelantar los tiempos.

También puede pasar para 2021. “Todo pasa”, estimaba Julio Grondona (y pasaba de todo) y quizás ese sea el deseo del futbolero, que observa que el tiempo pasa y cada vez parece más lejano el retorno.

Quienes amamos el fútbol y lo hicimos una forma de vida no debemos morir por ver fútbol. Nos parece eterna esta cuarentena, pero la realidad es que esto recién empieza, no existe fecha cierta de finalización. El virus llegó para quedarse a pasar el invierno y sería lógico replantearse que no hubiese fútbol amateur en 2020.

Seguramente la presión de los poderosos clubes europeos, aun en tierras en las que la pandemia hizo estragos (España, Italia, Francia, Inglaterra, y en menor medida Alemania), hará que el fútbol regrese antes de lo aconsejable.

Bayer Munich pidió reiniciar en mayo en Alemania. En Italia se confirmó que no volverán a jugar con público hasta que no exista una vacuna contra el coronavirus.

Mientras en España la muerte de la madre de Josep Guardiola y los numerosos deportistas contagiados y aislados le otorgan el cruel cariz dramático a la pandemia, Movistar “mata y va” por los derechos de televisación de la Champions ofreciendo una cifra récord.

Diferentes urgencias

La economía es preponderante en este mundo capitalista gestado por los humanos, pero la vida no tiene precio. El negocio del fútbol es enorme y la redonda “debe” volver a girar con o sin vacuna.

La valoración por la vida humana con diferentes enfoques de “los que mandan y deciden” en Estados Unidos, Irán, Brasil o Argentina genera gran contradicción.

Para no generar más contradicciones, ni entrar en debates baratos, vale la pena sentar postura: es innecesario someter a los clubes de ligas del interior en Argentina a jugar sin protección alguna. Ya sometidas por la poderosa y desastrosa AFA, las ligas del “fútbol chacarero” deben jugar cuando exista la vacuna contra el coronavirus.

Ya “nos vacunaron” lo suficiente desde la AFA como para tener las defensas bien altas para no volver a jugar en tiempos de pandemia.

La presión del fútbol profesional es “su urgencia”. La urgencia del fútbol amateur es no expandir la pandemia y salvar vidas.

Luego, quizás AFA y Futbolistas Argentinos Agremiados debieran imitar el ejemplo del seleccionado de Portugal (con Cristiano Ronaldo a la cabeza) donando la mitad de sus primas (500 mil euros) para el fútbol amateur de su país. ¿Y las megaestrellas argentinas?

Los clubes, ofreciendo sus instalaciones al Estado, pero se endeudan con las puertas cerradas. Acatan las medidas para evitar muertes, pero luego habrá que evitar su muerte.

La AFA “se muere” por reanudar su bastardeada competencia (en la que nadie quiere descender), que sus futbolistas debieron “detener” mientras Tinelli preparaba sus valijas para vacacionar en Esquel.

Los futboleros “morimos” por ver fútbol, pero Lammens abrió la puerta recién para julio... Quizás sea la puerta del fútbol profesional, en la que “todo pasa”. Aquí imaginamos un mundo sin fútbol, siendo parte de la urgente solución: evitar la pandemia para no morir.