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Villa Mercedes, devastada por la piedra: autos y casas destrozadas y personas heridas

La tormenta del jueves a la noche sorprendió a vecinos que disfrutaban de la Fiesta de la Calle Angosta. Los daños fueron cuantiosos. Las vidrierías y talleres no daban abasto ante el pedido de la gente. Alerta por la crecida de ríos

La ciudad de Villa Mercedes (San Luis) sufrió el jueves por la noche una de las peores tormentas que recuerdan sus habitantes. Mientras disfrutaban de su Festival de la Calle Angosta, la ciudad se vio “bombardeada” por piedras que cayeron en medio de un alerta meteorológico y que no dio tiempo a nada.

Cientos de vehículos que se encontraban en la calle quedaron destruidos. En la desesperación por buscar un refugio y hasta proteger sus autos, más de un centenar de personas terminaron con heridas y un hombre de 70 años falleció por un infarto.

Por la tarde, cuadrillas de trabajadores municipales recorrían la ciudad para relevar los daños que, aseguraron, son millonarios. Y el servicio energético en algunos sectores seguía cortado por precaución ante la gran cantidad de cables caídos.

Por el Festival habían llegado a la ciudad muchos turistas que ayer por la mañana hacían cola en vidrierías para arreglar sus vehículos y poder regresar a sus ciudades de origen.

“Somos de Buenos Aires. Tiramos colchas arriba del auto, pero rompió las lunetas y algunas luces”, comentó una mujer a los medios periodísticos de la ciudad.

Somos de Buenos Aires. Tiramos colchas arriba del auto, pero rompió las lunetas y algunas luces Somos de Buenos Aires. Tiramos colchas arriba del auto, pero rompió las lunetas y algunas luces

Las autoridades pedían a los vecinos evitar circular por las calles.

Fue alrededor de media hora en que la ciudad soportó la caída de piedras, algunas que llegaban a superar el medio kilogramo, luego la lluvia y el viento.

Los golpes, cortes en cabeza y manos, desmayos, rotura de vidrios y abolladuras de carrocería fueron el saldo de la tormenta que afectó al 80 por ciento de los vehículos y personas reunidas en torno a una de las fiestas más importantes.

Los daños mayores fueron en vehículos que sufrieron roturas de lunetas, parabrisas y vidrios de ventanillas. Además de golpes que los propios damnificados dijeron eran como “mazazos” en la chapa.

Un mecánico que sufrió los daños dijo que en el caso de algunos vehículos, son irreparables. Es que no solo se trata de abolladuras sino además saltó la pintura y en algunos casos rompió la chapa. “Cualquier arreglo no baja del medio millón de pesos”, advirtió un vecino.

Cualquier arreglo no baja del medio millón de pesos Cualquier arreglo no baja del medio millón de pesos

En la mañana del viernes los daños se pudieron dimensionar más. El arbolado de la ciudad, uno de los aspectos que la caracteriza, quedó totalmente destruido y las veredas llenas de hojas. Viviendas del barrio Pellegrini, en cercanías del ferrocarril, sufrieron la perforación de los techos y las familias reclamaban ayer ayuda del gobierno. Persianas de madera, portones de chapas también fueron dañados.

La sede del Concejo Deliberante, cuyo edificio es totalmente vidriado, fue destruida. Igual ocurrió en comercios de toda la ciudad. Hasta vehículos que eran exhibidos en concesionarias fueron alcanzados por las piedras que traspasaban cualquier obstáculo.

El secretario de Gobierno, Germán Sepúlveda, dijo que hubo familias evacuadas. Y señaló que se trabajaba articuladamente con equipos de emergencia de la Provincia.

La Municipalidad constituyó un comité especial de contingencia para asistir a las familias que sufrieron cortes de luz en distintos sectores de la ciudad y voladuras de los techos.

Mucha demanda, pocos repuestos

Los habitantes aseguraron que no hay antecedentes de una tormenta de tal magnitud en la ciudad.

Desde muy temprano ayer, en las puertas de las vidrierías se observaban largas filas de vecinos a la espera de conseguir un turno para restaurar los vidrios de sus vehículos y en particular de sus casas. Muchos de ellos turistas. Pero la falta de energía eléctrica impedía llevar adelante cualquier tarea.

También los chapistas se vieron saturados de consultas. Y advirtieron con preocupación que será difícil conseguir algunos repuestos para vehículos.

El temporal también provocó la crecida de los ríos, por lo que se lanzó una alerta pidiendo a los visitantes y pobladores no acercarse a los cauces.