Internacionales | Volodimir Zelenski | Vladimir Putin | ataques

Jerson, la primera capital provincial ucraniana bajo control de Rusia

Se trata de una ciudad estratégica del sur del país con acceso al Mar Negro. El comandante de las fuerzas rusas se propone establecer una administración militar. Por otra parte, arreciaron los ataques sobre la ciudad de Kiev

La estratégica ciudad de Jerson, en el sur de Ucrania y con acceso al Mar Negro, cayó en manos de las fuerzas rusas, dijeron ayer funcionarios ucranianos, convirtiéndose en la primera capital provincial en quedar bajo control ruso desde que comenzó la guerra la semana pasada.

“Aquí no hay Ejército ucraniano”, dijo en una entrevista el alcalde de Jerson, Igor Kolykhaev. “La ciudad está rodeada”.

El funcionario dijo que se reunió ayer con el comandante ruso, que planea establecer una administración militar.

Unos 10 oficiales rusos armados, incluido el comandante ruso, habían ingresado al ayuntamiento, dijo Kolykhaev.

La caída de Jerson, una ciudad de 300.000 habitantes, al noroeste de la península de Crimea, es estratégicamente importante porque permitiría a los rusos controlar una mayor parte de la costa sur de Ucrania y avanzar hacia la ciudad de Odessa, al oeste.

Destacado

Mientras, al cierre de esta edición, las fuerzas rusas parecían haberse vuelto más agresivas en sus ataques a la infraestructura dentro de Kiev, que ha visto un aumento de los ataques con misiles y artillería.

No obstante, después de una semana de ofensiva, Rusia aún no ha logrado su objetivo de derrocar al gobierno de Ucrania.

Por otra parte, tropas rusas aterrizaron en Jarkov, al este y segunda ciudad ucraniana en cantidad de habitantes, donde se reportaron bombardeos a la sede de los servicios de seguridad y una universidad.

Las imágenes satelitales muestras que las fuerzas rusas siguen concentrando artillería y blindados en dirección a Kiev, lo que hace temer un asalto a la capital y que se repitan imágenes como la del ataque contra la torre de televisión que dejó cinco muertos.

"Amigos. Querido pueblo de Kiev. El enemigo está concentrando sus fuerzas cada vez más cerca de la capital", alertó el alcalde Vitali Klitschko en su canal de Telegram.

Una central nuclear

Durante su avance, Rusia informó que su Ejército tomó el control de los alrededores de la central de Zaporiyia, la planta de energía nuclear más grande de Ucrania y de Europa, localizada en el sureste del país, a 60 kilómetros de la ciudad industrial del mismo nombre.

El director general del organismo mundial de control nuclear, el argentino Rafael Grossi, advirtió ayer del peligro que representan los combates cerca de instalaciones atómicas y dijo también que Ucrania no está desarrollando armas nucleares, como dijo temer Rusia.

El titular del Organismo Internacional de Energía Atómica (Oiea) dijo en conferencia de prensa que está "gravemente preocupado por la situación" y afirmó que es "la primera vez que un conflicto militar está sucediendo en medio de instalaciones de un programa nuclear vasto y establecido".

El diplomático argentino destacó que cualquier acción que ponga en riesgo la operación segura de instalaciones nucleares o el resguardo de material radiactivo "podría tener consecuencias severas, agravar el sufrimiento humano y causar daño medioambiental".

"También es imperativo garantizar que los valientes que operan, regulan, inspeccionan y evalúan las instalaciones nucleares de Ucrania puedan seguir haciendo su tarea indispensable de manera segura, sin impedimentos y sin presión indebida", añadió.

En una conferencia de prensa posterior a una reunión de gobernadores, Grossi dijo que para el Oiea está "muy claro" que Ucrania no está desarrollando armas nucleares en secreto, en violación de la prohibición internacional de hacerlo.

"Para nosotros este asunto es muy claro. No tenemos ninguna información que ponga en duda las credenciales de no proliferación (nuclear) de Ucrania", dijo, consultado al respecto.

"No tenemos información sobre ninguna desviación de ningún tipo de material no declarado ni de actividades encaminadas hacia el desarrollo de armas nucleares (en Ucrania)", agregó.

El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo la semana pasada que el Gobierno ucraniano planeaba desarrollar armas atómicas.

Siete días de guerra

El 24 de febrero Rusia lanzó una ofensiva militar en Ucrania bajo la justificación de que el gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de dos provincias rusoparlantes en la región de Donbas -Donetsk y Lugansk- a las que, previamente, Moscú había reconocido como estados independientes.

El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darles a esas dos provincias -Lugansk y Donetsk, que en sendos referéndums votaron por separarse de Ucrania- autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales.

Ucrania, en cambio, afirma que con la operación militar Rusia pretende arrasar con la cultura y la historia ucraniana y derrocar al presidente Volodimir Zelenski para promover que llegue al poder un dirigente cercano a Moscú.

Moscú admitió que murieron 498 soldados

Rusia difundió ayer un primer balance de militares caídos en la primera semana de su ofensiva contra Ucrania y reconoció la muerte de 498 de sus soldados y otros 1.597 heridos.

"Desgraciadamente, tuvimos pérdidas y 498 militares rusos murieron; 1.597 de nuestros camaradas fueron heridos" durante las operaciones militares iniciadas el 24 de febrero, declaró el vocero del Ejército, Igor Konashenkov, en unas imágenes difundidas por la televisión pública rusa.

Konashenkov cifró en 2.870 los "militares y nacionalistas" ucranianos muertos y en unas 3.700 las personas heridas en el marco del conflicto.

Estas cifras contrastan con los datos ofrecidos ayer por la parte ucraniana, que aseguró que hasta ahora murieron 5.850 soldados rusos.

Se trata de la primera vez que la cartera de Defensa rusa proporciona una cifra concreta de muertos en la ofensiva que ya lleva una semana, si bien hace días reconoció la existencia de bajas.

El domingo pasado, el Ministerio de Defensa ruso reconoció que la invasión a Ucrania había dejado muertos y heridos entre sus soldados, así como la existencia de prisioneros, aunque no se entregaron cifras precisas.

Sin embargo, la cartera de Defensa aclaró que eran números inferiores a las bajas supuestamente sufridas en el bando ucraniano.

Según Konashenkov, el Ejército ruso destruyó 1.533 infraestructuras militares en Ucrania, incluidos 54 puestos de mando y centros de comunicación de las Fuerzas Armadas, 39 sistemas de misiles antiaéreos S-300, Buk M-1 y Osa y 52 estaciones de radar.

Además, según los datos proporcionados, los efectivos rusos destruyeron 47 aviones en tierra, 13 aviones en el aire, 484 tanques y otros vehículos blindados de combate, 63 lanzacohetes múltiples, 217 cañones de artillería de campaña y morteros y 47 vehículos aéreos no tripulados.

Konashenkov también reconoció la existencia de prisioneros de guerra tomados por las fuerzas ucranianas.